domingo, junio 08, 2008

Día mundial del Océano

Cómo forma de festejar el dia mundial del océano les ofrecemos una hermosa foto por gentileza de http://www.argentinaenfoco.com.ar/
Y tambien les entregamos un tríptico que hemos realizado desde el proyecto "La ciencia hace escuela en Mar del Plata".. Esperamos que los disfruten.


Grupo de extensión universitaria "La ciencia hace escuela en Mar del Plata"


jueves, mayo 22, 2008

Día mundial de la Biodiversidad:La biodiversidad marina sufre una tasa de pérdida cinco veces mayor que la terrestre


MADRID.- Dicen los biólogos marinos que conocemos mucho menos de los secretos que oculta el fondo del mar que de la Luna, o algunas planetas más lejanos. Pero la situación en los fondos abisales no está exenta de preocupación. Según el estudio 'La exploración de la biodiversidad marina', elaborado por la Fundación BBVA, "se necesitarían de 250 a 1.000 años para finalizar el inventario de las especies marinas, con el riesgo de que para entonces muchas de ellas se habrán perdido definitivamente".
La investigación, coordinada por el profesor del CSIC Carlos Duarte y en la que han participado 12 destacados investigadores internacionales, presenta los resultados de las investigaciones oceanográficas más avanzadas y los trabajos que se están realizando para conseguir un inventario completo de las especies marinas de nuestro planeta, así como los desarrollos tecnológicos y científicos que hacen posible esta exploración, de la que se pueden derivar importantes beneficios para el conjunto de la sociedad.


La principal conclusión es que la exploración de los ecosistemas marinos todavía se halla en sus comienzos, debido fundamentalmente a las limitaciones tecnológicas asociadas a la exploración oceanográfica. Por esta razón, los océanos aún siguen deparando sorpresas en sus hábitats más remotos y extremos, en los que se están llevando a cabo constantes hallazgos.


Los océanos, con una extensión de 361 millones de kilómetros cuadrados y una profundidad media de 3.730 metros, cubren el 71% de la superficie del planeta. Asimismo, los primeros fósiles conocidos, datados en 3.500 millones de años, corresponden a organismos marinos; y las primeras especies animales también aparecen en el mar hace 640 millones de años (las primeras especies animales terrestres aparecieron hace 400 millones de años).


No obstante, a pesar de haber contado con más tiempo para diversificarse, los organismos marinos suponen tan sólo el 2% de las especies conocidas. Respecto a las estimaciones sobre el número de especies marinas todavía por describir, Diana Walker, profesora de la Escuela de Biología de la Universidad del Oeste de Australia, considera que, a la velocidad actual de descripción de especies, se necesitarían de 250 a 1.000 años para finalizar el inventario de biodiversidad marina, con el riesgo de que para entonces muchas de estas especies se habrán perdido definitivamente.


Según los últimos datos disponibles, cada año se describen 1.635 nuevas especies marinas y, en la actualidad, existen del orden de 230.000 a 250.000 especies de organismos marinos descritos; estas cifras indican que la biodiversidad marina representa el 15% de la biodiversidad global descrita (aproximadamente, 1,6 millones de especies).




Una ballena azul. (Foto: Fundación BBVA)

Una ballena azul. (Foto: Fundación BBVA)



Océanos desprotegidos

El estudio ofrece también comparaciones entre el sistema terrestre y el marino: El retraso en la investigación sobre la biodiversidad marina es enorme en comparación con la biodiversidad terrestre (el volumen de estudios científicos terrestres es diez veces superior al de estudios marinos). Un retraso que se hace también patente en el ámbito de la conservación, pues los arrecifes de coral y las praderas submarinas sufren una tasa de pérdida cinco veces superior a la de los bosques tropicales y, a pesar de ello, el área marina protegida es inferior al 0,1% de su extensión, frente al 10% de protección de la superficie terrestre.


Por otra parte, el número de especies marinas cultivadas tras sólo 30 años de acuicultura intensiva supera con creces a las especies animales terrestres sujetas a explotación después de casi 10.000 años de actividad ganadera.


100.000 montañas submarinas


Las profundidades marinas son el mayor ecosistema de la Tierra, pues casi el 50% de la superficie de nuestro planeta se encuentra por debajo de los 3.000 metros de profundidad. Además, albergan uno de los mayores reservorios de biodiversidad.


Dos de los científicos que colaboran en esta obra de la Fundación BBVA, Eva Ramírez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), y David Billett, del Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido, centran su participación en el estudio de las montañas submarinas y las llanuras abisales. Consideran que existen cerca de 100.000 montañas submarinas que superan los 1.000 metros de altitud en el conjunto de océanos de la Tierra, y muchas más de menor altitud. No obstante, únicamente se han muestreado cerca de 350 y sólo un centenar se han estudiado con el detalle suficiente para saber que en las montañas submarinas se produce una elevada productividad, se concentran grandes reservas de peces con valor comercial y la fauna bentónica es muy diversa.


Igual que sucede con otras zonas de terreno difícil, se sabe poco de la biodiversidad, distribución y funcionamiento de las montañas submarinas. Lo que sí han podido constatar los científicos, según Ramírez y Billett, es que la pesca en las proximidades de las montañas submarinas ha sido muy intensa en las últimas décadas y que ello podría tener graves consecuencias a largo plazo sobre la biodiversidad de un ecosistema aún por clasificar.


Actualmente, con la ayuda de nuevos estudios basados en medios tecnológicos como los vehículos de control remoto (ROV), o las cámaras incorporadas a remolcadores de grandes profundidades, los científicos están ampliando el conocimiento sobre estos ecosistemas con el objetivo de adoptar medidas para favorecer su adecuada gestión y conservación.

lunes, abril 07, 2008

Cuanto mide la costa Argentina


ESTUDIOS GEOGRAFICOS : REALIZAN UN TRABAJO CIENTIFICO APLICANDO NUEVAS TECNOLOGIAS
Afirman que la costa argentina mide 2.000 km más de lo pensado
Tendría 6.816 km, según un estudio de investigadores del Conicet en el que usaron fotos satelitales y aéreas y filmaciones. El Instituto Geográfico Militar siempre dijo que medía 4.725 km, y la Armada, 5.087.

El litoral marítimo argentino mide, según el Instituto Geográfico Militar (IGM), 4.725 kilómetros. El Servicio de Hidrografía Naval de la Armada, en cambio, asegura que la extensión de la costa es mayor: 5.087 kilómetros. ¿Cuál de las dos será la medida real? Parece que ni una ni la otra.Según una nueva medición que realizó un equipo de investigadores del Conicet, la costa argentina sería por lo menos un 33 por ciento más larga de lo que han establecido esos dos organismos: tendría en total 6.816 kilómetros.La disparidad entre esta nueva evaluación y lo que informa el IGM es de exactamente 2.091 kilómetros. Se trata de una diferencia inmensa, más aún, por ejemplo, si se considera que el ancho de todo el país es de 1.423 kilómetros.Pregunta obligada: ¿cómo es posible que el litoral marítimo midiera menos de lo que se creía? Responde el investigador Gerardo Perillo, subdirector del Instituto Argentino de Oceanografía y uno de los responsables de la flamante medición: "Las estimaciones anteriores se habían hecho con herramientas que actualmente resultan anticuadas. Nosotros utilizamos fotos satelitales, filmaciones y fotografías aéreas".El equipo se valió de otros modernos artilugios para calcular la real extensión de la costa argentina desde el Delta del Paraná hasta la bahía Lapataia, en Tierra del Fuego. El principal fue que cambiaron la regla con la que hicieron las mediciones."Para sus mapas el Instituto Geográfico Militar utiliza una escala de 1:50.000, lo que significa que un centímetro equivale a 500 metros. Nosotros usamos una escala en la que un centímetro equivalía a 10 metros. Así, logramos llegar a valores mucho más parecidos a los reales", explica Gerardo Perillo. En otras palabras: cuanto más chiquita es la regla que se usa, más exacta será la medición. Luego, una potente computadora se encargó de sumar cada una de las mediciones que se fueron obteniendo de cada una de las entradas, caletas, bahías, estuarios, golfos e innumerables curvitas que tiene la costa argentina. Todo el trabajo llevó cuatro años.En el Servicio de Hidrografía Naval dijeron estar "sorprendidos" con los resultados de la nueva medición. Aclararon, además, que los 5.087 kilómetros que tiene la costa según su medición son entre la ciudad de Buenos Aires y bahía Lapataia. Eso, sin embargo, no explicaría la diferencia de 1.729 kilómetros que surgen de ambas estimaciones.Clarín llamó siete veces al Instituto Geográfico Militar para conocer la opinión de sus expertos sobre este nuevo estudio, pero no aceptaron responder.En realidad los científicos que ahora calcularon la extensión real del litoral marítimo argentino no se proponían medir el largo de la costa. Ese, por el contrario, fue un resultado colateral del verdadero fin de la investigación que se propuso la geógrafa Paula Diez para su tesis de doctorado: trazar una completa y detallada caracterización de toda la costa de la Argentina.La geógrafa Paula Diez busca establecer los parámetros oceanográficos, los usos del suelo, los grados de urbanización, los factores climáticos, la densidad poblacional y las actividades económicas que pueda haber, prácticamente palmo a palmo, en el extenso litoral criollo.Los directores de la tesis de Paula Diez son María Cintia Píccolo y Gerardo Perillo, directora y vicedirector del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) de Bahía Blanca, respectivamente.Se trata de un organismo que depende del Conicet y de la Universidad Nacional del Sur y que, entre otras tareas, se dedica a "promover el desarrollo de las investigaciones científicas del mar argentino y sus recursos" y "prestar asesoramiento a instituciones oficiales y privadas sobre problemas referidos al mar"."Cuando se comenzó la investigación —cuenta Gerardo Perillo— imaginamos que íbamos a encontrar que el litoral argentino tenía más kilómetros de lo que se suponía. Nunca supusimos que la diferencia iba a ser de más de 2.000 kilómetros. Fue una sorpresa inmensa".Además de determinar que todo el litoral tiene 6.816 kilómetros, los investigadores establecieron cuál era la extensión de la costa de cada una de las cinco provincias que moja el océano Atlántico. El litoral bonaerense mide 1.949 kilómetros; el rionegrino, 334; el chubutense, 1.634; el santacruceño, 1.794; y 1.105 el fueguino.En este caso lo asombroso es que hasta ahora nadie había difundido cuál era la extensión de las orillas de las provincias."Siempre se conoció la longitud del litoral, pero nunca el de las provincias por separado", explica Perillo.Y añade: "Ante la falta de información específica se estimaba que la costa bonaerense tenía unos 1.500 kilómetros".La verdad es que tiene 449 kilómetros más. De Buenos Aires a Mar del Plata hay prácticamente esa distancia.

miércoles, marzo 12, 2008

Nuevo Curso virtual: Manejo integrado de zonas costeras


Curso virtual sobre Introducción al Manejo integrado de areas costeras ymarinas*

Los problemas surgidos del uso de los sistemas costeros y marinos se hanconvertido en un campo de experimentación sin precedentes, cuyos efectos sedejan sentir sobre todos los habitantes del planeta, pero cuya valoraciónindividual es muy diferente en el ámbito ambiental y económico, ya quereúnen las características de bien público. Ello ha obligado a diseñarnuevos instrumentos ambientales y económicos que tomen en cuenta el difícilequilibrio entre los intereses inmediatos y los futuros, que no siemprecoinciden entre los países en vías de desarrollo y desarrollados.

Este curso se presenta como una actividad amplia y polivalente encaminada amejorar la calidad de vida de las comunidades que dependen de los recursoscosteros. También ayudará a los estados ribereños a desarrollarse de manerasostenible desde el nacimiento de las cuencas hidrográficas costeras hastalos límites exteriores de su zona económica exclusiva.Los participantes de este curso contribuirán para garantizar un beneficiosocio-económico sostenible para toda la comunidad del área costera.El curso permitirá mostrar a los líderes políticos, personal administrativo,población y empresarios en general, la importancia del uso inteligente delos recursos costeros y marinos. Además servirán como base para buscarnuevas soluciones, tecnologías, así como su interés por la educación del usode las costas y del mar.


Destinatarios

Está dirigido a quienes se ocupan de la gestión socio-urbana, mediadores,ambientalistas, agentes comunitarios, funcionarios públicos y privados,decisores políticos, legisladores, empresarios, investigadores,profesionales y académicos. También se dirige a directivos e integrantes dela industria, hotelería, institutos, universidades o cualquier otraorganización interesados en asuntos de manejo costero, es decir personasresponsables por la legislación, administración e implementación deproyectos de ley de manejo costero y de aprovechamiento de sus recursos ymanejo de residuos.

Más información y mail de contacto en la siguiente dirección:

martes, febrero 26, 2008

Los océanos y mares estan casi todos contaminados


Casi cada rincón de los océanos ha sido dañado de alguna manera por la actividad humana y cerca del 41% de sus aguas están seriamente afectadas, según un estudio publicado esta semana.
15 Feb 2008, 20:50 Fuente: AFP

Las áreas costeras están contaminadas por residuos. Las ostras y la pesca están desapareciendo. Islas flotantes de basura del tamaño de pequeños estados estancan lo que solía ser agua corriente. Las aves y ballenas son golpeadas por barcos que dejan un rastro de petróleo y desechos a su paso.
Pero el mayor daño es el del cambio climático, según el primer estudio a escala global sobre el impacto humano en ecosistemas marinos, que será publicado en la revista Science. "Tiene impactos amplios e intensos", aseguró Kim Selkoe, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Hawai.
Un incremento significativo en las temperaturas del agua fue observado en el Atlántico norte entre 1995 y 2005, y se espera que el calentamiento global aumente más las temperaturas en otros lugares. Estas temperaturas altas incrementan el nivel de plancton y cambian la composición de especies en los niveles altos de la cadena alimenticia. Además lleva a niveles mayores de enfermedad y cambios en la circulación marítima, explicó Selkoe.
Los océanos se están volviendo cada vez más ácidos, al absorber dióxido de carbono, y las plantas están siendo afectadas por el incremento de la radiación ultravioleta.
"La otra cosa realmente sorprendente para mí es que nuestra información sobre pesca muestra que el 80% de los océanos en el mundo son explotados", agregó. "No queda ni un lugar donde se puedan esconder los peces (...) los barcos pesqueros están en todas partes", dijo.
Mientras la pesca de subsistencia tiene un impacto limitado en la ecología marítima, la pesca comercial tiene un impacto alto y bota toneladas de peces, aves y mamíferos muertos al mar. Esto ha amenazado con extinguir muchas especies de tortugas, aves, ballenas y delfines.
El tráfico de barcos es el tercer mayor culpable por la contaminación. "Cuando se mira el mapa del tráfico marítimo, hay una cobertura sólida de los océanos del mundo", dijo la investigadora en una entrevista telefónica. "Los combustibles se derraman, hay contaminación auditiva que perturba a las ballenas (...) lo que tiene un importante efecto en los ecosistemas". Alejar los recorridos de los barcos de las áreas sensibles, como arrecifes de corales y zócalos continentales, podría reducir significativamente el impacto en la vida marítima, dijo.
Las aguas más afectadas en el mundo incluyen inmensas áreas del Mar del Norte, el sur y este del Mar de China, el Mar Caribe, la costa este de Norte América, el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico, el Mar de Bering, y varias regiones del oeste del Pacífico.
Sólo un 3,7% del océano es considerado área de bajo impacto y la mayor parte de esto se encuentra cerca de los polos, donde el hielo temporal y permanente limita la actividad humana. "Desafortunadamente, conforme las capas de hielo polar desaparecen con el calentamiento global y las actividades humanas se extienden a esas áreas, hay mayor riesgo de degradación rápida de estos y otros ecosistemas", dijo Carrie Kappel, coautora del estudio e investigadora del National Center for Ecological Analysis and Synthesis.

jueves, febrero 07, 2008

Océano de plástico

El pasado dos de febrero, del barco de una compañía italiana se derramaron miles de litros de petróleo frente a la costa de Panamá. Accidentes de este tipo han agravado la contaminación del mar.
Una mole de desperdicios de humanos flota entre América y Asia. En pleno Océano Pacífico parece que ha nacido un nuevo continente. Su tamaño es del doble de Estados Unidos y tiene un peso estimado de 3,5 millones de toneladas.
Sin embargo, en él no vive ninguna especie, de hecho, miles de seres vivientes mueren al encontrarse con esta gigante mancha. Los científicos lo han llamado el ‘gran vertedero del mundo’, y con mucha razón, pues este gran continente se ha formado a partir de la basura que días tras días le entregamos al mar. La mancha fue descubierta en 1997 por Charles Moore, un ocenaógrafo norteamericano creador de la Fundación de Investigación Marina Algalita. Según sus estudios, ‘el vertedero’ podría contener unas 100 millones de toneladas de basura. Tal contaminación causa la muerte de un millón de pájaros marinos y de cien mil mamíferos acuáticos cada año. Encontrar tapas y cepillos de dientes en sus estómagos es cada vez más recurrente.

Cifras
85% de oxígeno y nitrógeno que necesita el planeta es producido por los océanos del mundo.
50% del total de la superficie terrestre lo cubre el Océano Pacífico.
80% de la basura que compone la mancha del Océano Pacífico, se estima que es de plástico
.


“El mar es un basurero a nivel mundial que genera impactos sobre la fauna, tanto peces como aves se comen el plástico y como éste no se degrada les puede ocasionar la muerte”, explicó Alejandro Soto, docente del Programa de Administración del Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad Javeriana de Cali. La solución, para la que ya es una inminente tragedia, es todo un reto para gobernantes y ciudadanos. Los ambientalistas señalan que la principal forma de detener la contaminación del Océano es evitar el uso de bolsas y botellas plásticas, que pueden ser reemplazadas por bolsas de tela o de paja trenzada. En algunas naciones ya se ha creado conciencia en torno a la importancia de cuidar el medio ambiente, en países como Sudáfrica, Taiwan, India y Francia han vetado el uso de bolsas plásticas; mientras en Australia e Irlanda se están aplicando impuestos por su uso. Reciclar y reutilizar los materiales plásticos también es una alternativa en la odisea que representa salvar al Océano. “Se deben implementar políticas serias de reciclaje y de educación ambiental que logren la sensibilización, si no esta contaminación nos dejará sin nada”, concluyó Soto. Efecto plástico La mitad de los plásticos que llegan al mar se hunden, lo que hace que mueran moluscos, crustáceos y otros animales encargados de la limpieza del mar. Hoy se pueden encontrar en el mar tres kilogramos de plástico por cada medio kilo de plancton. El plástico no se biodegrada, pues está hecho por moléculas derivadas del petróleo.Por: Isabel Cristina Salas, Especial para El País

martes, febrero 05, 2008

La acidez de los océanos acabará con los corales



Científicos del Departamento de Ecología Global del Instituto Carnegie han calculado que si las tendencias actuales de emisión de dióxido de carbono continúan, a mediados de este siglo el 98 por ciento de los hábitats de los arrecifes serán bañados por aguas demasiado ácidas para permitir su crecimiento. Entre las primeras víctimas, estará la Gran Barrera de Coral australiana, la estructura orgánica más grande del mundo.

24 Ene 2008, 23:57 Fuente: LA FLECHA, AGENCIAS El trabajo se basa en simulaciones por ordenador de la química oceánica con niveles de CO2 atmosférico a partir del preindustrial de 280 partes por millón (ppm). Los niveles actuales ya son de 380 ppm y crecen con rapidez debido a la aceleración de las emisiones producidas por las actividades humanas, fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles.Alrededor de un tercio del dióxido de carbono liberado en la atmósfera es absorbido por los océanos, lo que ayuda a retardar el progreso del efecto invernadero, pero es un gran contaminante de los océanos. El CO2 absorbido produce ácido carbónico, haciendo que ciertos minerales ricos en carbonatos se disuelvan más deprisa en el agua de mar. Esto es especialmente evidente para la aragonita, el mineral utilizado por los corales y muchos otros organismos marinos en la formación de sus esqueletos.Antes de la revolución industrial, más del 98 por ciento de los arrecifes de coral de aguas cálidas eran bañados con aguas de mar abierto, 3,5 veces supersaturadas con aragonita, lo que significa que los corales podían extraer con facilidad el mineral para construir los arrecifes. Pero si el CO2 atmosférico se estabiliza en 550 ppm, e incluso eso exigiría un esfuerzo internacional concertado para lograrlo, ningún arrecife de coral existente sobrevivirá en tal ambiente. Los cambios químicos impactarán en algunas regiones antes que en otras. Los mayores riesgos están en la Gran Barrera de Coral y en el Mar Caribe.Los efectos químicos del dióxido de carbono en el océano son básicamente independientes de sus efectos en el clima, por lo que las medidas destinadas a reducir las emisiones con el propósito de mitigar el calentamiento serán de poca ayuda para retardar la acidificación. De hecho, los cambios químicos que nos amenazan pueden requerir cortes de las emisiones aún más drásticos que los necesarios exclusivamente para el clima."Estos cambios vienen en un momento en que los arrecifes ya están bajo una fuerte presión por el cambio climático, la pesca excesiva y otros tipos de contaminación", advierte el químico oceanógrafo Ken Caldeira. "A menos que entremos pronto en acción, hay una posibilidad muy real de que los arrecifes de coral, y todo lo que depende de ellos, no sobrevivan a este siglo".

jueves, enero 24, 2008

Invitación exposición temporaria: Día mundial de los humedales

A partir del 2 de febrero se pondrá en marcha en el Museo de Cs. naturales Lorenzo Scaglia de mar del Plata una exposición temporaria en el marco de la celebración del Día Mundial de los Humedales", con una serie de actividades educativas que abordarán temas que tienen que ver con la importancia de promover el desarrollo sustentable y la conservación de nuestros humedales, su estrecha relación con la salud humana y la producción. En tanto esto constituye espacios para el desarrollo del turismo entre otros bienes y servicios que brindan estos ecosistemas.

Programa:
2 de Febrero
a las 19:00 hs
Acto de Apertura. Se llevará a cabo el Acto de Apertura con la participación de autoridades nacionales, provinciales y municipales. (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Lic. Oscar Padin; Dirección de Recursos Naturales de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Carlos Lasta; Director General de Gestión Ambiental, Sr.Eduardo Bruzetta y autoridades de la Secretaria de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón).
.
A las 20hs.
Panel Interdisciplinario
Se realizará un panel interdisciplinario en donde se abordará el tema "Humedales sanos, gente sana", desde distintos puntos de vista con profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, del Área Turismo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, del Museo de Ciencias Naturales y del Colegio de Bioquímicos de la Provincia de Buenos Aires,

Los esperamos, será un honor contar con su presencia



2 al 8 de Febrero a las 19:00 hs

Exposición de posters sobre la importancia de los humedales en el mundo y datos y fotografías antiguas y actuales sobre los humedales de Mar del Plata y charla explicativa con diapositivas.








Les adjuntamos una contribución para el día mundial de los humedales un tríptico (imprimible) que elaboramos especialmente desde el proyecto "La ciencia hace escuela en Mar del Plata" . Esperamos que les resulte útil para aprender más sobre los humedales.


Proyecto. La ciencia hace escuela en Mar del Plata-UNMdP-SPU
Programa El mar como recurso educativo-FCEyN-UNMdP

jueves, enero 03, 2008

Riqueza del mar depende de las criaturas de los abismos


Si decrece la diversidad en el fondo, el efecto se multiplica en niveles someros. Estudio evaluó en 116 sitios profundos a gusanos nematodos y otros indicadores.

Nada más ajeno a la vida humana en la Tierra que las criaturas que habitan en las profundidades del lecho marino, a miles de metros bajo la superficie. Y sin embargo estas criaturas, muchas de ellas literalmente invisibles al ojo humano, con su riqueza y variedad cumplen funciones tan fundamentales para los ecosistemas oceánicos que bien podría decirse que el mar alberga vida gracias a los residentes del abismo.Un estudio encabezado por Roberto Danovaro, de la Universidad Politécnica de Las Marcas, en Italia, y publicado en línea en la revista científica Current Biology, adelanta que la pérdida de especies en lo profundo del océano debe evitarse a toda costa, pues representa una seria amenaza para la sustentabilidad de la vida.Analizando 116 sitios marinos de gran profundidad, el equipo de científicos encontró evidencias de que la salud del mar, medida a través de la eficiencia de numerosos ecosistemas críticos, varía exponencialmente con la diversidad de las especies que pululan en el fondo del mar.“Por primera vez hemos demostrado que el ecosistema funcional del océano profundo depende estrechamente del número de especies que habitan el suelo oceánico”, dijo Danovaro.“Esto demuestra que necesitamos preservar la biodiversidad, y especialmente la del océano profundo, porque de otro modo las consecuencias negativas podrían no tener precedentes. Debemos cuidar de especies que están lejos de nosotros y que son [esencialmente] invisibles”.El hombre siempre ha tenido una clara conciencia de la importancia que el mar tiene para la vida, pero esto había sido una intuición, a pesar de que, por ejemplo, el suelo oceánico cubre 65 por ciento del planeta y es, de lejos, el ecosistema eje para los ciclos del carbono, el nitrógeno y el fósforo.Las partes más profundas del mar también son sede de la vida más abundante, medida en términos de biomasa, pero habían faltado estudios serios.Danovaro dijo que es posible imaginar el ecosistema global como un mecanismo muy complejo que tiene procesos básicos: producción, consumo y transferencia de material orgánico hacia los niveles más altos de las cadenas alimenticias; descomposición de la materia orgánica y regeneración de nutrientes son otros procesos clave.El equipo de Danovaro se concentró en la diversidad de gusanos nematodos y varios indicadores sobre la eficiencia del ecosistema en los 116 sitios mencionados.Los nematodos, de acuerdo con Cell Press, “son los animales más abundantes de la Tierra y dan cuenta de más de 90 por ciento de toda la vida en el fondo del mar. Estudios anteriores han sugerido también que la diversidad de nematodos es un buen indicador de la diversidad de otras especies abisales”.Lo que hallaron los científicos es que los sitios donde hay más variedad de nematodos tienen procesos más eficientes a nivel ecosistema, es decir, explotan mejor la energía disponible.“Nuestros resultados sugieren que una mayor biodiversidad puede mejorar la capacidad de los sistemas bénticos abisales para realizar los procesos biológicos y biogeoquímicos clave que son cruciales para su funcionamiento sostenible”.O sea que a pesar de su relativa invisibilidad, los ecosistemas del fondo marino son esenciales para la salud de todo el mar: si su variedad decrece, el efecto se multiplica en capas más someras, y según el estudio, una crisis en el suelo marino podría conducir al colapso de la vida marina. Algo cuyas consecuencias nadie quiere imaginar.
Los ecosistemas abisales, a más de cuatro mil metros de profundidad, son pequeños pero muy variados, con muchas especies aún desconocidas. Pero aportan valores cruciales.Por ejemplo, contribuyen con biomasa, moléculas activas, aceites, gas y minerales. Además estabilizan el clima y regeneran los nutrientes.“Nuestros resultados sugieren que la conservación de la biodiversidad del océano profundo puede ser crucial para la sostenibilidad de las funciones del mayor ecosistema” en el planeta, dijeron los científicos.

martes, diciembre 18, 2007

Se duplicó la cantidad de ballenas muertas en la península Valdés


Este año, el número de animales varados es el más alto del mundo desde 1971

Una escena inusual empañó en octubre y noviembre el espectáculo que cada año brindan las ballenas que se acercan a las costas de la península Valdés, en el sur argentino. Turistas y no sólo científicos pudieron ser testigos de la gran cantidad de ejemplares de la ballena franca austral que aparecieron varados, muertos, en las costas del golfo Nuevo. Más precisamente, algo más del doble que los años anteriores. "Este año murió el 32% de la cohorte de ballenas vivas que llegaron a la península esta temporada, lo que para la comunidad científica internacional que se dedica al estudio de cetáceos es el número más alto de la historia de registro de la especie, desde 1971", explicó ayer a LA NACION el licenciado Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). El 90% de los ejemplares muertos son crías de hasta 8 metros de largo. Este aumento inusual de la mortalidad de estos mamíferos del océano fue detectado por el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral, que integra el ICB, la Sociedad de Conservación de Ballenas de los Estados Unidos y la Fundación Patagonia Natural. El financiamiento no está a cargo del Estado argentino, aunque la ballena franca austral fue declarada monumento natural nacional, sino del Servicio de Pesquerías Marinas de los Estados Unidos (NMFS, por sus siglas en inglés). Según los registros del programa, la cantidad de ejemplares que llegaron vivos a aguas argentinas y murieron varados en las costas fue del 16% en 2003; del 14%, en 2004; del 20%, en 2005; del 10%, en 2006, y del 32%, este año. Para Sironi, "algo ocurrió en octubre y noviembre como para que 83 animales murieran tan rápido sólo en el golfo Nuevo". En el golfo San José, en cambio, aparecieron 7 ejemplares muertos. "Cada año se registran más ballenas francas varadas, muertas, en las costas de la península Valdés que en otras poblaciones y sitios del mundo", explicó a través de un comunicado la doctora Vicky Rowntree, codirectora del Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral y cofundadora de la Ocean Alliance, en los EE.UU. Pero ¿por qué murieron tantas ballenas? Es el gran enigma para descifrar. Para ello, se sumaron Bill McLellan y Michael Moore, científicos del NMFS, y Katie Touhey, del Fondo Internacional para el Bienestar Animal. Durante su estadía en Chubut, realizaron diez necropsias de ballenas francas. Según Nadia Mohamed, coordinadora de campo del programa, se pudieron realizar necropsias parciales o totales en los cuerpos que se encontraron en mejor estado de conservación. Y la veterinaria Marcela Uhart, codirectora del programa, confirmó: "Las muestras obtenidas este año fueron enviadas a laboratorios especializados para su análisis", pero no descartó que el estado avanzado de descomposición de las ballenas muertas en el momento de ser reportadas y estudiadas dificultara mucho la determinación de las causas de muerte. Por ahora, la principal hipótesis considerada surgió de una coincidencia: en octubre último, en las aguas del golfo Nuevo se registró una marea roja con una intensidad muy poco frecuente. "A veces, las algas tienen floraciones que generan un nivel de concentración de biotoxinas letal para los animales y el ser humano -explicó Sironi-. Por eso, lo primero que buscamos en las necropsias es el intestino y el estómago, donde se concentran esas biotoxinas." Pero hasta ahora se ignora si existe relación entre la muerte de las ballenas y la marea roja, así como también si la mano del hombre intervino en el nivel de intensidad de esa marea. "En el golfo Nuevo, gran parte de la floración de las algas se debe al desagüe de líquidos cloacales, que provienen de una planta de tratamiento en Puerto Madryn y que, a través de El Doradillo, desemboca en las aguas del golfo", explicó Diego Taboada, director del ICB.

Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION

martes, diciembre 11, 2007

Los pingüinos antárticos, en riesgo por el cambio climático


NUSA DUA, Indonesia.- Los resultados de dos estudios presentados ayer durante la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que la ONU organiza en esta bella isla de Bali concentraron la atención de los delegados de 180 naciones sobre los efectos del calentamiento global. Uno de ellos, realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), demostró que el aumento de las temperaturas en nuestro planeta está amenazando gravemente a los pingüinos en la Antártida. Allí, cuatro especies disminuyeron un 66% su población en los últimos 25 años.

El informe "Pingüinos antárticos y el cambio climático" les aportó ayer a los más de 10.000 asistentes a la conferencia datos concretos sobre qué especies logran alimentar a sus crías y cuáles perdieron sus alimentos por la pesca excesiva ante la reducción de las masas de hielo. "Los pingüinos antárticos tienen ya una larga marcha tras de sí -dijo Anna Reynolds, vicedirectora del Programa de Cambio Climático del WWF-. Ahora, estos íconos de la Antártida tendrán que enfrentar una batalla extremadamente dura para adaptarse a este cambio climático sin precedente." Es que el continente blanco sufre un aumento de la temperatura cinco veces más rápido que la media mundial, mientras que la aguas también se han calentado hasta una profundidad de 3000 metros. En la parte occidental de la península, el hielo cubre un 40% menos de territorio que hace 26 años. Esto hace que haya menos krill, que es la principal fuente de alimento de los pingüinos Barbijo, cuya población se redujo entre el 33 y el 66% en algunas colonias, según precisa el informe. También los pingüinos Papúa sufren presiones similares, y en el último medio siglo se redujeron a la mitad algunas colonias de Emperador. Asimismo, el informe del WWF explica que los inviernos más calurosos y los fuertes vientos fuerzan a estos animales a cuidar de sus crías sobre capas de hielo cada vez más delgadas: "Durante muchos años, el hielo se ha roto y muchos huevos y crías fueron arrastrados antes de poder sobrevivir por sí mismos", afirma el estudio. En tanto, en el noroeste de la Península Antártica, donde el calentamiento es más intenso, la población de pingüinos Adelia "disminuyó un 65% en los últimos 25 años". Esto, explican los autores, no sólo se debe a la falta de alimento, sino también a que sus primos Barbijo y Papúa, que son de aguas más cálidas, invadieron sus zonas. Ahora, los científicos temen que los pingüinos Adelia, que necesitan territorio libre de nieve para tener a sus crías, pierdan hábitat en favor de otras especies. Cuestión de seguridad El segundo trabajo presentado ayer en el centro de convenciones de esta isla indonesia definió al cambio climático como "una cuestión de seguridad". Realizado por el Consejo Asesor Alemán del Cambio Climático, el estudio afirma que el calentamiento global podría provocar una migración en masa, desestabilizar el comercio y desencadenar conflictos por la tierra de cultivo y el agua desde Africa hasta Asia. El informe asegura que "se acaba el tiempo para que las naciones alcancen un acuerdo que obligue a una reducción de gases de efecto invernadero antes de que las altas temperaturas, el aumento del nivel de los mares, el deshielo de los glaciares y más sequías e inundaciones siembren el caos". Y agrega que son los países en desarrollo, y en especial aquellos con gobiernos débiles, los que más riesgo corren "de una amenaza para la seguridad regional. No estamos hablando de conflictos entre ejércitos de países -dijo Hans Joachim Schellnhuber, coautor del estudio, durante una conferencia de prensa-. En el futuro, prevemos que si no se reduce el calentamiento global, las naciones frágiles y vulnerables pueden desplomarse por su presión y hasta enviar la onda expansiva a otros países". Schellnhuber, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, señaló también a los periodistas acreditados que si las previsiones científicas se cumplen "puede que tengamos algo parecido a una guerra civil global con muchos focos de conflictos". El investigador puso como ejemplo del origen de esos conflictos al deshielo de los glaciares en el Himalaya y en los Andes. Otro ejemplo fue la crisis de Darfur, en parte desencadenada por la prolongada sequía. "El cambio climático agudizará las tensiones, que aumentarán exponencialmente por el acceso al agua y la degradación de la tierra o la subida del nivel del mar", dijo Achim Steiner, director ejecutivo del Programa Medioambiental de Naciones Unidas. Agencias Reuters y DPA

viernes, noviembre 30, 2007

Un Meteorito No Fue la Causa de la Peor Extinción en Masa de Nuestro Mundo


La Gran Mortandad de hace 250 millones de años sucedió lentamente, de acuerdo con geólogos de la Universidad de California del Sur (USC).
La estudiante de doctorado Catherine Powers viajó a yacimientos fósiles de todo el mundo, incluyendo este en Grecia, para estudiar antiguas comunidades marinas de briozoos. Imagen: Matthew Clapham

La mayor extinción en masa de la historia de la Tierra puede también haber sido una de las más lentas, de acuerdo con un estudio que arroja dudas sobre la teoría de extinción por un meteorito.
El incremento en la presión ambiental alimentado por las erupciones volcánicas y el calentamiento global fue la causa que probablemente provocó la Gran Mortandad hace 250 millones de años, dijo la estudiante de doctorado de la USC, Catherine Powers.
En un artículo del ejemplar de noviembre de la revista Geology, Powers y su supervisor David Bottjer, profesor de ciencias de la Tierra en la USC, describe un lento declive en la diversidad de algunos organismos marinos comunes.
El declive comenzó millones de años antes de la desaparición del 90 por ciento de las especies de la Tierra el final de la era Pérmica, demuestra Powers en su estudio.
Lo más dañino para la teoría del meteorito es que el estudio encontró que los organismos del océano profundo fueros los primeros en morir, seguidos por aquellos de barreras y arrecifes, y finalmente los cercanos a las costas.
“Algo vino desde el fondo de los océanos”, dijo Powers. “Algo subió por la columna de agua matando a todos esos organismos”.
Posiblemente lo que ascendió fue sulfuro de hidrógeno, de acuerdo con Powers, quien citó estudios de la Universidad de Washington, Universidad Estatal de Pennsylvania, la Universidad de Arizona y el laboratorio de Bottjer en la USC.
Esos estudios, combinados con los nuevos datos de Powers y Bottjer, apoyan un modelo que atribuye la extinción a enormes erupciones volcánicas que liberaron dióxido de carbono y metano, disparando un rápido calentamiento global.
El agua de los océanos más cálida habría perdido parte de su capacidad de retener oxígeno, permitiendo al agua rica en sulfuro de hidrógeno brotar desde las profundidades (el gas vino de bacterias anaerobias del fondo del océano).
Si escaparon grandes cantidades de sulfuro de hidrógeno a la atmósfera, el gas habría matado a la mayor parte de las formas de vida y también habría dañado la capa de ozono, incrementando el nivel de radiación ultravioleta que alcanzó la superficie del planeta.
Powers y otros creen que la misma secuencia letal se repitió en otra gran extinción hace 200 millones de años, al final de la era del Triásico.
“Hay muy pocas personas que se agarren a la idea de que fue un impacto de meteorito”, dijo. Incluso si tuvo lugar tal impacto, añade, podría no haber sido la causa principal de una extinción ya en progreso.
En su estudio, Powers analizó la distribución y diversidad de los briozoos, una familia de invertebrados marinos.
Basándose en los tipos de rocas en los que se hallaron los fósiles, Powers fue capaz de clasificar los organismos de cuerdo con la edad y profundidad aproximada de su hábitat.
Encontró que la diversidad de briozoos en las profundidades del océano comenzó a decrecer hace aproximadamente 270 millones de años y cayó en picado en los 10 millones de años antes de la extinción masiva que marcó la era del Pérmico.
Pero la diversidad en profundidades medias y cerca de la costa cayó más tarde y gradualmente, con los briozoos costeros siendo los últimos afectados, dijo Powers.
Observó el mismo patrón antes de la extinción de finales del Triásico, 50 millones después de la de finales del Pérmico.
El trabajo de Powers fue patrocinado por la Sociedad Geológica Americana, la Sociedad Paleontológica, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo Yale Peabody, y complementada con una beca del programa Mujeres en la Ciencia e Ingeniería de la USC.
Geology es una publicación de la Sociedad Geológica Americana.

martes, noviembre 20, 2007

Un pez que vive más de 2 meses fuera del agua

Un pez tropical puede vivir durante meses fuera del agua
Un pez tropical que vive en los pantanos de manglares americanos puede sobrevivir fuera del agua durante meses, de forma similar a los animales que se adaptaron a la tierra hace millones de años, según demuestra un reciente estudio.


El rivulus de manglar, una pequeña especie de pez tropical, busca refugio en estanques de agua poco profundos, en conchas de moluscos, en cáscaras de coco o incluso en viejas latas de cerveza de los pantanos de manglares tropicales de Belice, Estados Unidos y Brasil.
Cuando su hábitat se seca, viven en tierra firme en troncos de árboles, dijo Scott Taylor, un investigador del Programa Brevard County para Zonas en Peligro Medioambiental, en Florida central.
El pez, cuyo nombre científico es "Rivulus marmoratus", puede alcanzar un tamaño de 7,6 cm. Vive en grupos en troncos habitados por insectos y respiran a través de su piel en lugar de por sus branquias a menos que puedan volver a encontrar agua.
El hallazgo científico surgió en un viaje a Belice.
"Dimos una patada a un tronco y el pez sencillamente salió dando coletazos", declaró Taylor a Reuters por teléfono desde la vecina Guatemala. Dijo que publicará su estudio sobre el pez en la revista The American Naturalist a comienzos del año que viene.
En las pruebas de laboratorio, Taylor dijo que había descubierto que el pez puede sobrevivir durante más de 66 días fuera del agua sin comer, y su metabolismo sigue funcionando.
El pez podría aportar pistas clave sobre la evolución de los animales a lo largo del tiempo.
"Estos animales viven en un entorno similar a las condiciones existentes hace millones de años, cuando los animales comenzaron su transición del agua a la tierra", señaló Patricia Wright, bióloga de la universidad canadiense de Guelph.
Además, sobrevivir en tierra firme no es el único comportamiento extraño que muestra el pez. Su especie tiene tanto testículos como ovarios, y básicamente se clonan a sí mismos al depositar sus propios huevos fertilizados.
"Es, probablemente, el pez más atractivo de la zona: no sólo tienen una vida sexual muy extraña, sino que realmente no cumplen los criterios de comportamiento estándar para los peces", dijo Taylor en un resumen de su trabajo de investigación.


Habrá 1.000 ballenas menos en 2008


Después de 12 meses de gestación, la ballena jorobada ha parido ya a su cría en las aguas tropicales del Océano Pacífico. Y como cada año, se dirige desde el Ecuador hacia el Océano Antártico para alimentarse. Es un gran mamífero (su peso ronda las 45 toneladas) que desarrolla toda su vida en el mar, un animal de rutina que cría en las aguas cálidas y se alimenta en las frías.
Las hembras viajan pendientes de sus ballenatos, que hasta los once meses son lactantes. Los peligros de ese gran viaje anual son muchos para este cetáceo, catalogado como especie amenzada: colisión contra embarcaciones, contaminación de las aguas, ruido de los dispositivos sónar de los barcos y, en su destino, falta de alimento por el cambio climático. Y este año se encontrarán con un nuevo problema: la flota japonesa ha salido de caza.
50 ballenas jorobadas
En la campaña de esta temporada, Japón ha decidido cazar por primera vez ballena jorobada o yubarta. En total, 50 ejemplares morirán con "fines científicos", según argumenta el país nipón, ya que la Comisión Ballenera Internacional no permite desde 1986 la caza con fines comerciales. Se estima que viven 20.000 ejemplares de esta especie. En el siglo XIX, según un reciente estudio sobre las variedades de ADN de los cetáceos, habitaban en los mares 1,5 millones de ballenas jorobada.
La flota japonesa, la única que caza ballenas en el hemisferio sur, se ha propuesto este año acabar también con 50 rorcual comunes, en peligro de extinción, y 935 rorcual aliblanco, explica la coordinadora de la Campaña de Océanos de Greenpeace, Paloma Colmenarejo. Los barcos de pesca zarparon este fin de semana de Japón y se dirigen hacia la Antártida hasta el próximo febrero o marzo, cuando hayan capturado sus presas.
En esta ocasión les sigue de cerca el barco de Greenpeace Esperanza, que quiere denunciar esta cacería. La organización ecologista, junto con centros de investigación de las Islas Cook y Nueva Caledonia, implantó este verano unos chips en los grandes cetáceos "para seguirles vía satélite desde su lugar de apareamiento y reproducción hasta el Océano Antártico", señala Colmenarejo, y también para saber qué hace la flota japonesa.
El mapa de la ubicación de las ballenas yubarta se puede consultar en Internet en la web de Greenpeace, aunque se actualiza con varios días de retraso para evitar dar demasiados detalles a los japoneses. Los ecologistas cuestionan los "fines científicos" de estas matanzas, ya que bajo este argumento, aseguran, se ocultan fines comerciales. "La carne de ballena termina en los supermercados y restaurantes japoneses", asegura Colmenarejo.
El Gobierno en funciones de Australia ha manifestado su oposición a la cacería yubartas, una especie muy apreciada por el turismo de avistamiento. Las ballenas viajan ahora rumbo al Santuario de Protección de Ballenas del Hemisferio Austral creado en 1994 para poder finalmente alimentarse -durante su largo viaje permanecen sin ingerir alimento, porque su bocado más deseado vive en la zona antártica, el krill, pequeños crustáceos en forma de pequeñas gambas-. Desconocen que les siguen de cerca, por distintos motivos, los japoneses y los ecologistas.

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE - MADRID - 20/11/2007 08:02

jueves, noviembre 08, 2007

3.000 boyas monitorean los océanos


La red de observación del océano de Argo alcanza su objetivo inicial.
Tras siete años desde su comienzo, Argo, la red internacional de observación del océano, ha alcanzado su objetivo inicial de desplegar 3.000 boyas robóticas por todo el mundo en aguas despejadas de hielo. Estas boyas perfiladoras, distanciadas unos 300 km entre sí, recogen sistemáticamente información sobre la temperatura y la salinidad hasta una profundidad de 2.000 metros, lo que perfecciona las predicciones climáticas y esclarece la interacción entre el océano y la atmósfera. Desde su inicio, este proyecto, que aglutina a más de treinta países (entre ellos varios países europeos, Australia, Canadá, China, Estados Unidos, India y Japón), se propuso revolucionar la obtención de información fundamental de las capas superiores, de importancia climática, de los océanos del mundo. Las boyas de Argo, que generan anualmente 100.000 perfiles de temperatura y salinidad de gran calidad, así como datos sobre las corrientes oceánicas del planeta, ya han incrementado el ritmo de obtención de mediciones comparables desde buques en un factor de 20. Además, han eliminado el sesgo estacional, puesto que estas boyas funcionan todo el año, mientras que las mediciones desde buques suelen efectuarse en verano. «El beneficio más evidente de Argo es la drástica reducción de la incertidumbre en los cálculos del almacenamiento de calor por parte de los océanos», declaran desde la Oficina del Proyecto Argo (APO). «Estos cálculos son un factor clave a la hora de determinar el ritmo del calentamiento climático global y la subida del nivel de los mares, así como de proyectar la progresión futura.» «El torrente constante de datos de Argo, sumado a las mediciones vía satélite a escala global de radares altímetros, ha posibilitado avances enormes en la representación de los océanos en los modelos combinados del océano y la atmósfera, lo que permite predicciones climáticas estacionales, así como el análisis y la predicción rutinarias del estado de la subsuperficie oceánica. Hace apenas una década sólo podía soñarse con avances así, que tienen aplicaciones prácticas como la predicción del destino de los derrames de petróleo en mar abierto y la ayuda a la pesca.» Los datos recabados, que se transmiten casi en tiempo real a los centros de datos para su procesado, están a disposición de todos los interesados. Desempeñan una función importante en la observación de los océanos que bañan Europa como parte de la iniciativa conjunta de Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES) de la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea. El coste anual de explotación de Argo asciende en total a unos 16,5 millones de euros, asumidos por todos los participantes. Además, éstos han acordado contribuir al mantenimiento de esta red desplegando un número concreto de boyas nuevas cada año. La generación actual de boyas tiene una vida útil de hasta cinco años, por lo que cada año se debe colocar un total de 800 boyas (unas 250 procedentes de Europa). Euro-Argo, el segmento europeo de esta red de observación, fue clasificado por el Foro de Estrategia Europea de Infraestructuras de Investigación (ESFRI) como una de las 35 infraestructuras de investigación de gran envergadura prioritarias. La red de Argo es el eje del sistema de observación oceánica in situ impulsado por la JCOMM (Comisión Mixta sobre Oceanografía y Meteorología Marina), copatrocinada por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial. Argo es un proyecto piloto de los Sistemas Mundiales de Observación de los Océanos y el Clima.

[Fecha: 2007-11-06]

Para obtener más información, visite: http://www.argo.net/

domingo, noviembre 04, 2007

Un supercontinente en el futuro de la Tierra


Los geólogos piensan que los continentes se volverán a unir

LONDRES.- Es el año 250.000.000 y la Tierra está viva. Los humanos hace mucho que hemos perecido, pero el planeta todavía es el hogar de una asombrosa serie de formas de vida. Sin embargo aparte de unos pocos misteriosos fósiles, no hay rastros de que alguna vez existimos. Si pudiéramos visitar esta Tierra del futuro apenas podríamos reconocerla. Los continentes se han unido para formar un solo y gigantesco supercontinente rodeado por un océano global. Gran parte de la tierra es un desierto inhóspito mientras que la costa es golpeada por feroces tormentas. Los océanos son turbulentos en la superficie y carentes de oxígeno en sus profundidades. La enfermedad, la guerra o la colisión de asteroides han terminado con los humanos y muchas de las especies que conocemos hoy se extinguieron y la competencia ha acabado con el resto, excepto con los más fuertes. Este supercontinente no es el primero que surgió en la Tierra y no será el último. Hoy los geólogos piensan que los movimientos de los continentes de la Tierra son cíclicos y que cada 500 a 700 millones de años se vuelven a juntar. Desplegarse en un período tres veces más largo que el que le lleva a nuestro sistema solar orbitar el centro de la galaxia, es uno de los patrones más grandiosos de la naturaleza. Entonces, ¿qué produce este ciclo y cómo será la vida la próxima vez que los continentes se unan? Hacia dónde va la Antártida Los continentes se mueven debido a la circulación que se produce en la capa terráquea debajo de las siete placas tectónicas más importantes. Una placa es forzada debajo de la otra en un proceso llamado subducción, que quiebra la corteza en el otro lado de la placa permitiendo que nuevas rocas fundidas broten a la superficie para llenar la brecha. Este proceso hace que el depósito oceánico está constantemente siendo recreado y destruido pero, debido a que los continentes están hechos con rocas menos densas que el pesado fondo del océano, suben más alto y así escapan a la subducción. Así, los continentes mantienen su forma durante cientos de millones de años mientras se deslizan lentamente por el planeta. Sin embargo, inevitablemente colisionan y a veces se unen para formar un supercontinente. El más reciente, Pangea, formado hace 300 millones de años, se quebró 100 millones de años más tarde, cuando se desarrollaron los dinosaurios. Hace alrededor de 1100 millones de años se formó otro supercontinente llamado Rodinia que se quebró 250 millones de años más tarde. Antes de ese hubo otro y casi seguramente muchos más antes, pero como la formación de un supercontinente tiende a destruir la evidencia del anterior, nadie puede estar seguro sobre cuántos ha habido. En este momento estamos en medio de un ciclo. El Pacífico se está cerrando a medida que los depósitos oceánicos se hunden en zonas de subducción en el Pacífico norte, mientras que la estribación del Atlántico medio alimenta un nuevo piso oceánico y las Américas se separan de Europa, Australia se mueve hacia el norte y hacia el sudeste de Asia. Los continentes se mueven alrededor de 15 milímetros por año. Hay dos maneras en que los continentes de hoy pueden llegar a unirse. Si el Atlántico continúa ampliándose, las Américas finalmente podrían chocar con Asia. Otra alternativa sería que una zona de subducción se abriera de alguna manera en el Atlántico y retrajera el piso marino, forzando a Europa y a América a unirse. Esto esencialmente recrearía a Pangea. En 1992, el geólogo Chris Hartnady, de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, aceptó el desafío de imaginar el próximo supercontinente. Como el Atlántico continúa ampliándose, explicó, "las Américas, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj alrededor de un punto central en el nordeste de Siberia, parecen destinadas a fusionarse con la margen este del futuro supercontinente, al que el geólogo de Harvard Paul Hoffman llamó Amasia". En esta visión del futuro, Australia continúa hacia el Norte, mientras que Africa y la Antártida permanecen más o menos en su posiciones actuales. Roy Livermore, de la Universidad de Cambridge, llegó a una conclusión similar. A fines de los años 90 creó su propia versión de Amasia, un supercontinente que llamó Novopangea. "Me he tomado la libertad de abrir una nueva grieta entre el océano Indico y el Atlántico norte -dice-. Sabemos que la grieta del este africano está activa, de manera que proyectamos eso al futuro abriendo un pequeño océano. Africa oriental y Madagascar se mueven a través del océano Indico hasta llegar a Asia; Australia ya ha tocado el sudeste asiático." Al sur de lo que hoy es India, una cadena montañosa ha surgido del mar a lo largo de una nueva zona de subducción. Justo al Sur se encuentra la Antártida. En el futuro ideado por Livermore, todos los actuales continentes forman parte. "No creo que la Antártida se quede en el polo -afirma-. Quiero que venga hacia el Norte." Para que esto suceda postula una nueva zona de subducción. "Lo hermoso de todo esto es que nadie podrá jamás demostrar que estoy equivocado", asegura. Por Caroline Williams y Ted Nield De New Scientist


Una tercera mirada
LONDRES ( New Scientist ).- Christopher Scotese, de la Universidad de Texas, ve el futuro lejano del planeta de manera muy diferente de Hoffman y Livermore. Para Scotese, dentro de 200 millones de años todo empieza a cambiar nuevamente. La subducción comienza al oeste del Atlántico. El océano comienza a hundirse, haciendo que la mayoría de las tierras se unan, mientras Norteamérica choca contra la fusión del continente Euroafricano. Scotese llamó al supercontinente resultante Pangea próxima. Domingo 28 de octubre de 2007 .La Nación

viernes, octubre 26, 2007

El hombre iba a la playa hace 164.000 años



Esto significa que íbamos 39,000 años antes de lo que se creía. La prueba fue descubierta en la costa sudafricana y los científicos atribuyen este hecho como un cambio de hábitos relacionado con el clima.


20 Oct 2007, 12:12 Fuente: LA FLECHA, AGENCIAS
Un equipo internacional de científicos ha hallado restos de asentamientos humanos costeros de hace unos 164.000 años, lo que indica que el hombre ya iba a la playa 39.000 años antes de lo que se creía hasta ahora.
Esta revelación es fruto de una investigación que expertos de entidades como el Ministerio de Cultura griego ha llevado a cabo en la costa sudafricana y que publica en su último número la revista científica británica "Nature".
"En nuestro estudio mostramos que hace unos 164.000 años en Pinnacle Point (costa sur de Sudáfrica) los humanos ampliaron sus costumbres alimenticias para incluir recursos marinos", afirman los investigadores en su artículo de la revista.
"La evidencia más antigua que hasta ahora se tenía del uso humano de recursos marinos y de hábitats costeros se remite a hace unos 125.000 años", añaden.
Los expertos atribuyen este cambio de hábitos alimenticios y de lugar de residencia a un recrudecimiento de las condiciones climáticas del continente africano que hizo que las temperaturas descendieran y el ambiente se hiciera más seco, lo que les obligó, a su vez, a mudarse a climas más suaves.
En esa primitiva casa de la playa que es la cueva que los investigadores han encontrado en Sudáfrica, sus habitantes, según los expertos, comieron marisco para sobrevivir.
"Este cambio en la dieta y el hábitat coincidió además con los primeros usos de pigmentos, probablemente para dibujar símbolos o para el diseño de herramientas de corte que hasta ahora se remontaban a hace unos 70.000 años", comentan los investigadores.

martes, octubre 23, 2007

¿Cómo desarrollaron las ballenas el biosónar?


Dos biólogos especializados en evolución, de la Universidad de California en Berkeley, explican que las ballenas consiguieron sus sonares de la misma manera en que los murciélagos desarrollaron los suyos para perseguir a los insectos que volaban en la oscuridad. Las ballenas dentadas desarrollaron inicialmente sus sonares para perseguir a calamares nadando en la superficie durante la noche.

21 Oct 2007, 14:02 Fuente: SOLOCIENCIA.COM Debido a que los calamares migran a aguas más profundas y oscuras durante el día, las ballenas dentadas finalmente perfeccionaron un sistema muy potente de ecolocalización que les permite seguir al calamar en su descenso hacia ese hábitat, "el frigorífico de las profundidades, donde el alimento está disponible, en cualquier momento del día o de la noche durante toda la semana", como lo describe el biólogo evolutivo David Lindberg, quien ha llevado a cabo el estudio junto con Nick Pyenson.Todas las ballenas dentadas emplean la ecolocalización. Muchas especies bucean más allá de los 200 metros de profundidad, donde la luz solar se extingue dejando paso a la oscuridad. La mayor de las ballenas dentadas, el cachalote, crece hasta 18 metros de largo y bucea hasta 3.000 metros de profundidad en su búsqueda de calamares.Las primeras ballenas entraron en el mar procedentes de la tierra unos 45 millones de años atrás, y, aparentemente, no poseían ecolocalización.Los primeros indicios de esta capacidad aparecieron hace unos 32 millones de años, una época, en la que, presumiblemente, las ballenas ya se habían esparcido por todos los océanos.Pero, ¿cómo supieron las ballenas que existía una gran fuente de alimento en las oscuras profundidades? ¿Cuáles fueron los pasos intermedios evolutivos que las llevaron a buscar comida ahí abajo?En la época en la que las ballenas desarrollaron los biosonares, los nautiloides eran muy abundantes en los océanos. Lindberg y Pyenson sugieren que las ballenas primero se las arreglaron para seguir a estos animales de concha dura en la superficie durante la noche, haciendo rebotar sobre éstos los sonidos que ellas emitían. Esto les daba una ventaja sobre las ballenas que sólo se valían de la luz de la luna o de las estrellas. Esto habría predispuesto a las ballenas a seguir a los cefalópodos en su migración diurna hacia las profundidades oscuras.Al pasar los milenios, las especies de cefalópodos en general, y específicamente las especies de cefalópodos con conchas, disminuyeron al aumentar las especies de ballenas. Esto fue causado posiblemente por la depredación llevada a cabo por las ballenas. Luego, hace unos 10 millones de años, las ballenas con su depredación al parecer ahuyentaron a los nautiloides de mar abierto hacia los arrecifes protegidos. El descenso en la diversidad de nautiloides obligaría a las ballenas a perfeccionar su sonar para cazar calamares, de cuerpo blando, durante su migración hacia las profundidades.Las ballenas no necesitaban un sistema de sonar muy sofisticado para seguir a los nautiloides, gracias a la fácil detección de las conchas duras de esas criaturas. Fue sólo después cuando desarrollaron un sistema complejo con una mejor resolución, para capturar a los calamares, de cuerpo blando.Las ballenas y los murciélagos son ejemplos notables de una evolución convergente para sacar provecho de fuentes no explotadas de alimento.

viernes, octubre 19, 2007

LLegamos a las 100.000 visitas


¡¡Muchas gracias a todos los visitantes del blog!!
Hoy día 19 de octubre de 2007 superamos las 100.000 visitas y si bien estamos cansados por tanto trabajo esperamos seguir adelante con ganas renovadas.

miércoles, octubre 17, 2007

Estudio de la vida marina

La inclusión de los corales en la Lista Roja de Especies Amenazadas 2007 de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) es el primer resultado de un ambicioso proyecto de observación de la vida marina con fines de conservación.
La inscripción de los corales en la Lista Roja se basó en estudios iniciados hace poco más de un año por el proyecto Evaluación Global de Especies Marinas (GMSA, por sus siglas en inglés), un esfuerzo conjunto de UICN y Conservación Internacional. Diez especies de corales de las ecuatorianas islas Galápagos --dos de ellas en peligro crítico de extinción y una en estado vulnerable-- han sido incluidas en la Lista Roja, la guía más detallada sobre el estado de conservación o declinación mundial de animales y vegetales. Ésta es la primera de una serie de evaluaciones y adiciones a esa Lista sobre especies marinas de todo el mundo, dijo a esta reportera Kent Carpenter, coordinador del proyecto GMSA, con sede en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Old Dominion, en el oriental estado estadounidense de Virginia. La GMSA compila información sobre todas las especies conocidas de vertebrados y de una selección de invertebrados y vegetales, y la agrega a la base de datos del Sistema de Información sobre Especies de la UICN. Los responsables del proyecto esperan tener datos detallados sobre la situación de 20.000 especies marinas en todo el mundo para 2010 y así determinar el riesgo relativo de extinción de cada una de acuerdo con los criterios y categorías de la Lista Roja. Hasta el momento sólo figuran 1.530 especies marinas de las 41.415 incluidas en la Lista Roja este año en diferentes categorías, desde "extinta" hasta "no evaluada". Según los expertos de GMSA, la vida del mar no ha sido adecuadamente estudiada en el pasado. "El mundo marino ha sido relativamente poco estudiado y explorado en comparación con las especies terrestres", aseguró en una entrevista Stuart Banks, oceanógrafo de la Fundación Charles Darwin. "La poca evaluación de las especies marinas se debe a las limitaciones de acceso a la información, así como a factores logísticos. Grupos tan importantes como algas y corales, que forman ambientes productivos, que sustentan a comunidades enteras, han sido muy difíciles de identificar", subrayó. Para Stefan Hain, director de la Unidad de Arrecifes de Coral del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), esto tiene una explicación simple. "Es muy difícil proteger lo que no vemos. Es mucho más fácil monitorear las poblaciones terrestres porque podemos observarlas directamente", dijo entrevistado para este artículo. La Fundación Charles Darwin proveyó de información a GMSA y UICN para la conservación de especies de las Galápagos y ha sido fundamental en la valoración de las especies agregadas a la Lista Roja. Los datos del primer reporte sobre corales de las Galápagos fueron obtenidos por Carpenter y otros investigadores tras una serie de talleres y observaciones realizadas desde el año pasado en la Estación Científica Charles Darwin, con sede en ese archipiélago del océano Pacífico. En la Lista se señalan el coral floreana (Tubastraea floreana) y el solitario de Wellington (Rhizopsammia wellingtoni) como en peligro crítico o en riesgo de extinción extremadamente alto, y a la Polycyathus isabela como vulnerable. Los corales están formados por placas de carbonato de calcio producidas durante miles de años por unas criaturas pequeñas, los pólipos, a los que se suman algas coralinas y una enorme y variada fauna y flora. Los arrecifes de coral son verdaderas comunidades que albergan a una de cada cuatro especies marinas. El reporte indica que los corales de Ecuador han sido particularmente sensibles a las anomalías térmicas, principalmente al fenómeno climático periódico de El Niño, una corriente de agua cálida en el océano Pacífico, entre los años 1982 y 1983. Según Carpenter, el calentamiento global es determinante en la extinción de estas especies y en el declive en su distribución. La casi desaparición de la Tubastraea floreana ilustra esta amenaza. Según el reporte, se destruyó 80 por ciento de ella desde principios de los años 80, cuando su población se dispersaba hasta en seis lugares diferentes del archipiélago. Asimismo, en los arrecifes del Pacífico oriental tropical se amplió el blanqueamiento de corales, la pérdida de color de esos ecosistemas por el aumento de la temperatura del océano o por su baja salinidad, explicó Carpenter. Esta condición se produce cuando los pólipos son abandonados por las algas que los alimentan. La salud de los ecosistemas costeros también se ve afectada por la contaminación y la pesca, que influyen tanto en los corales como en las poblaciones de algas, pues ocasionan impactos en la cadena alimenticia de esas especies. La Lista Roja, presentada el 12 de septiembre, también evalúa 74 algas de Galápagos, 10 de ellas en peligro crítico y seis posiblemente extintas. De acuerdo con Banks, la pérdida de especies en el archipiélago debe detenerse controlando el manejo de los recursos pesqueros y asegurando su sostenibilidad a largo plazo. "La estrategia más viable es la implementación de medidas a fin de evitar que factores provocados, como el turismo y la pesca, empeoren la situación y comprometan la recuperación natural de esas especies", señaló. Para los expertos, sin embargo, el mayor reto es mitigar los efectos del cambio climático en estos ecosistemas especialmente vulnerables. "La cuestión es cómo podrían estos ecosistemas adaptarse a estos cambios", planteó Banks. En este aspecto, Galápagos está en una situación única como laboratorio sociobiológico, como una reserva multiuso donde se podrían "aprender nuevas medidas para contrarrestar la pérdida de especies". Para Hain, lo principal es asegurarse "de que los arrecifes coralinos estén saludables y fuertes para poder enfrentar el cambio climático". * Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales). Publicado originalmente el 13 de octubre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (FIN/2007)

martes, octubre 09, 2007

LOS OCÉANOS SIGUEN AMENAZADOS



Gracias al documental ganador del Óscar ‘An Inconvenient Truth (Una verdad incómoda)’ de 2006, cada vez más personas han comenzado a concentrar su atención en las formas de mejorar el medioambiente. Una de las más importantes para el logro de tales mejoras es cuidar más los océanos, contaminados de diversas maneras sobre las que puede ejercerse un adecuado control. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LA CONTAMINACIÓN OCEÁNICA?• Derrames de petróleo: Aunque el mundo no ha vuelto a experimentar en años recientes ningún otro derrame de la magnitud de la provocada por el tanquero Exxon Valdez en el año 1989, esto no quiere decir que este factor no sea una causa importante de contaminación oceánica. Los derrames o escapes, ya sean provenientes de la tierra o de los ríos, fluyen finalmente hacia el océano. Los derrames de petróleo duplican los daños, particularmente cuando los barcos que transportan el combustible se accidentan o tienen escapes, pues estas tragedias también afectan negativamente a la vida marina.• Desechos tóxicos: Al igual que la contaminación ocasionada por el petróleo, los desechos tóxicos dañan el océano debido a cualquier derrame. Los basureros, sitios de descarga e incluso algunas granjas (mediante el uso de herbicidas e insecticidas) derraman desechos en las fuentes de agua cercanas. Y esos derrames llegan eventualmente al océano. Los desechos tóxicos también provienen de la industria, cuando los contaminantes químicos llegan al océano, ocasionando daño a las aguas y a las criaturas que las habitan. Incluso los desechos médicos figuran en el espectro de los desechos tóxicos, y hasta pueden perjudicar a los bañistas, haciéndolos quizás susceptibles a contagiarse con enfermedades como la hepatitis o el SIDA.• Descarga ilegal de desechos en el océano: En el siglo XXI, este tipo de descargas está mucho más regulada que en otros tiempos. Aún así, sigue contribuyendo a la contaminación. Uno de los factores más importantes es cuando las tuberías de desagüe albañal comparten espacio con las de drenaje de la lluvia. Bajo estas circunstancias, incluso un aguacero normal puede provocar que las aguas albañales lleguen al océano, cuando se llenan las tuberías de desagüe, obligando a que las aguas de desecho se mezclen con las de la lluvia que fluyen al océano.Para obtener más información acerca de la contaminación oceánica, visite el sitio Web de la Agencia de Protección del Medioambiente: www.epa.gov

El que quiere playa que le cueste



Sin dudas, uno de los grandes atractivos naturales que presenta la Argentina son sus playas. Ello queda demostrado cada temporada de verano en que las zonas de playas presentan colmada su hotelería y alquilar un departamento en la Costa se vuelve una odisea de no tratarse de los precavidos que ya tienen desde el comienzo de la primavera un lugar reservado.Una de las conclusiones más llamativas del Congreso Binacional de Calidad en Playas, llevado a cabo la semana pasada en la localidad balnearia de Villa Gesell es que, según un estudio de científicos presentado en el ‘Congreso Binacional de Calidad en Playas’, el mar se come un metro de playa por año en la Costa Atlántica.Según un grupo de expertos argentinos que durante seis meses trabajó con la colaboración de investigadores de España, Alemania y México, la alternativa es rellenar las playas mediante el aporte de arena dragada de bancos submarinos ubicados cerca de la costa. El crítico diagnóstico, y la propuesta, la dio a conocer el experto Enrique Schnack, del laboratorio de Oceanografía de la Universidad Nacional de La Plata. “Los modelos numéricos de transporte de sedimentos indican que a lo largo del litoral estudiado existe una pérdida de aproximadamente 500 mil metros cúbicos por año”, afirmó Schnack. El estudio científico se completó en seis meses y el programa fue financiado por el Consejo Federal de Inversiones y coordinado por el oceanógrafo Armando Scalise, incluyendo expediciones marítimas y toma de muestras de sedimentos marinos.Soluciones propuestasEl estudio apunta a la recuperación y el manejo de playas del litoral atlántico oriental que comprende el Partido de la Costa, Villa Gesell y Pinamar. Para los casos de las dos últimas ciudades, la arena podría obtenerse de bancos submarinos cercanos a la costa, pero para las playas del Partido de la Costa la situación sería más complicada, ya que la arena debería ser extraída de Punta Médanos y luego ser transportada a las playas. En cada zona se haría un relleno de 150 mil metros cúbicos. Esto significa una recuperación de 50 metros de playa, en extensiones de 1,5 kilómetros y cerca de dos metros de altura.“Hay que tener en cuenta también la presión de los balnearios, las costaneras. El problema es crítico: En Mar Chiquita y en Las Toninas hay casas colgando de los médanos”, dijo Federico Isla, director de Geología de Costas y del Cuaternario, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.Para tomar como referencia, se analizaron en diferentes conferencias el caso de la Península de Yucatán y la experiencia de la Comunidad Autónoma de Valencia a través del programa Qualitur. La región concentra en 518 kilómetros de litoral marítimo 241 playas de la más diversas características. “Teníamos información suelta, muchos municipios con distintas ideas y ganas de hacer, pero ahora se llegó a una nueva instancia en la que funcionarios y concesionarios encontramos consenso”, sostuvo a modo de conclusión Jorge Ziampris, director de Turismo de Villa Gesell. Según explicó el funcionario, la propuesta de rellenar las playas “es viable”. El dinero debería aportarlo la Provincia de Buenos Aires. El estudio indica un costo de 8 millones de dólares para los trabajos en los tres distritos. “Nosotros estamos convencidos que el aporte lo tiene que hacer la provincia de Buenos Aires porque el volumen de recaudación de estos 3 municipios es descomunal hacia la provincia, en todos los conceptos”, dijo Ziampris a Mensajero Periódico Turístico y agregó: “me parece que es muy accesible para la provincia un trabajo que va a generar un beneficio tan grande”. Temario del congreso Con la presencia de especialistas de la Argentina y el Uruguay, el congreso trató temas concretos como la reducción de las avenidas costaneras, nuevos balnearios de bajo impacto ambiental, la recuperación de playa por medios naturales, los servicios de playa, el tratamiento de desagües pluviales, la zonificación del frente costero y regulación de usos. También se abordó la temática de las directrices de Calidad en Gestión de Playas para Balnearios, la certificación de la norma IRAM/ISO 42.100, el ordenamiento de costas, la zonificación y regulación de usos. Asimismo, en el congreso que se realizó en Villa Gesell, se presentó el ‘Estudio para la Recuperación y Manejo de Playas del Litoral Atlántico Oriental Bonaerense’ y el ‘Programa de Playas Accesibles’.Caso testigo Desde hace varios años Villa Gesell ha encarado un proceso de transformación de sus playas que convirtió al destino en caso testigo en lo referente a manejo sustentable de las costas. Gracias a su ‘Plan Integrado de Manejo Costero’, ajustado a las ‘Directrices de Calidad para Playas y Balnearios’ publicadas por las Secretarías de Turismo y Medio Ambiente de la Nación, Gesell ha detenido el proceso erosivo. En diálogo con Mensajero Periódico Turístico, Jorge Ziampris indicó que este trabajo ha significado un avance importante, ya que de hecho, hoy Gesell es “el caso menos grave”.

miércoles, septiembre 19, 2007

El calentamiento afecta el ecosistema antártico




La reducción de los hielos antárticos por el aumento de la temperatura está afectando organismos microscópicos que son alimento de peces y de mamíferos marinos. "Encontramos millones de salpas varados en la costa, a lo largo de varios kilómetros", afirma la doctora Verónica Fuentes, investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA. Las salpas son organismos semitransparentes y nadadores que filtran el agua para alimentarse de algas unicelulares, es decir, fitoplancton. "En verano, cuando hay más derretimiento, el agua de mar se ve marrón por los sedimentos que los ríos de deshielo arrastran hacia la costa", relata Fuentes. La excesiva cantidad de sedimento produce la mortandad de las salpas, según explica Fuentes. "La mortandad de estos organismos tiene consecuencias graves en el ecosistema", subraya la doctora Graciela Esnal, investigadora del Conicet y directora del grupo de investigación que está registrando estas distorsiones en el ecosistema antártico. El problema de las salpas es que son una bomba de filtrar alimento. "En la Antártida el sedimento se acumula en el aparato digestivo y produce un taponamiento que los lleva a la muerte", explica Fuentes, becaria posdoctoral del Conicet. Los investigadores recolectaron las salpas y determinaron que habían muerto por asfixia. "También se ahogan cuando hay mucho alimento, por ejemplo, abundante fitoplancton", aclara Esnal. Pero esos varamientos no eran sólo de salpas, sino también de krill. Ahora la pregunta es por qué muere el krill. Fuentes señala: "Al estar en un ambiente con mucho sedimento se ve afectada su capacidad de filtración, se vuelven débiles y esto, sumado a la baja salinidad del agua, también provocada por el derretimiento, termina por provocar muertes en masa". El impacto es grande. En ambientes costeros, el krill, al igual que las salpas, produce paquetes fecales que son alimento de diversos organismos. Además, desde las aves hasta los mamíferos marinos se alimentan de krill, y la mayoría de ellos no los consume cuando están muertos. Bombas de extracción Las salpas cumplen una importante función ambiental. "Son como una bomba de extracción de carbono de la atmósfera", destaca Esnal. Dado que consumen fitoplancton, incorporan el carbono y lo exportan hacia el fondo en sus paquetes fecales. Además, cuando mueren, también sus cuerpos se van al fondo del mar, donde se conforma un depósito de carbono. Las salpas son muy particulares. Como la mayoría de los miembros de la familia (los tunicados), son hermafroditas: cada individuo produce gametos de ambos sexos, que se unen para dar lugar a la descendencia. Pero los individuos que nacen de huevos son asexuados y se reproducen por brotación. En síntesis, una generación se reproduce en forma sexual y la siguiente, en forma asexual. Lo importante es que la brotación genera un aumento muy grande de la población. "Cada salpa que se reproduce por brotación da lugar a unos 800 individuos", explica la doctora Cristina Daponte, docente en la FCEyN, que estudia la reproducción de estos organismos. Lo cierto es que, en el mar abierto, la mayor temperatura del agua favorece el aumento de la población de salpas. Pero en las costas, mueren por la abundancia de sedimentos. Pero las salpas no son las únicas que sufren los efectos del calentamiento global. También lo padecen unos parientes cercanos de éstas, pero que viven fijados en el fondo del mar, las ascidias. "Hemos visto que, en un período muy corto, estas poblaciones están disminuyendo", afirma el doctor Ricardo Sahade, investigador de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet, que integra el grupo que dirige la doctora Esnal. Lo curioso es que estas comunidades son muy estables y se han mantenido sin grandes modificaciones durante mucho tiempo. Algunas especies que hasta hace poco eran dominantes son superadas ahora por otras más resistentes a la carga de sedimentos del agua. "Algunos sostienen que estos cambios se deben a oscilaciones propias en las poblaciones, pero, si este proceso continúa, las comunidades antárticas se verán muy afectadas", advierte Sahade. Por su parte, el doctor Marcos Tatián, de la UNC y miembro del equipo, señala que las colecciones de los museos de la Argentina y otros lugares del mundo permiten estudiar los cambios producidos comparando la diversidad actual en relación con los registros históricos y así determinar el posible reemplazo de unas especies por otras. "La pérdida de biodiversidad no se percibe en lo económico de manera inmediata, pero es grave en la medida en que se desconocen aún las posibles aplicaciones de lo que se pierde", destaca. De hecho hay un anticancerígeno que se obtuvo a partir de una ascidia del grupo de los didemnidos, la sustancia se denomina didemnina y se encuentra en etapa de experimentación clínica. Sahade concluye: "Cuando se pierde la biodiversidad, uno no sabe qué está perdiendo".
Por Susana Gallardo ParaLA NACION Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA

miércoles, septiembre 12, 2007

Cómo sería un mundo sin hielo


Las crecientes temperaturas amenazan a todo el planeta.Cientos de millones de formas de sustento se verán afectadas por la reducción de las capas de nieve y de hielo a consecuencia del calentamiento global, según advierte un informe de la Organización de las Naciones Unidas. Los riesgos incluyen la pérdida de acceso a fuentes de agua potable y un aumento en el nivel del mar, según el documento publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El director del PNUMA, Achim Steiner, declaró que el estudio muestra que se está agotando el tiempo para que los dirigentes políticos lleguen a un acuerdo global que permita reducir emisiones de gases que causan el efecto invernadero.
Steiner participó en el lanzamiento del estudio de la ONU sobre las Perspectivas Globales del Hielo y la Nieve, que tuvo lugar en Tromso, Noruega.
"El informe subraya que el destino de los lugares helados y nevados del planeta en un mundo cuyo clima se ha visto afectado debería ser motivo de preocupación en cada ministerio, en cada directorio y en cada sala de cada casa", dijo Steiner.
"Lo que falta es acción política universal", advirtió Steiner. "Este documento debería dar al público la autoridad para llamar a cuentas a sus líderes y preguntarles cuánto más van a esperar antes de hacer algo".
La pérdida de glaciares amenaza a millones de personas.El estudio advierte sobre una serie de amenazas que podría desestabilizar ecosistemas en todo el planeta, con consecuencias potencialmente devastadoras para cientos de millones de personas.
Los glaciares que se están derritiendo en las montañas de Asia podrían afectar a cerca de 40% de la población mundial, que depende de los deshielos para irrigar cosechas y para obtener agua potable.
Según el documento, las temperaturas cada vez más cálidas ya están derritiendo las capas de hielo de Siberia, lo que lleva a la producción de metano, uno de los gases que contribuyen al calentamiento global.
El estudio también pide que se entienda mejor el futuro de las capas de hielo de la Antártica y de Groenlandia, que contienen casi toda el agua dulce del planeta.
Si las emisiones de gases continúan al paso que van, las capas de hielo perderán su estabilidad a medida que el planeta se calienta.
Y si no se toman medidas para impedir que suba el nivel del mar, unos 145 millones de personas, sobre todo en Asia, podrían verse expuestas al riesgo de inundaciones.
El deshielo tendrá serias consecuencias en la naturaleza y en la sociedad
Helen Bjoerney, ministra de Ambiente de Noruega
La ONU señala que el Año Polar Internacional, un estudio científico global de las regiones polares que tomará 24 meses, ayudará a entender cómo altera el cambio climático la dinámica de los hielos en esas regiones.
Los autores del informe también advierten que entre menos nieve y menos hielo hay, el mar y la tierra absorben más energía solar en vez de reflejarla en el espacio.
Según ellos, esta "retroalimentación positiva" podría acelerar el calentamiento global y producir cambios más abruptos en el clima.
La ministra de Ambiente de Noruega, Helen Bjoerney, declaró que el estudio sobre el estado del hielo y la nieve del mundo arroja un pronóstico desolador.
"Para mí es particularmente alarmante darme cuenta de que el cambio climático puede ser un proceso que produce mayor calentamiento global", señaló Bjoerney. "Como está documentado en el informe, el deshielo tendrá serias consecuencias en la naturaleza y en la sociedad", concluyó la ministra.

domingo, agosto 12, 2007

Nuevo curso sobre el océano 2007


Se abrió la inscripción para un nuevo curso de extensión del Programa "El Mar como recurso educativo".
El curso esta desarrollado para todo público y posee puntaje para docentes de EGB3 de la provincia de Buenos Aires, Argentina.
Por inscripciones y consultas: elmarpedagogico@hotmail.com