martes, diciembre 18, 2007

Se duplicó la cantidad de ballenas muertas en la península Valdés


Este año, el número de animales varados es el más alto del mundo desde 1971

Una escena inusual empañó en octubre y noviembre el espectáculo que cada año brindan las ballenas que se acercan a las costas de la península Valdés, en el sur argentino. Turistas y no sólo científicos pudieron ser testigos de la gran cantidad de ejemplares de la ballena franca austral que aparecieron varados, muertos, en las costas del golfo Nuevo. Más precisamente, algo más del doble que los años anteriores. "Este año murió el 32% de la cohorte de ballenas vivas que llegaron a la península esta temporada, lo que para la comunidad científica internacional que se dedica al estudio de cetáceos es el número más alto de la historia de registro de la especie, desde 1971", explicó ayer a LA NACION el licenciado Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). El 90% de los ejemplares muertos son crías de hasta 8 metros de largo. Este aumento inusual de la mortalidad de estos mamíferos del océano fue detectado por el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral, que integra el ICB, la Sociedad de Conservación de Ballenas de los Estados Unidos y la Fundación Patagonia Natural. El financiamiento no está a cargo del Estado argentino, aunque la ballena franca austral fue declarada monumento natural nacional, sino del Servicio de Pesquerías Marinas de los Estados Unidos (NMFS, por sus siglas en inglés). Según los registros del programa, la cantidad de ejemplares que llegaron vivos a aguas argentinas y murieron varados en las costas fue del 16% en 2003; del 14%, en 2004; del 20%, en 2005; del 10%, en 2006, y del 32%, este año. Para Sironi, "algo ocurrió en octubre y noviembre como para que 83 animales murieran tan rápido sólo en el golfo Nuevo". En el golfo San José, en cambio, aparecieron 7 ejemplares muertos. "Cada año se registran más ballenas francas varadas, muertas, en las costas de la península Valdés que en otras poblaciones y sitios del mundo", explicó a través de un comunicado la doctora Vicky Rowntree, codirectora del Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral y cofundadora de la Ocean Alliance, en los EE.UU. Pero ¿por qué murieron tantas ballenas? Es el gran enigma para descifrar. Para ello, se sumaron Bill McLellan y Michael Moore, científicos del NMFS, y Katie Touhey, del Fondo Internacional para el Bienestar Animal. Durante su estadía en Chubut, realizaron diez necropsias de ballenas francas. Según Nadia Mohamed, coordinadora de campo del programa, se pudieron realizar necropsias parciales o totales en los cuerpos que se encontraron en mejor estado de conservación. Y la veterinaria Marcela Uhart, codirectora del programa, confirmó: "Las muestras obtenidas este año fueron enviadas a laboratorios especializados para su análisis", pero no descartó que el estado avanzado de descomposición de las ballenas muertas en el momento de ser reportadas y estudiadas dificultara mucho la determinación de las causas de muerte. Por ahora, la principal hipótesis considerada surgió de una coincidencia: en octubre último, en las aguas del golfo Nuevo se registró una marea roja con una intensidad muy poco frecuente. "A veces, las algas tienen floraciones que generan un nivel de concentración de biotoxinas letal para los animales y el ser humano -explicó Sironi-. Por eso, lo primero que buscamos en las necropsias es el intestino y el estómago, donde se concentran esas biotoxinas." Pero hasta ahora se ignora si existe relación entre la muerte de las ballenas y la marea roja, así como también si la mano del hombre intervino en el nivel de intensidad de esa marea. "En el golfo Nuevo, gran parte de la floración de las algas se debe al desagüe de líquidos cloacales, que provienen de una planta de tratamiento en Puerto Madryn y que, a través de El Doradillo, desemboca en las aguas del golfo", explicó Diego Taboada, director del ICB.

Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION

martes, diciembre 11, 2007

Los pingüinos antárticos, en riesgo por el cambio climático


NUSA DUA, Indonesia.- Los resultados de dos estudios presentados ayer durante la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que la ONU organiza en esta bella isla de Bali concentraron la atención de los delegados de 180 naciones sobre los efectos del calentamiento global. Uno de ellos, realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), demostró que el aumento de las temperaturas en nuestro planeta está amenazando gravemente a los pingüinos en la Antártida. Allí, cuatro especies disminuyeron un 66% su población en los últimos 25 años.

El informe "Pingüinos antárticos y el cambio climático" les aportó ayer a los más de 10.000 asistentes a la conferencia datos concretos sobre qué especies logran alimentar a sus crías y cuáles perdieron sus alimentos por la pesca excesiva ante la reducción de las masas de hielo. "Los pingüinos antárticos tienen ya una larga marcha tras de sí -dijo Anna Reynolds, vicedirectora del Programa de Cambio Climático del WWF-. Ahora, estos íconos de la Antártida tendrán que enfrentar una batalla extremadamente dura para adaptarse a este cambio climático sin precedente." Es que el continente blanco sufre un aumento de la temperatura cinco veces más rápido que la media mundial, mientras que la aguas también se han calentado hasta una profundidad de 3000 metros. En la parte occidental de la península, el hielo cubre un 40% menos de territorio que hace 26 años. Esto hace que haya menos krill, que es la principal fuente de alimento de los pingüinos Barbijo, cuya población se redujo entre el 33 y el 66% en algunas colonias, según precisa el informe. También los pingüinos Papúa sufren presiones similares, y en el último medio siglo se redujeron a la mitad algunas colonias de Emperador. Asimismo, el informe del WWF explica que los inviernos más calurosos y los fuertes vientos fuerzan a estos animales a cuidar de sus crías sobre capas de hielo cada vez más delgadas: "Durante muchos años, el hielo se ha roto y muchos huevos y crías fueron arrastrados antes de poder sobrevivir por sí mismos", afirma el estudio. En tanto, en el noroeste de la Península Antártica, donde el calentamiento es más intenso, la población de pingüinos Adelia "disminuyó un 65% en los últimos 25 años". Esto, explican los autores, no sólo se debe a la falta de alimento, sino también a que sus primos Barbijo y Papúa, que son de aguas más cálidas, invadieron sus zonas. Ahora, los científicos temen que los pingüinos Adelia, que necesitan territorio libre de nieve para tener a sus crías, pierdan hábitat en favor de otras especies. Cuestión de seguridad El segundo trabajo presentado ayer en el centro de convenciones de esta isla indonesia definió al cambio climático como "una cuestión de seguridad". Realizado por el Consejo Asesor Alemán del Cambio Climático, el estudio afirma que el calentamiento global podría provocar una migración en masa, desestabilizar el comercio y desencadenar conflictos por la tierra de cultivo y el agua desde Africa hasta Asia. El informe asegura que "se acaba el tiempo para que las naciones alcancen un acuerdo que obligue a una reducción de gases de efecto invernadero antes de que las altas temperaturas, el aumento del nivel de los mares, el deshielo de los glaciares y más sequías e inundaciones siembren el caos". Y agrega que son los países en desarrollo, y en especial aquellos con gobiernos débiles, los que más riesgo corren "de una amenaza para la seguridad regional. No estamos hablando de conflictos entre ejércitos de países -dijo Hans Joachim Schellnhuber, coautor del estudio, durante una conferencia de prensa-. En el futuro, prevemos que si no se reduce el calentamiento global, las naciones frágiles y vulnerables pueden desplomarse por su presión y hasta enviar la onda expansiva a otros países". Schellnhuber, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, señaló también a los periodistas acreditados que si las previsiones científicas se cumplen "puede que tengamos algo parecido a una guerra civil global con muchos focos de conflictos". El investigador puso como ejemplo del origen de esos conflictos al deshielo de los glaciares en el Himalaya y en los Andes. Otro ejemplo fue la crisis de Darfur, en parte desencadenada por la prolongada sequía. "El cambio climático agudizará las tensiones, que aumentarán exponencialmente por el acceso al agua y la degradación de la tierra o la subida del nivel del mar", dijo Achim Steiner, director ejecutivo del Programa Medioambiental de Naciones Unidas. Agencias Reuters y DPA

viernes, noviembre 30, 2007

Un Meteorito No Fue la Causa de la Peor Extinción en Masa de Nuestro Mundo


La Gran Mortandad de hace 250 millones de años sucedió lentamente, de acuerdo con geólogos de la Universidad de California del Sur (USC).
La estudiante de doctorado Catherine Powers viajó a yacimientos fósiles de todo el mundo, incluyendo este en Grecia, para estudiar antiguas comunidades marinas de briozoos. Imagen: Matthew Clapham

La mayor extinción en masa de la historia de la Tierra puede también haber sido una de las más lentas, de acuerdo con un estudio que arroja dudas sobre la teoría de extinción por un meteorito.
El incremento en la presión ambiental alimentado por las erupciones volcánicas y el calentamiento global fue la causa que probablemente provocó la Gran Mortandad hace 250 millones de años, dijo la estudiante de doctorado de la USC, Catherine Powers.
En un artículo del ejemplar de noviembre de la revista Geology, Powers y su supervisor David Bottjer, profesor de ciencias de la Tierra en la USC, describe un lento declive en la diversidad de algunos organismos marinos comunes.
El declive comenzó millones de años antes de la desaparición del 90 por ciento de las especies de la Tierra el final de la era Pérmica, demuestra Powers en su estudio.
Lo más dañino para la teoría del meteorito es que el estudio encontró que los organismos del océano profundo fueros los primeros en morir, seguidos por aquellos de barreras y arrecifes, y finalmente los cercanos a las costas.
“Algo vino desde el fondo de los océanos”, dijo Powers. “Algo subió por la columna de agua matando a todos esos organismos”.
Posiblemente lo que ascendió fue sulfuro de hidrógeno, de acuerdo con Powers, quien citó estudios de la Universidad de Washington, Universidad Estatal de Pennsylvania, la Universidad de Arizona y el laboratorio de Bottjer en la USC.
Esos estudios, combinados con los nuevos datos de Powers y Bottjer, apoyan un modelo que atribuye la extinción a enormes erupciones volcánicas que liberaron dióxido de carbono y metano, disparando un rápido calentamiento global.
El agua de los océanos más cálida habría perdido parte de su capacidad de retener oxígeno, permitiendo al agua rica en sulfuro de hidrógeno brotar desde las profundidades (el gas vino de bacterias anaerobias del fondo del océano).
Si escaparon grandes cantidades de sulfuro de hidrógeno a la atmósfera, el gas habría matado a la mayor parte de las formas de vida y también habría dañado la capa de ozono, incrementando el nivel de radiación ultravioleta que alcanzó la superficie del planeta.
Powers y otros creen que la misma secuencia letal se repitió en otra gran extinción hace 200 millones de años, al final de la era del Triásico.
“Hay muy pocas personas que se agarren a la idea de que fue un impacto de meteorito”, dijo. Incluso si tuvo lugar tal impacto, añade, podría no haber sido la causa principal de una extinción ya en progreso.
En su estudio, Powers analizó la distribución y diversidad de los briozoos, una familia de invertebrados marinos.
Basándose en los tipos de rocas en los que se hallaron los fósiles, Powers fue capaz de clasificar los organismos de cuerdo con la edad y profundidad aproximada de su hábitat.
Encontró que la diversidad de briozoos en las profundidades del océano comenzó a decrecer hace aproximadamente 270 millones de años y cayó en picado en los 10 millones de años antes de la extinción masiva que marcó la era del Pérmico.
Pero la diversidad en profundidades medias y cerca de la costa cayó más tarde y gradualmente, con los briozoos costeros siendo los últimos afectados, dijo Powers.
Observó el mismo patrón antes de la extinción de finales del Triásico, 50 millones después de la de finales del Pérmico.
El trabajo de Powers fue patrocinado por la Sociedad Geológica Americana, la Sociedad Paleontológica, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo Yale Peabody, y complementada con una beca del programa Mujeres en la Ciencia e Ingeniería de la USC.
Geology es una publicación de la Sociedad Geológica Americana.

martes, noviembre 20, 2007

Un pez que vive más de 2 meses fuera del agua

Un pez tropical puede vivir durante meses fuera del agua
Un pez tropical que vive en los pantanos de manglares americanos puede sobrevivir fuera del agua durante meses, de forma similar a los animales que se adaptaron a la tierra hace millones de años, según demuestra un reciente estudio.


El rivulus de manglar, una pequeña especie de pez tropical, busca refugio en estanques de agua poco profundos, en conchas de moluscos, en cáscaras de coco o incluso en viejas latas de cerveza de los pantanos de manglares tropicales de Belice, Estados Unidos y Brasil.
Cuando su hábitat se seca, viven en tierra firme en troncos de árboles, dijo Scott Taylor, un investigador del Programa Brevard County para Zonas en Peligro Medioambiental, en Florida central.
El pez, cuyo nombre científico es "Rivulus marmoratus", puede alcanzar un tamaño de 7,6 cm. Vive en grupos en troncos habitados por insectos y respiran a través de su piel en lugar de por sus branquias a menos que puedan volver a encontrar agua.
El hallazgo científico surgió en un viaje a Belice.
"Dimos una patada a un tronco y el pez sencillamente salió dando coletazos", declaró Taylor a Reuters por teléfono desde la vecina Guatemala. Dijo que publicará su estudio sobre el pez en la revista The American Naturalist a comienzos del año que viene.
En las pruebas de laboratorio, Taylor dijo que había descubierto que el pez puede sobrevivir durante más de 66 días fuera del agua sin comer, y su metabolismo sigue funcionando.
El pez podría aportar pistas clave sobre la evolución de los animales a lo largo del tiempo.
"Estos animales viven en un entorno similar a las condiciones existentes hace millones de años, cuando los animales comenzaron su transición del agua a la tierra", señaló Patricia Wright, bióloga de la universidad canadiense de Guelph.
Además, sobrevivir en tierra firme no es el único comportamiento extraño que muestra el pez. Su especie tiene tanto testículos como ovarios, y básicamente se clonan a sí mismos al depositar sus propios huevos fertilizados.
"Es, probablemente, el pez más atractivo de la zona: no sólo tienen una vida sexual muy extraña, sino que realmente no cumplen los criterios de comportamiento estándar para los peces", dijo Taylor en un resumen de su trabajo de investigación.


Habrá 1.000 ballenas menos en 2008


Después de 12 meses de gestación, la ballena jorobada ha parido ya a su cría en las aguas tropicales del Océano Pacífico. Y como cada año, se dirige desde el Ecuador hacia el Océano Antártico para alimentarse. Es un gran mamífero (su peso ronda las 45 toneladas) que desarrolla toda su vida en el mar, un animal de rutina que cría en las aguas cálidas y se alimenta en las frías.
Las hembras viajan pendientes de sus ballenatos, que hasta los once meses son lactantes. Los peligros de ese gran viaje anual son muchos para este cetáceo, catalogado como especie amenzada: colisión contra embarcaciones, contaminación de las aguas, ruido de los dispositivos sónar de los barcos y, en su destino, falta de alimento por el cambio climático. Y este año se encontrarán con un nuevo problema: la flota japonesa ha salido de caza.
50 ballenas jorobadas
En la campaña de esta temporada, Japón ha decidido cazar por primera vez ballena jorobada o yubarta. En total, 50 ejemplares morirán con "fines científicos", según argumenta el país nipón, ya que la Comisión Ballenera Internacional no permite desde 1986 la caza con fines comerciales. Se estima que viven 20.000 ejemplares de esta especie. En el siglo XIX, según un reciente estudio sobre las variedades de ADN de los cetáceos, habitaban en los mares 1,5 millones de ballenas jorobada.
La flota japonesa, la única que caza ballenas en el hemisferio sur, se ha propuesto este año acabar también con 50 rorcual comunes, en peligro de extinción, y 935 rorcual aliblanco, explica la coordinadora de la Campaña de Océanos de Greenpeace, Paloma Colmenarejo. Los barcos de pesca zarparon este fin de semana de Japón y se dirigen hacia la Antártida hasta el próximo febrero o marzo, cuando hayan capturado sus presas.
En esta ocasión les sigue de cerca el barco de Greenpeace Esperanza, que quiere denunciar esta cacería. La organización ecologista, junto con centros de investigación de las Islas Cook y Nueva Caledonia, implantó este verano unos chips en los grandes cetáceos "para seguirles vía satélite desde su lugar de apareamiento y reproducción hasta el Océano Antártico", señala Colmenarejo, y también para saber qué hace la flota japonesa.
El mapa de la ubicación de las ballenas yubarta se puede consultar en Internet en la web de Greenpeace, aunque se actualiza con varios días de retraso para evitar dar demasiados detalles a los japoneses. Los ecologistas cuestionan los "fines científicos" de estas matanzas, ya que bajo este argumento, aseguran, se ocultan fines comerciales. "La carne de ballena termina en los supermercados y restaurantes japoneses", asegura Colmenarejo.
El Gobierno en funciones de Australia ha manifestado su oposición a la cacería yubartas, una especie muy apreciada por el turismo de avistamiento. Las ballenas viajan ahora rumbo al Santuario de Protección de Ballenas del Hemisferio Austral creado en 1994 para poder finalmente alimentarse -durante su largo viaje permanecen sin ingerir alimento, porque su bocado más deseado vive en la zona antártica, el krill, pequeños crustáceos en forma de pequeñas gambas-. Desconocen que les siguen de cerca, por distintos motivos, los japoneses y los ecologistas.

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE - MADRID - 20/11/2007 08:02

jueves, noviembre 08, 2007

3.000 boyas monitorean los océanos


La red de observación del océano de Argo alcanza su objetivo inicial.
Tras siete años desde su comienzo, Argo, la red internacional de observación del océano, ha alcanzado su objetivo inicial de desplegar 3.000 boyas robóticas por todo el mundo en aguas despejadas de hielo. Estas boyas perfiladoras, distanciadas unos 300 km entre sí, recogen sistemáticamente información sobre la temperatura y la salinidad hasta una profundidad de 2.000 metros, lo que perfecciona las predicciones climáticas y esclarece la interacción entre el océano y la atmósfera. Desde su inicio, este proyecto, que aglutina a más de treinta países (entre ellos varios países europeos, Australia, Canadá, China, Estados Unidos, India y Japón), se propuso revolucionar la obtención de información fundamental de las capas superiores, de importancia climática, de los océanos del mundo. Las boyas de Argo, que generan anualmente 100.000 perfiles de temperatura y salinidad de gran calidad, así como datos sobre las corrientes oceánicas del planeta, ya han incrementado el ritmo de obtención de mediciones comparables desde buques en un factor de 20. Además, han eliminado el sesgo estacional, puesto que estas boyas funcionan todo el año, mientras que las mediciones desde buques suelen efectuarse en verano. «El beneficio más evidente de Argo es la drástica reducción de la incertidumbre en los cálculos del almacenamiento de calor por parte de los océanos», declaran desde la Oficina del Proyecto Argo (APO). «Estos cálculos son un factor clave a la hora de determinar el ritmo del calentamiento climático global y la subida del nivel de los mares, así como de proyectar la progresión futura.» «El torrente constante de datos de Argo, sumado a las mediciones vía satélite a escala global de radares altímetros, ha posibilitado avances enormes en la representación de los océanos en los modelos combinados del océano y la atmósfera, lo que permite predicciones climáticas estacionales, así como el análisis y la predicción rutinarias del estado de la subsuperficie oceánica. Hace apenas una década sólo podía soñarse con avances así, que tienen aplicaciones prácticas como la predicción del destino de los derrames de petróleo en mar abierto y la ayuda a la pesca.» Los datos recabados, que se transmiten casi en tiempo real a los centros de datos para su procesado, están a disposición de todos los interesados. Desempeñan una función importante en la observación de los océanos que bañan Europa como parte de la iniciativa conjunta de Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES) de la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea. El coste anual de explotación de Argo asciende en total a unos 16,5 millones de euros, asumidos por todos los participantes. Además, éstos han acordado contribuir al mantenimiento de esta red desplegando un número concreto de boyas nuevas cada año. La generación actual de boyas tiene una vida útil de hasta cinco años, por lo que cada año se debe colocar un total de 800 boyas (unas 250 procedentes de Europa). Euro-Argo, el segmento europeo de esta red de observación, fue clasificado por el Foro de Estrategia Europea de Infraestructuras de Investigación (ESFRI) como una de las 35 infraestructuras de investigación de gran envergadura prioritarias. La red de Argo es el eje del sistema de observación oceánica in situ impulsado por la JCOMM (Comisión Mixta sobre Oceanografía y Meteorología Marina), copatrocinada por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial. Argo es un proyecto piloto de los Sistemas Mundiales de Observación de los Océanos y el Clima.

[Fecha: 2007-11-06]

Para obtener más información, visite: http://www.argo.net/

domingo, noviembre 04, 2007

Un supercontinente en el futuro de la Tierra


Los geólogos piensan que los continentes se volverán a unir

LONDRES.- Es el año 250.000.000 y la Tierra está viva. Los humanos hace mucho que hemos perecido, pero el planeta todavía es el hogar de una asombrosa serie de formas de vida. Sin embargo aparte de unos pocos misteriosos fósiles, no hay rastros de que alguna vez existimos. Si pudiéramos visitar esta Tierra del futuro apenas podríamos reconocerla. Los continentes se han unido para formar un solo y gigantesco supercontinente rodeado por un océano global. Gran parte de la tierra es un desierto inhóspito mientras que la costa es golpeada por feroces tormentas. Los océanos son turbulentos en la superficie y carentes de oxígeno en sus profundidades. La enfermedad, la guerra o la colisión de asteroides han terminado con los humanos y muchas de las especies que conocemos hoy se extinguieron y la competencia ha acabado con el resto, excepto con los más fuertes. Este supercontinente no es el primero que surgió en la Tierra y no será el último. Hoy los geólogos piensan que los movimientos de los continentes de la Tierra son cíclicos y que cada 500 a 700 millones de años se vuelven a juntar. Desplegarse en un período tres veces más largo que el que le lleva a nuestro sistema solar orbitar el centro de la galaxia, es uno de los patrones más grandiosos de la naturaleza. Entonces, ¿qué produce este ciclo y cómo será la vida la próxima vez que los continentes se unan? Hacia dónde va la Antártida Los continentes se mueven debido a la circulación que se produce en la capa terráquea debajo de las siete placas tectónicas más importantes. Una placa es forzada debajo de la otra en un proceso llamado subducción, que quiebra la corteza en el otro lado de la placa permitiendo que nuevas rocas fundidas broten a la superficie para llenar la brecha. Este proceso hace que el depósito oceánico está constantemente siendo recreado y destruido pero, debido a que los continentes están hechos con rocas menos densas que el pesado fondo del océano, suben más alto y así escapan a la subducción. Así, los continentes mantienen su forma durante cientos de millones de años mientras se deslizan lentamente por el planeta. Sin embargo, inevitablemente colisionan y a veces se unen para formar un supercontinente. El más reciente, Pangea, formado hace 300 millones de años, se quebró 100 millones de años más tarde, cuando se desarrollaron los dinosaurios. Hace alrededor de 1100 millones de años se formó otro supercontinente llamado Rodinia que se quebró 250 millones de años más tarde. Antes de ese hubo otro y casi seguramente muchos más antes, pero como la formación de un supercontinente tiende a destruir la evidencia del anterior, nadie puede estar seguro sobre cuántos ha habido. En este momento estamos en medio de un ciclo. El Pacífico se está cerrando a medida que los depósitos oceánicos se hunden en zonas de subducción en el Pacífico norte, mientras que la estribación del Atlántico medio alimenta un nuevo piso oceánico y las Américas se separan de Europa, Australia se mueve hacia el norte y hacia el sudeste de Asia. Los continentes se mueven alrededor de 15 milímetros por año. Hay dos maneras en que los continentes de hoy pueden llegar a unirse. Si el Atlántico continúa ampliándose, las Américas finalmente podrían chocar con Asia. Otra alternativa sería que una zona de subducción se abriera de alguna manera en el Atlántico y retrajera el piso marino, forzando a Europa y a América a unirse. Esto esencialmente recrearía a Pangea. En 1992, el geólogo Chris Hartnady, de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, aceptó el desafío de imaginar el próximo supercontinente. Como el Atlántico continúa ampliándose, explicó, "las Américas, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj alrededor de un punto central en el nordeste de Siberia, parecen destinadas a fusionarse con la margen este del futuro supercontinente, al que el geólogo de Harvard Paul Hoffman llamó Amasia". En esta visión del futuro, Australia continúa hacia el Norte, mientras que Africa y la Antártida permanecen más o menos en su posiciones actuales. Roy Livermore, de la Universidad de Cambridge, llegó a una conclusión similar. A fines de los años 90 creó su propia versión de Amasia, un supercontinente que llamó Novopangea. "Me he tomado la libertad de abrir una nueva grieta entre el océano Indico y el Atlántico norte -dice-. Sabemos que la grieta del este africano está activa, de manera que proyectamos eso al futuro abriendo un pequeño océano. Africa oriental y Madagascar se mueven a través del océano Indico hasta llegar a Asia; Australia ya ha tocado el sudeste asiático." Al sur de lo que hoy es India, una cadena montañosa ha surgido del mar a lo largo de una nueva zona de subducción. Justo al Sur se encuentra la Antártida. En el futuro ideado por Livermore, todos los actuales continentes forman parte. "No creo que la Antártida se quede en el polo -afirma-. Quiero que venga hacia el Norte." Para que esto suceda postula una nueva zona de subducción. "Lo hermoso de todo esto es que nadie podrá jamás demostrar que estoy equivocado", asegura. Por Caroline Williams y Ted Nield De New Scientist


Una tercera mirada
LONDRES ( New Scientist ).- Christopher Scotese, de la Universidad de Texas, ve el futuro lejano del planeta de manera muy diferente de Hoffman y Livermore. Para Scotese, dentro de 200 millones de años todo empieza a cambiar nuevamente. La subducción comienza al oeste del Atlántico. El océano comienza a hundirse, haciendo que la mayoría de las tierras se unan, mientras Norteamérica choca contra la fusión del continente Euroafricano. Scotese llamó al supercontinente resultante Pangea próxima. Domingo 28 de octubre de 2007 .La Nación

viernes, octubre 26, 2007

El hombre iba a la playa hace 164.000 años



Esto significa que íbamos 39,000 años antes de lo que se creía. La prueba fue descubierta en la costa sudafricana y los científicos atribuyen este hecho como un cambio de hábitos relacionado con el clima.


20 Oct 2007, 12:12 Fuente: LA FLECHA, AGENCIAS
Un equipo internacional de científicos ha hallado restos de asentamientos humanos costeros de hace unos 164.000 años, lo que indica que el hombre ya iba a la playa 39.000 años antes de lo que se creía hasta ahora.
Esta revelación es fruto de una investigación que expertos de entidades como el Ministerio de Cultura griego ha llevado a cabo en la costa sudafricana y que publica en su último número la revista científica británica "Nature".
"En nuestro estudio mostramos que hace unos 164.000 años en Pinnacle Point (costa sur de Sudáfrica) los humanos ampliaron sus costumbres alimenticias para incluir recursos marinos", afirman los investigadores en su artículo de la revista.
"La evidencia más antigua que hasta ahora se tenía del uso humano de recursos marinos y de hábitats costeros se remite a hace unos 125.000 años", añaden.
Los expertos atribuyen este cambio de hábitos alimenticios y de lugar de residencia a un recrudecimiento de las condiciones climáticas del continente africano que hizo que las temperaturas descendieran y el ambiente se hiciera más seco, lo que les obligó, a su vez, a mudarse a climas más suaves.
En esa primitiva casa de la playa que es la cueva que los investigadores han encontrado en Sudáfrica, sus habitantes, según los expertos, comieron marisco para sobrevivir.
"Este cambio en la dieta y el hábitat coincidió además con los primeros usos de pigmentos, probablemente para dibujar símbolos o para el diseño de herramientas de corte que hasta ahora se remontaban a hace unos 70.000 años", comentan los investigadores.

martes, octubre 23, 2007

¿Cómo desarrollaron las ballenas el biosónar?


Dos biólogos especializados en evolución, de la Universidad de California en Berkeley, explican que las ballenas consiguieron sus sonares de la misma manera en que los murciélagos desarrollaron los suyos para perseguir a los insectos que volaban en la oscuridad. Las ballenas dentadas desarrollaron inicialmente sus sonares para perseguir a calamares nadando en la superficie durante la noche.

21 Oct 2007, 14:02 Fuente: SOLOCIENCIA.COM Debido a que los calamares migran a aguas más profundas y oscuras durante el día, las ballenas dentadas finalmente perfeccionaron un sistema muy potente de ecolocalización que les permite seguir al calamar en su descenso hacia ese hábitat, "el frigorífico de las profundidades, donde el alimento está disponible, en cualquier momento del día o de la noche durante toda la semana", como lo describe el biólogo evolutivo David Lindberg, quien ha llevado a cabo el estudio junto con Nick Pyenson.Todas las ballenas dentadas emplean la ecolocalización. Muchas especies bucean más allá de los 200 metros de profundidad, donde la luz solar se extingue dejando paso a la oscuridad. La mayor de las ballenas dentadas, el cachalote, crece hasta 18 metros de largo y bucea hasta 3.000 metros de profundidad en su búsqueda de calamares.Las primeras ballenas entraron en el mar procedentes de la tierra unos 45 millones de años atrás, y, aparentemente, no poseían ecolocalización.Los primeros indicios de esta capacidad aparecieron hace unos 32 millones de años, una época, en la que, presumiblemente, las ballenas ya se habían esparcido por todos los océanos.Pero, ¿cómo supieron las ballenas que existía una gran fuente de alimento en las oscuras profundidades? ¿Cuáles fueron los pasos intermedios evolutivos que las llevaron a buscar comida ahí abajo?En la época en la que las ballenas desarrollaron los biosonares, los nautiloides eran muy abundantes en los océanos. Lindberg y Pyenson sugieren que las ballenas primero se las arreglaron para seguir a estos animales de concha dura en la superficie durante la noche, haciendo rebotar sobre éstos los sonidos que ellas emitían. Esto les daba una ventaja sobre las ballenas que sólo se valían de la luz de la luna o de las estrellas. Esto habría predispuesto a las ballenas a seguir a los cefalópodos en su migración diurna hacia las profundidades oscuras.Al pasar los milenios, las especies de cefalópodos en general, y específicamente las especies de cefalópodos con conchas, disminuyeron al aumentar las especies de ballenas. Esto fue causado posiblemente por la depredación llevada a cabo por las ballenas. Luego, hace unos 10 millones de años, las ballenas con su depredación al parecer ahuyentaron a los nautiloides de mar abierto hacia los arrecifes protegidos. El descenso en la diversidad de nautiloides obligaría a las ballenas a perfeccionar su sonar para cazar calamares, de cuerpo blando, durante su migración hacia las profundidades.Las ballenas no necesitaban un sistema de sonar muy sofisticado para seguir a los nautiloides, gracias a la fácil detección de las conchas duras de esas criaturas. Fue sólo después cuando desarrollaron un sistema complejo con una mejor resolución, para capturar a los calamares, de cuerpo blando.Las ballenas y los murciélagos son ejemplos notables de una evolución convergente para sacar provecho de fuentes no explotadas de alimento.

viernes, octubre 19, 2007

LLegamos a las 100.000 visitas


¡¡Muchas gracias a todos los visitantes del blog!!
Hoy día 19 de octubre de 2007 superamos las 100.000 visitas y si bien estamos cansados por tanto trabajo esperamos seguir adelante con ganas renovadas.

miércoles, octubre 17, 2007

Estudio de la vida marina

La inclusión de los corales en la Lista Roja de Especies Amenazadas 2007 de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) es el primer resultado de un ambicioso proyecto de observación de la vida marina con fines de conservación.
La inscripción de los corales en la Lista Roja se basó en estudios iniciados hace poco más de un año por el proyecto Evaluación Global de Especies Marinas (GMSA, por sus siglas en inglés), un esfuerzo conjunto de UICN y Conservación Internacional. Diez especies de corales de las ecuatorianas islas Galápagos --dos de ellas en peligro crítico de extinción y una en estado vulnerable-- han sido incluidas en la Lista Roja, la guía más detallada sobre el estado de conservación o declinación mundial de animales y vegetales. Ésta es la primera de una serie de evaluaciones y adiciones a esa Lista sobre especies marinas de todo el mundo, dijo a esta reportera Kent Carpenter, coordinador del proyecto GMSA, con sede en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Old Dominion, en el oriental estado estadounidense de Virginia. La GMSA compila información sobre todas las especies conocidas de vertebrados y de una selección de invertebrados y vegetales, y la agrega a la base de datos del Sistema de Información sobre Especies de la UICN. Los responsables del proyecto esperan tener datos detallados sobre la situación de 20.000 especies marinas en todo el mundo para 2010 y así determinar el riesgo relativo de extinción de cada una de acuerdo con los criterios y categorías de la Lista Roja. Hasta el momento sólo figuran 1.530 especies marinas de las 41.415 incluidas en la Lista Roja este año en diferentes categorías, desde "extinta" hasta "no evaluada". Según los expertos de GMSA, la vida del mar no ha sido adecuadamente estudiada en el pasado. "El mundo marino ha sido relativamente poco estudiado y explorado en comparación con las especies terrestres", aseguró en una entrevista Stuart Banks, oceanógrafo de la Fundación Charles Darwin. "La poca evaluación de las especies marinas se debe a las limitaciones de acceso a la información, así como a factores logísticos. Grupos tan importantes como algas y corales, que forman ambientes productivos, que sustentan a comunidades enteras, han sido muy difíciles de identificar", subrayó. Para Stefan Hain, director de la Unidad de Arrecifes de Coral del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), esto tiene una explicación simple. "Es muy difícil proteger lo que no vemos. Es mucho más fácil monitorear las poblaciones terrestres porque podemos observarlas directamente", dijo entrevistado para este artículo. La Fundación Charles Darwin proveyó de información a GMSA y UICN para la conservación de especies de las Galápagos y ha sido fundamental en la valoración de las especies agregadas a la Lista Roja. Los datos del primer reporte sobre corales de las Galápagos fueron obtenidos por Carpenter y otros investigadores tras una serie de talleres y observaciones realizadas desde el año pasado en la Estación Científica Charles Darwin, con sede en ese archipiélago del océano Pacífico. En la Lista se señalan el coral floreana (Tubastraea floreana) y el solitario de Wellington (Rhizopsammia wellingtoni) como en peligro crítico o en riesgo de extinción extremadamente alto, y a la Polycyathus isabela como vulnerable. Los corales están formados por placas de carbonato de calcio producidas durante miles de años por unas criaturas pequeñas, los pólipos, a los que se suman algas coralinas y una enorme y variada fauna y flora. Los arrecifes de coral son verdaderas comunidades que albergan a una de cada cuatro especies marinas. El reporte indica que los corales de Ecuador han sido particularmente sensibles a las anomalías térmicas, principalmente al fenómeno climático periódico de El Niño, una corriente de agua cálida en el océano Pacífico, entre los años 1982 y 1983. Según Carpenter, el calentamiento global es determinante en la extinción de estas especies y en el declive en su distribución. La casi desaparición de la Tubastraea floreana ilustra esta amenaza. Según el reporte, se destruyó 80 por ciento de ella desde principios de los años 80, cuando su población se dispersaba hasta en seis lugares diferentes del archipiélago. Asimismo, en los arrecifes del Pacífico oriental tropical se amplió el blanqueamiento de corales, la pérdida de color de esos ecosistemas por el aumento de la temperatura del océano o por su baja salinidad, explicó Carpenter. Esta condición se produce cuando los pólipos son abandonados por las algas que los alimentan. La salud de los ecosistemas costeros también se ve afectada por la contaminación y la pesca, que influyen tanto en los corales como en las poblaciones de algas, pues ocasionan impactos en la cadena alimenticia de esas especies. La Lista Roja, presentada el 12 de septiembre, también evalúa 74 algas de Galápagos, 10 de ellas en peligro crítico y seis posiblemente extintas. De acuerdo con Banks, la pérdida de especies en el archipiélago debe detenerse controlando el manejo de los recursos pesqueros y asegurando su sostenibilidad a largo plazo. "La estrategia más viable es la implementación de medidas a fin de evitar que factores provocados, como el turismo y la pesca, empeoren la situación y comprometan la recuperación natural de esas especies", señaló. Para los expertos, sin embargo, el mayor reto es mitigar los efectos del cambio climático en estos ecosistemas especialmente vulnerables. "La cuestión es cómo podrían estos ecosistemas adaptarse a estos cambios", planteó Banks. En este aspecto, Galápagos está en una situación única como laboratorio sociobiológico, como una reserva multiuso donde se podrían "aprender nuevas medidas para contrarrestar la pérdida de especies". Para Hain, lo principal es asegurarse "de que los arrecifes coralinos estén saludables y fuertes para poder enfrentar el cambio climático". * Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales). Publicado originalmente el 13 de octubre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (FIN/2007)

martes, octubre 09, 2007

LOS OCÉANOS SIGUEN AMENAZADOS



Gracias al documental ganador del Óscar ‘An Inconvenient Truth (Una verdad incómoda)’ de 2006, cada vez más personas han comenzado a concentrar su atención en las formas de mejorar el medioambiente. Una de las más importantes para el logro de tales mejoras es cuidar más los océanos, contaminados de diversas maneras sobre las que puede ejercerse un adecuado control. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LA CONTAMINACIÓN OCEÁNICA?• Derrames de petróleo: Aunque el mundo no ha vuelto a experimentar en años recientes ningún otro derrame de la magnitud de la provocada por el tanquero Exxon Valdez en el año 1989, esto no quiere decir que este factor no sea una causa importante de contaminación oceánica. Los derrames o escapes, ya sean provenientes de la tierra o de los ríos, fluyen finalmente hacia el océano. Los derrames de petróleo duplican los daños, particularmente cuando los barcos que transportan el combustible se accidentan o tienen escapes, pues estas tragedias también afectan negativamente a la vida marina.• Desechos tóxicos: Al igual que la contaminación ocasionada por el petróleo, los desechos tóxicos dañan el océano debido a cualquier derrame. Los basureros, sitios de descarga e incluso algunas granjas (mediante el uso de herbicidas e insecticidas) derraman desechos en las fuentes de agua cercanas. Y esos derrames llegan eventualmente al océano. Los desechos tóxicos también provienen de la industria, cuando los contaminantes químicos llegan al océano, ocasionando daño a las aguas y a las criaturas que las habitan. Incluso los desechos médicos figuran en el espectro de los desechos tóxicos, y hasta pueden perjudicar a los bañistas, haciéndolos quizás susceptibles a contagiarse con enfermedades como la hepatitis o el SIDA.• Descarga ilegal de desechos en el océano: En el siglo XXI, este tipo de descargas está mucho más regulada que en otros tiempos. Aún así, sigue contribuyendo a la contaminación. Uno de los factores más importantes es cuando las tuberías de desagüe albañal comparten espacio con las de drenaje de la lluvia. Bajo estas circunstancias, incluso un aguacero normal puede provocar que las aguas albañales lleguen al océano, cuando se llenan las tuberías de desagüe, obligando a que las aguas de desecho se mezclen con las de la lluvia que fluyen al océano.Para obtener más información acerca de la contaminación oceánica, visite el sitio Web de la Agencia de Protección del Medioambiente: www.epa.gov

El que quiere playa que le cueste



Sin dudas, uno de los grandes atractivos naturales que presenta la Argentina son sus playas. Ello queda demostrado cada temporada de verano en que las zonas de playas presentan colmada su hotelería y alquilar un departamento en la Costa se vuelve una odisea de no tratarse de los precavidos que ya tienen desde el comienzo de la primavera un lugar reservado.Una de las conclusiones más llamativas del Congreso Binacional de Calidad en Playas, llevado a cabo la semana pasada en la localidad balnearia de Villa Gesell es que, según un estudio de científicos presentado en el ‘Congreso Binacional de Calidad en Playas’, el mar se come un metro de playa por año en la Costa Atlántica.Según un grupo de expertos argentinos que durante seis meses trabajó con la colaboración de investigadores de España, Alemania y México, la alternativa es rellenar las playas mediante el aporte de arena dragada de bancos submarinos ubicados cerca de la costa. El crítico diagnóstico, y la propuesta, la dio a conocer el experto Enrique Schnack, del laboratorio de Oceanografía de la Universidad Nacional de La Plata. “Los modelos numéricos de transporte de sedimentos indican que a lo largo del litoral estudiado existe una pérdida de aproximadamente 500 mil metros cúbicos por año”, afirmó Schnack. El estudio científico se completó en seis meses y el programa fue financiado por el Consejo Federal de Inversiones y coordinado por el oceanógrafo Armando Scalise, incluyendo expediciones marítimas y toma de muestras de sedimentos marinos.Soluciones propuestasEl estudio apunta a la recuperación y el manejo de playas del litoral atlántico oriental que comprende el Partido de la Costa, Villa Gesell y Pinamar. Para los casos de las dos últimas ciudades, la arena podría obtenerse de bancos submarinos cercanos a la costa, pero para las playas del Partido de la Costa la situación sería más complicada, ya que la arena debería ser extraída de Punta Médanos y luego ser transportada a las playas. En cada zona se haría un relleno de 150 mil metros cúbicos. Esto significa una recuperación de 50 metros de playa, en extensiones de 1,5 kilómetros y cerca de dos metros de altura.“Hay que tener en cuenta también la presión de los balnearios, las costaneras. El problema es crítico: En Mar Chiquita y en Las Toninas hay casas colgando de los médanos”, dijo Federico Isla, director de Geología de Costas y del Cuaternario, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.Para tomar como referencia, se analizaron en diferentes conferencias el caso de la Península de Yucatán y la experiencia de la Comunidad Autónoma de Valencia a través del programa Qualitur. La región concentra en 518 kilómetros de litoral marítimo 241 playas de la más diversas características. “Teníamos información suelta, muchos municipios con distintas ideas y ganas de hacer, pero ahora se llegó a una nueva instancia en la que funcionarios y concesionarios encontramos consenso”, sostuvo a modo de conclusión Jorge Ziampris, director de Turismo de Villa Gesell. Según explicó el funcionario, la propuesta de rellenar las playas “es viable”. El dinero debería aportarlo la Provincia de Buenos Aires. El estudio indica un costo de 8 millones de dólares para los trabajos en los tres distritos. “Nosotros estamos convencidos que el aporte lo tiene que hacer la provincia de Buenos Aires porque el volumen de recaudación de estos 3 municipios es descomunal hacia la provincia, en todos los conceptos”, dijo Ziampris a Mensajero Periódico Turístico y agregó: “me parece que es muy accesible para la provincia un trabajo que va a generar un beneficio tan grande”. Temario del congreso Con la presencia de especialistas de la Argentina y el Uruguay, el congreso trató temas concretos como la reducción de las avenidas costaneras, nuevos balnearios de bajo impacto ambiental, la recuperación de playa por medios naturales, los servicios de playa, el tratamiento de desagües pluviales, la zonificación del frente costero y regulación de usos. También se abordó la temática de las directrices de Calidad en Gestión de Playas para Balnearios, la certificación de la norma IRAM/ISO 42.100, el ordenamiento de costas, la zonificación y regulación de usos. Asimismo, en el congreso que se realizó en Villa Gesell, se presentó el ‘Estudio para la Recuperación y Manejo de Playas del Litoral Atlántico Oriental Bonaerense’ y el ‘Programa de Playas Accesibles’.Caso testigo Desde hace varios años Villa Gesell ha encarado un proceso de transformación de sus playas que convirtió al destino en caso testigo en lo referente a manejo sustentable de las costas. Gracias a su ‘Plan Integrado de Manejo Costero’, ajustado a las ‘Directrices de Calidad para Playas y Balnearios’ publicadas por las Secretarías de Turismo y Medio Ambiente de la Nación, Gesell ha detenido el proceso erosivo. En diálogo con Mensajero Periódico Turístico, Jorge Ziampris indicó que este trabajo ha significado un avance importante, ya que de hecho, hoy Gesell es “el caso menos grave”.

miércoles, septiembre 19, 2007

El calentamiento afecta el ecosistema antártico




La reducción de los hielos antárticos por el aumento de la temperatura está afectando organismos microscópicos que son alimento de peces y de mamíferos marinos. "Encontramos millones de salpas varados en la costa, a lo largo de varios kilómetros", afirma la doctora Verónica Fuentes, investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA. Las salpas son organismos semitransparentes y nadadores que filtran el agua para alimentarse de algas unicelulares, es decir, fitoplancton. "En verano, cuando hay más derretimiento, el agua de mar se ve marrón por los sedimentos que los ríos de deshielo arrastran hacia la costa", relata Fuentes. La excesiva cantidad de sedimento produce la mortandad de las salpas, según explica Fuentes. "La mortandad de estos organismos tiene consecuencias graves en el ecosistema", subraya la doctora Graciela Esnal, investigadora del Conicet y directora del grupo de investigación que está registrando estas distorsiones en el ecosistema antártico. El problema de las salpas es que son una bomba de filtrar alimento. "En la Antártida el sedimento se acumula en el aparato digestivo y produce un taponamiento que los lleva a la muerte", explica Fuentes, becaria posdoctoral del Conicet. Los investigadores recolectaron las salpas y determinaron que habían muerto por asfixia. "También se ahogan cuando hay mucho alimento, por ejemplo, abundante fitoplancton", aclara Esnal. Pero esos varamientos no eran sólo de salpas, sino también de krill. Ahora la pregunta es por qué muere el krill. Fuentes señala: "Al estar en un ambiente con mucho sedimento se ve afectada su capacidad de filtración, se vuelven débiles y esto, sumado a la baja salinidad del agua, también provocada por el derretimiento, termina por provocar muertes en masa". El impacto es grande. En ambientes costeros, el krill, al igual que las salpas, produce paquetes fecales que son alimento de diversos organismos. Además, desde las aves hasta los mamíferos marinos se alimentan de krill, y la mayoría de ellos no los consume cuando están muertos. Bombas de extracción Las salpas cumplen una importante función ambiental. "Son como una bomba de extracción de carbono de la atmósfera", destaca Esnal. Dado que consumen fitoplancton, incorporan el carbono y lo exportan hacia el fondo en sus paquetes fecales. Además, cuando mueren, también sus cuerpos se van al fondo del mar, donde se conforma un depósito de carbono. Las salpas son muy particulares. Como la mayoría de los miembros de la familia (los tunicados), son hermafroditas: cada individuo produce gametos de ambos sexos, que se unen para dar lugar a la descendencia. Pero los individuos que nacen de huevos son asexuados y se reproducen por brotación. En síntesis, una generación se reproduce en forma sexual y la siguiente, en forma asexual. Lo importante es que la brotación genera un aumento muy grande de la población. "Cada salpa que se reproduce por brotación da lugar a unos 800 individuos", explica la doctora Cristina Daponte, docente en la FCEyN, que estudia la reproducción de estos organismos. Lo cierto es que, en el mar abierto, la mayor temperatura del agua favorece el aumento de la población de salpas. Pero en las costas, mueren por la abundancia de sedimentos. Pero las salpas no son las únicas que sufren los efectos del calentamiento global. También lo padecen unos parientes cercanos de éstas, pero que viven fijados en el fondo del mar, las ascidias. "Hemos visto que, en un período muy corto, estas poblaciones están disminuyendo", afirma el doctor Ricardo Sahade, investigador de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet, que integra el grupo que dirige la doctora Esnal. Lo curioso es que estas comunidades son muy estables y se han mantenido sin grandes modificaciones durante mucho tiempo. Algunas especies que hasta hace poco eran dominantes son superadas ahora por otras más resistentes a la carga de sedimentos del agua. "Algunos sostienen que estos cambios se deben a oscilaciones propias en las poblaciones, pero, si este proceso continúa, las comunidades antárticas se verán muy afectadas", advierte Sahade. Por su parte, el doctor Marcos Tatián, de la UNC y miembro del equipo, señala que las colecciones de los museos de la Argentina y otros lugares del mundo permiten estudiar los cambios producidos comparando la diversidad actual en relación con los registros históricos y así determinar el posible reemplazo de unas especies por otras. "La pérdida de biodiversidad no se percibe en lo económico de manera inmediata, pero es grave en la medida en que se desconocen aún las posibles aplicaciones de lo que se pierde", destaca. De hecho hay un anticancerígeno que se obtuvo a partir de una ascidia del grupo de los didemnidos, la sustancia se denomina didemnina y se encuentra en etapa de experimentación clínica. Sahade concluye: "Cuando se pierde la biodiversidad, uno no sabe qué está perdiendo".
Por Susana Gallardo ParaLA NACION Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA

miércoles, septiembre 12, 2007

Cómo sería un mundo sin hielo


Las crecientes temperaturas amenazan a todo el planeta.Cientos de millones de formas de sustento se verán afectadas por la reducción de las capas de nieve y de hielo a consecuencia del calentamiento global, según advierte un informe de la Organización de las Naciones Unidas. Los riesgos incluyen la pérdida de acceso a fuentes de agua potable y un aumento en el nivel del mar, según el documento publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El director del PNUMA, Achim Steiner, declaró que el estudio muestra que se está agotando el tiempo para que los dirigentes políticos lleguen a un acuerdo global que permita reducir emisiones de gases que causan el efecto invernadero.
Steiner participó en el lanzamiento del estudio de la ONU sobre las Perspectivas Globales del Hielo y la Nieve, que tuvo lugar en Tromso, Noruega.
"El informe subraya que el destino de los lugares helados y nevados del planeta en un mundo cuyo clima se ha visto afectado debería ser motivo de preocupación en cada ministerio, en cada directorio y en cada sala de cada casa", dijo Steiner.
"Lo que falta es acción política universal", advirtió Steiner. "Este documento debería dar al público la autoridad para llamar a cuentas a sus líderes y preguntarles cuánto más van a esperar antes de hacer algo".
La pérdida de glaciares amenaza a millones de personas.El estudio advierte sobre una serie de amenazas que podría desestabilizar ecosistemas en todo el planeta, con consecuencias potencialmente devastadoras para cientos de millones de personas.
Los glaciares que se están derritiendo en las montañas de Asia podrían afectar a cerca de 40% de la población mundial, que depende de los deshielos para irrigar cosechas y para obtener agua potable.
Según el documento, las temperaturas cada vez más cálidas ya están derritiendo las capas de hielo de Siberia, lo que lleva a la producción de metano, uno de los gases que contribuyen al calentamiento global.
El estudio también pide que se entienda mejor el futuro de las capas de hielo de la Antártica y de Groenlandia, que contienen casi toda el agua dulce del planeta.
Si las emisiones de gases continúan al paso que van, las capas de hielo perderán su estabilidad a medida que el planeta se calienta.
Y si no se toman medidas para impedir que suba el nivel del mar, unos 145 millones de personas, sobre todo en Asia, podrían verse expuestas al riesgo de inundaciones.
El deshielo tendrá serias consecuencias en la naturaleza y en la sociedad
Helen Bjoerney, ministra de Ambiente de Noruega
La ONU señala que el Año Polar Internacional, un estudio científico global de las regiones polares que tomará 24 meses, ayudará a entender cómo altera el cambio climático la dinámica de los hielos en esas regiones.
Los autores del informe también advierten que entre menos nieve y menos hielo hay, el mar y la tierra absorben más energía solar en vez de reflejarla en el espacio.
Según ellos, esta "retroalimentación positiva" podría acelerar el calentamiento global y producir cambios más abruptos en el clima.
La ministra de Ambiente de Noruega, Helen Bjoerney, declaró que el estudio sobre el estado del hielo y la nieve del mundo arroja un pronóstico desolador.
"Para mí es particularmente alarmante darme cuenta de que el cambio climático puede ser un proceso que produce mayor calentamiento global", señaló Bjoerney. "Como está documentado en el informe, el deshielo tendrá serias consecuencias en la naturaleza y en la sociedad", concluyó la ministra.

domingo, agosto 12, 2007

Nuevo curso sobre el océano 2007


Se abrió la inscripción para un nuevo curso de extensión del Programa "El Mar como recurso educativo".
El curso esta desarrollado para todo público y posee puntaje para docentes de EGB3 de la provincia de Buenos Aires, Argentina.
Por inscripciones y consultas: elmarpedagogico@hotmail.com

viernes, julio 20, 2007

Pescan un pez prehistórico



Pescadores de Tanzania capturaron un pez “coelacanth” que fue considerado ya extinguido del mundo desde hace tiempo


Según informaron el 17 los medios de Tanzania, los pescadores de la Isla Zanzíbar de Tanzania captaron días atrás un “coelacanth”, pez de gran rareza. Según el investigador del Instituto de Ciencias Oceanográficas de la Isla Zanzíbar, el pez fue capturado al Norte de la Isla, que mide 1,34 metros de largo y pesa 27 kilos. Es una especie carnívola de pez de gran agilidad, y sus aletas parecen extremidades. Hace unos 360 millones de años aparecían en el mundo. Se consideran que tienen relaciones parentescas con los animales de cuatro extremidades. Generalmente se le consideran como “fósil viviente”. En un tiempo, los científicos sostenían que había extinguido del mundo hace 80 millones de años. Pero un pez de su clase fue capturado por pescadores en 1938 en la costa oriental de Africa del Sur. Desde entonces, se informaron sucesivamente en los países alrededor del Océano Indico, como Comores, Indonesia, Kenia, Madacasgar y Mozambique las capturas de semejante pez. (Pueblo en línea)

jueves, julio 12, 2007

Las centollas colonizan la Antártida


No había registro fósil de su paso por el continente blanco en los últimos 25 millones de años

Siempre se pensó que no había centollas en la Antártida. A la ausencia en el registro fósil de huellas de su paso por el continente blanco en los últimos 25 millones de años los científicos sumaban otras razones: la diferencia de temperatura entre las aguas que rodean Tierra del Fuego de las de la Península Antártica era presentada como una barrera infranqueable para estos crustáceos, que poseen altas concentraciones de magnesio en la sangre. "En combinación con bajas temperaturas, el magnesio produce un efecto anestésico que hace que las centollas queden aletargadas, sin poder moverse y sin poder hacer circular agua por sus branquias, lo que las lleva a la muerte", explicó a LA NACION Gustavo Lovrich, biólogo marino del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), en Ushuaia, Tierra del Fuego. Todo encajaba perfecto: no había centollas en la Antártida, no había nada que indicara que estuvieron allí en 25 millones de años y a las centollas no les gusta el frío extremo. Hasta que aparecieron las centollas... Entonces, los científicos tuvieron que explicar qué hacían allí los crustáceos y, más aún, cómo habían logrado adaptarse a ese clima inhóspito para un animal con magnesio en la sangre. El enigma del frío "Las primeras aparecieron en el 96, cerca de la Península Antártica; después se las volvió a ver en el 99 y en 2000", contó Lovrich. Para este investigador del Conicet, parte del desconocimiento de su presencia en las frías aguas antárticas se debe, sencillamente, a que no fueron buscadas con métodos adecuados. "Las centollas, al contrario de lo que se cree, son bastante rápidas, y si ven una red aproximarse por el fondo pueden evitarla -aseguró-. Recién en los últimos años, cuando se empezaron a usar vehículos de operación remota, se encontraron las primeras." ¿Cómo hacen para sobrevivir al frío con tanto magnesio en la sangre? "Nosotros estudiamos larvas de centollas, a las que forzamos en laboratorio a temperaturas como la de las aguas de la Antártida, que tiene entre 1° y 2°, y pudimos observar que han desarrollado adaptaciones para sobrevivir al frío: tienen niveles muy bajos de movimiento y no se alimentan, pues nacen con reservas energéticas." Los estudios de Lovrich y sus colegas del Cadic muestran que los huevos de los que emergen las larvas de centollas cuentan con una provisión de proteínas y grasas que les permiten sobrevivir sin alimentarse durante todo el período larval. Además, ese período es más extenso de lo normal: dura entre 3 y 4 meses y no 2 meses, como en las aguas más templadas que rodean Tierra del Fuego. "Las condiciones de frío hacen que el desarrollo general sea más lento, y lo mismo el crecimiento", explicó Lovrich. Ahora que el misterio del frío ha sido resuelto queda un enigma por resolver: ¿cuándo llegaron las centollas a la Antártida? "En términos geológicos, su llegada es relativamente reciente -dijo Lovrich-. Sabemos que los cangrejos y las centollas desaparecieron de la Antártida hace 25 millones de años, cuando se abrió el pasaje de Drake", que separa Tierra del Fuego del continente blanco. "Lo que no sabemos es si llegaron hace cien años o hace varios cientos o miles de años", concluyó.

Sebastián A. Ríos. LA NACION

sábado, julio 07, 2007

Las Algas producirán Biodiesel en Argentina!!


Invertirán US$ 60 millones para producir biodiésel con algas
Es un proyecto de dos firmas locales, pero con aportes de fondos extranjeros.


La producción de biodiésel utilizando aceite de algas está en marcha en la Argentina. La empresa Oil Fox y Biocombustibles de Chubut se asociaron para intercambiar conocimiento y tecnología. Empresas extranjeras harán el resto: invertirán casi 60 millones de dólares para llevar adelante el proyecto. "Esto se definirá a mediados de este mes cuando les presentemos a los inversores nuestros avances", dijo entusiasmado Jorge Kaloustian, presidente de Oil Fox. De concretarse el proyecto, la firma será una de las principales productoras de biodiésel del mundo.El biodiésel es un combustible limpio, que bien puede reemplazar al diésel (gasoil) elaborado con petróleo. Tiene similar o mayor rendimiento y no es contaminante. Generalmente se elabora a través del aceite de soja. Pero los estudios realizados permitieron comprobar que el aceite de algas es absolutamente compatible para su producción."De las 40 mil especies de algas que existen, hemos seleccionado 4 que son las más aptas", dijo Kaloustian. Y también destacó su mayor rendimiento: "De una hectárea de soja se obtienen 400 litros de aceite. De una de algas, 100 mil. La diferencia es notoria", aseguró.Los directivos de Oil Fox realizaron una presentación en el Centro de Energías de Chubut, en Comodoro Rivadavia. Allí se montó un laboratorio experimental y también una pileta para la cría de algas. En total se construirán en Comodoro 2.000 piletas similares. La producción anual será entre 300 a 360 mil toneladas.La obtención de datos para la utilización de algas requirió tres años de estudios en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. La empresa, en colaboración con Biocombustibles de Chubut, está en condiciones de comenzar la producción de manera inmediata. "Eso se logrará en cuanto cerremos el acuerdo con los inversores". Habrá una reunión previa en Chubut y otra en San Nicolás. Allí estarán presentes inversores de Alemania, Inglaterra y Suiza.La empresa ya adquirió una estación de servicio en Barracas donde se expenderá biodiésel únicamente.Kaloustian recuerda los inicios en 1997 en Santa Fe, donde comenzó a trabajar con la soja. El declive con la crisis del 2001 y el volver a empezar en 2005. "Algunos no creyeron en este proyecto y pusieron muchas exigencias que en algunos casos no dependían de nosotros y no podíamos cumplir. Pero demostramos que en la Argentina se puede hacer este tipo de cosas, a tal punto que ya tenemos comprada toda la producción", enfatizó. El empresario también habló de las bondades de las algas: "Se alimentan con monóxido de carbono por lo cual hasta colaboran para tener un ambiente más limpio. Y tienen un índice de yodo de 118, un parámetro muy positivo a nivel internacional para la producción de combustible". Lo comparó con la soja, cuyo nivel es de 130.En Comodoro Rivadavia trabaja junto a Marcelo Machin, director de Biocombustibles de Chubut. En un pequeño laboratorio se llevan adelante todos los estudios complementarios con las algas. Allí también funciona la primera pileta que sirve como criadero.En estos días, Kaloustian recorrió la zona costera de Comodoro Rivadavia. "Es totalmente apta para la construcción de las 2.000 piletas que harán falta", aseguró.

martes, junio 26, 2007

Pingüinos gigantes y en aguas tropicales!!


Un pingüino gigante que prefería los trópicos a los fríos océanos del sur fue descubierto por un equipo de científicos en la costa sur de Perú.

Los pingüinos antiguos eran mucho más altos de los actuales.El pingüino en cuestión vivió hace unos 36 millones de años y medía unos 1,5 metros de altura, y su apariencia era bastante distinta a la de sus primos actuales.
La nueva especie, denominada Icadyptes salasi, tenía un pico largo y estrecho, y su fósil fue descubierto junto al menos otras cuatro nuevas especies de pingüinos que también preferían los trópicos al frío. En ese entonces las temperaturas eran mucho mayores que las actuales y estos animales habrían alcanzado latitudes inferiores mucho antes de lo nadie se imaginaba.

Descubrimiento
El descubrimiento se hizo en 2005 por un equipo de investigadores internacionales y desde entonces fueron estudiados por científicos como Julia Clarke, de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos. Según Clarke, "había una hipótesis principal según la cual los pingüinos sólo alcanzaron regiones en latitudes inferiores hace relativamente poco tiempo tras dos grandes periodos de enfriamiento en la historia de la tierra, una durante el Eoceno hace unos 34 millones de años y más recientemente hace 15 millones de años". "Pero ahora los encontramos en periodos más calientes y muy, muy anteriores", añadió.
bbcmundo.com

domingo, junio 24, 2007

El fitoplancton: ¿alternativa al calentamiento global?(pincha aqui)


El fitoplancton es responsable de la producción del 98% del oxígeno de la atmósfera. Es un bosque gigante subacuático, formado por individuos pequeños. Por supuesto, no debe olvidarse que, como se trata de organismos acuáticos, también los encontramos en los cuerpos de agua continentales, es decir, ríos, lagos, humedales, etc. En teoría todas las especies de vida, incluyendo la humana, deriva del mar. Y de hecho se cree que el fitoplancton es el (ta)n tatarabuelo de todos nosotros. Pero al final es una planta, que forma los grandes bosques y selvas del océano. Por ende transforma CO2 en O2 como parte de su proceso fotosintético.

Villa Gesell transforma sus playas-Manejo costero integrado


miércoles, 20 junio 2007
Con la apertura de las ofertas para los nuevos balnearios, de acuerdo con la segunda etapa del Plan Integrado de Manejo Costero, Gesell avanza de manera exitosa en la erradicación de las viejas estructuras de cemento para dar lugar a modernos paradores de madera con las más altas exigencias de servicio. En esta etapa se presentaron cincuenta y siete oferentes para diecinueve concesiones, las cuales a partir de esta licitación deberán ajustarse a las Directrices de Calidad para Playas y Balnearios publicadas por las Secretarías de Turismo y Medio Ambiente de la Nación. De esta manera, prosigue exitosamente uno de los más ambiciosos planes de recuperación del espacio costero que se hayan encarado en nuestro país y en los principales destinos de playa del mundo. Esta iniciativa es producto de un largo proceso, iniciado a partir de una decisión política de la gestión del intendente Luis Baldo y acelerado a partir de los episodios de erosión sufridos por las costas geselinas. En virtud de esta problemática, se requirió el apoyo de diversos especialistas y actores de la comunidad local, para plasmar una política que hoy es caso testigo en materia ambiental a nivel internacional. Ya en la pasada temporada 2006/2007 Gesell mostró los primeros signos de cambio, a partir de la apertura de veintitrés balnearios enmarcados en los nuevos lineamientos. Más allá de los cambios en los materiales utilizados, las nuevas unidades prevén renovar el concepto del servicio y están planteadas con el moderno criterio del Turismo Accesible, que implica un planteo arquitectónico desprovisto de barreras para las personas con capacidades diferentes. Asimismo, el plan de playas geselino contempla medidas como el reemplazo de la avenida Costanera por una rambla de madera, y la instalación de sistemas de enquinchado que permitan recuperar las arenosas y extensas playas que tradicionalmente caracterizaron a la Villa. El Plan Integrado de Manejo Costero, aprobado por ordenanza 2050 del año 2006, contempla también sistematizar de forma conjunta con los prestadores la limpieza de las playas, generar campañas de información y educación medioambiental, las más exigentes medidas de seguridad para los bañistas y sistemas de monitoreo para la calidad de las aguas y arena. También es un principal postulado la conservación de la flora y fauna autóctona y la defensa de la topografía original de las playas de Gesell, Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul

Los Icebergs son "hervideros ecológicos"


Al derretirse, los icebergs liberan minerales, que absorbe el fitoplancton, lo que come el kril.Los icebergs a la deriva son "hervideros de biodiversidad", que permiten a las aguas circundantes absorber más dióxido de carbono, indica un estudio.


Científicos estadounidenses hallaron que los minerales liberados por los icebergs que se derriten potencian el florecimiento del fitoplancton, que absorbe CO2. Estas plantas microscópicas son ingeridas luego por el kril, unos organismos parecidos a los camarones, cuyos desechos -que contienen el carbono- se hunden hasta el fondo del océano. Este descubrimiento científico fue publicado por la revista Science Express.
El estudio, llevado a cabo en diciembre de 2005 cerca de la Antártica, en el Mar de Weddell, ayuda a los expertos a comprender el impacto de los icebergs a la deriva en su ecosistema marino.

Ricos centros de vida marina
El número de icebergs en las inmediaciones de la Antártica ha aumentado en las últimas décadas a consecuencia del calentamiento global, aseguran los científicos en el informe.
Vamos a regresar y estudiaremos icebergs más pequeños
Ken Smith
"Conseguimos una imagen satelital que cubre aproximadamente 11.000 km cuadrados, y contamos el número de iceberg en ese área", explicó Ken Smith, un oceanógrafo de Monterrey Bay Aquarium Research Institute, California.
"Teníamos unos mil icebergs", dijo.
El equipo concentró sus esfuerzos de investigación en dos de ellos, uno que medía 2 km por 0,5 km, y otro de 21 km de largo y 5 km de ancho.
Utilizando instrumentos que incluían una red de arrastre y un vehículo a control remoto (ROV) con cámara de video, los estudiosos tomaron muestras desde los bloques de hielo hasta una distancia de 9 km.
Notaron un "enriquecimiento sustancial" de minerales, fitoplancton, kril y aves marinas en las inmediaciones del iceberg -hasta los 2,3 km de distancia- en comparación con otras aguas sin icebergs.

Producción y absorción
El estudio de Science Express permite a los científicos atisbar la importancia de los icebergs."Estos resultados indican que los icebergs a la deriva pueden impactar sustancialmente el ecosistema del Océano Antártico, y pueden servir como zonas de producción potenciada y absorción de dióxido de carbono orgánico", publica Science Express.
Smith dijo que estos estudios continuarán en 2008, con investigaciones más exhaustivas.
"El 90% de los icebergs en el área eran más pequeños que los que estudiamos", dijo a la BBC.
"Vamos a regresar y estudiaremos icebergs más pequeños para calcular qué tan importantes son; para ver si también provocan un enriquecimiento en las aguas que los circundan", explicó.

lunes, junio 18, 2007

El derretimiento de los casquetes polares


El pasado mes de Marzo, con motivo del año polar internacional, la prestigiosa revista científica “Science” publicó varios estudios sobre la evolución reciente y futura de los casquetes polares. Eduardo Velázquez de Globalizate (Para Kaos en la Red)


Todos ellos destacan un hecho indiscutible; las masas de hielo continentales y oceánicas de ambos polos están cambiando más rápido de lo que suponíamos y han perdido un enorme volumen durante las últimas décadas debido a los efectos del calentamiento globalLas personas que investigan la dinámica de las masas de hielo terrestres siempre han creído que ante un incremento sostenido de la temperatura media global, las masas de hielo no polar (glaciares de montaña) responderían rápidamente, reduciendo su volumen en apenas unas décadas. La respuesta de las masas de hielo polar, sin embargo, sería mucho más lenta. No ha sido así.
Durante las últimas décadas la evolución de los casquetes polares se ha seguido de una forma mucho más precisa debido a la disponibilidad de imágenes de satélite con mayor resolución espacial y a la mejora de las técnicas de análisis de las mismas. Cada vez conocemos más detalles acerca de lo que está pasando en las masas de hielo polar continentales (principalmente la Antártida y Groenlandia) y oceánicas (Océano glacial ártico) debido al incremento de temperaturas de las últimas décadas, y cuanto más sabemos sobre los casquetes polares, más tenemos la seguridad de que, aunque su retroceso está siendo más lento que el de los glaciares de montaña, también está siendo más rápido de lo que suponíamos (1).

La Antártida
eSegún Sheperd y Wingham (2), la gran masa de hielo continental que cubre la Antártida ha experimentado variaciones muy diferentes en su zona oriental y occidental. La enorme placa de hielo de la Antártida Oriental ha ganado 25 Gt de hielo por año, pero, incluso aquí, existen dos glaciares, (“Totten” y “Cook”), cuya superficie ha disminuido (5 y 2,4 km3 al año respectivamente). Por el contrario, la placa de hielo de la Antártida Occidental ha perdido 50 Gt de hielo por año. El sector de la misma correspondiente al glaciar “Pine Island” retrocedió 1,2 Km. y disminuyó su grosor 1,6 m por año entre 1990 y 2000, lo que ha causado una “dulcificación” del agua del cercano Mar de Ross. Es interesante destacar que, aunque la mayor parte de los glaciares de la Antártida que están retrocediendo están situados sobre el agua, las pérdidas de hielo en el borde exterior oceánico de los glaciares han provocado una aceleración en el flujo de hielo de la parte interior, situada sobre el continente, en dirección hacia el océano, lo que hace que puedan registrarse avances futuros en el glaciar que no suponen un aumento de la masa de hielo total. Por otra parte, Fricker y sus colaboradores (3) sugieren que el aumento en la elevación sobre el nivel del mar detectado en algunos glaciares de la Antártida se debe a la existencia de un activo movimiento de agua en el lecho del glaciar, es decir, en los casos en los que el hielo parece no derretirse en superficie, puede estar derritiéndose en el interior.
Groenlandia
Groenlandia se está derritiendo a pasos agigantados. Entre los años 1990 y 2006, la masa de hielo continental situada sobre esta isla ha perdido la abrumadora cantidad de 100 Gt de hielo al año (2). Ian Howat y sus colaboradores (4) estudiaron la evolución de los dos glaciares más grandes de Groenlandia, el “Helheim” y el “Kangerdlugssuaq” entre los años 2000 y 2004, y han encontrado un patrón muy interesante. Entre 2000 y 2004, estos glaciares aumentaron su descarga de hielo en el océano, experimentando un fortísimo retroceso. Sin embargo, al mismo tiempo que retrocedían, disminuía su grosor y aumentaba la velocidad del flujo del hielo desde el continente al océano en el interior de los mismos. Esto terminó provocando un avance de su borde exterior oceánico, que en 2006 se encontraba en una posición muy similar a la de 2000.
Este avance, al igual que en la Antártida, resultaba engañoso, puesto que lejos de suponer un incremento en la masa de hielo del glaciar, no era sino una respuesta a la pérdida de hielo en el borde exterior oceánico del mismo. No hay que olvidar que, aunque parezca que no lo hacen, los glaciares se mueven. Un glaciar es en realidad un lentísimo “río de hielo” y, según pierde hielo, su borde exterior tiende a expandirse. Howat y colaboradores afirman que si estos cambios en los glaciares de Groenlandia son el resultado de los cálidos veranos recientes, un calentamiento continuado durante las próximas décadas podría causar un enorme retroceso en los glaciares de la isla.
Andrew Shepherd y Duncan Wingham (2) también nos comentan que el derretimiento de la masa de hielo de Groenlandia durante el verano es cada vez mayor y se está extendiendo. El derretimiento provoca la formación de grandes lagunas en la superficie de los glaciares y el agua de estas se cuela por las grietas existentes en la masa de hielo hasta alcanzar el lecho del glaciar. La presencia de una mayor cantidad de agua en esta zona acelera (aún más) el flujo de hielo en dirección al océano.
El Océano Glacial Ártico
A diferencia de la Antártida y Groenlandia, la masa de hielo existente sobre el Océano Glacial Ártico no se sitúa sobre continente alguno, por lo que el derretimiento de la misma no supone cambios apreciables en el nivel del mar, aunque sí resulta enormemente indicativo del aumento de la temperatura media global. Es importante señalar que la extensión de los hielos en el Océano Glacial Ártico no es la misma, sino que varía entre los distintos meses del año, alcanzando una superficie máxima en Marzo (al final del invierno) y una superficie mínima en Septiembre (al final del verano).
Pues bien, a partir de imágenes de satélite, Mark Serreze y sus colaboradores (5) han estudiado los cambios en la extensión de la masa de hielo del Océano Glacial Ártico, mes a mes, entre los años 1979 y 2006, y han encontrado que durante este periodo, en cada uno de los meses del año, la extensión del hielo ha ido siendo cada vez menor año tras año. La menor extensión se alcanzó en Septiembre de 2005. En este mes los hielos ocuparon 5,56 millones de km2, ¡¡una extensión un 21% menor respecto a la extensión media de los hielos para ese mismo mes entre los años 1979-2000!!.
Los hielos del Océano Glacial Ártico han reducido su extensión debido al gran aumento que ha sufrido las temperatura superficial del aire en esta zona en cada uno de los meses del año (especialmente en primavera), y a los cambios que han tenido lugar en los patrones de circulación atmosférica y oceánica durante el periodo 1979-2006. Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el aumento de la concentración de CO2 y otros “gases de efecto invernadero” en la atmósfera?... Para responder a esta pregunta, los autores de este trabajo hicieron predicciones de futuro a partir de sus datos, utilizando los mismos modelos de simulación climática mencionados en el cuarto y último informe del IPCC (IPCC AR4 según sus siglas en inglés), y comprobaron si coincidían o no con las predicciones realizadas en este último.
La respuesta ha sido afirmativa; la pérdida de hielo detectada en su trabajo, con una acusada disminución de la extensión mínima anual en Septiembre, ha coincidido con lo predicho por los modelos climáticos, lo que resulta revelador. La frase final del artículo es especialmente firme: ‘Dada la coincidencia entre las observaciones y los modelos, la transición hacia un Océano Glacial Ártico libre de hielo durante el siglo XXI debido al calentamiento global parece cada vez más posible. Las incertidumbres, en todo caso, versan sobre el momento concreto en el que esto ocurrirá, en cómo de rápida será esta transición y en que impactos provocará este “nuevo estado” en el Ártico y en el resto del globo.’
Recapitulando, las masas de hielo de los casquetes polares están experimentando cambios importantes, aunque la importancia de los distintos procesos varía entre las mismas. Evidentemente, no están ocurriendo las mismas cosas, ni con la misma rapidez, en Antártida, Groenlandia o el Océano Glacial Ártico, sin embargo, hay un hecho indiscutible, y es que las masas de hielo han experimentado una gran disminución durante las últimas décadas. Asimismo, aunque tienen un cierto margen de error, las predicciones futuras, realizadas a partir de datos cada vez mejores (cuantitativa y cualitativamente), apuntan a que esta tendencia va a seguir durante el próximo siglo (6).
(1) Truffer M. y Fahnestock M. 2007. Rethinking ice sheets time scales. Science 315: 1508-1510.(2) Shepherd A. y Wingham D. 2007. Recent sea-level contributions of Antarctic and Greenland ice sheets. Science 315: 1529-1532.(3) Fricker H.A., Scambos T., Bindschadler R. y Padman, L. 2007: Science 315, 1544. (4) Howat I.M., Joughin I. y Scambos, T.A. 2007. Rapid changes in ice discharge from Greenland outlet glaciers. Science 315: 1559-1561.(5) Serreze M.C., Holland, M.M. y Stroeve, J. 2007. Perspectives o­n the Arctic´s shrinking sea-ice cover. Science 315: 1533-1536.(6) Vaughan, D.C. y Arthern, R. 2007. Why is it hard to predict the future of ice sheets?. Science 315: 1503-1504.

jueves, mayo 31, 2007

Descubren más de 700 nuevas especies en las profundidades del Océano Austral


MADRID.- Un equipo internacional de investigadores ha descubierto más de 700 nuevas especies, en su mayor parte pequeños crustáceos, en las profundidades marinas del Océano Austral, en la Antártida. Las conclusiones de su trabajo, que se realizó en tres expediciones entre los años 2002 y 2005, se publican ahora en la revista 'Nature'.
Los investigadores han descubierto 585 nuevas especies de crustáceos en las profundidades del Océano Austral gracias a tres expediciones integradas en un proyecto sobre biodiversidad de los fondos marinos de la Antártida, el 'Antartic benthic deep-sea biodiversity' (ANDEEP).
Los científicos descubrieron niveles inesperados de biodiversidad en esta localización que permanecía sin estudiar, un hallazgo que contradice las suposiciones que señalaban que la diversidad de las profundidades marinas era menor en esta área oscura y de grandes proporciones.
En sus expediciones, dirigidas por Angelika Brandt de la Universidad de Hamburgo (Alemania), los investigadores recogieron especímenes biológicos y datos medioambientales de diferentes regiones de entre 774 y 6.384 metros de profundidad bajo la superficie del Mar Weddell, situado al noroeste del continente antártico, y las áreas colindantes.
El Mar Weddell es un recurso importante de agua profunda para el resto del océano y proporciona una posible ruta para que las especies entren a estas aguas. Además, el equipo de científicos descubrió faunas de aguas profundas que también se encuentran en las comunidades de las placas adyacentes y en otros océanos.
Los investigadores identificaron 674 especies de isópodos, un orden de crustáceos, de los que más del 80% eran desconocidos. En algunas regiones, determinados grupos de isópodos y gusanos marinos incluían especies invasoras procedentes de la placa continental profunda del Océano Austral.
Las especies que vivían en las partes más profundas del Mar Weddell tendían a tener vínculos más fuertes con otros océanos, en particular si se habían dispersado con facilidad, como ciertas amebas. Pero aquellas especies de dispersión pobre, como los isópodos, los gusanos nematodos y los pequeños crustáceos eran especies específicas del Océano Austral.
Las tres expediciones se realizaron a bordo del buque de investigación alemán Polarstern entre los años 2002 y 2005. Un equipo internacional procedente de 14 organizaciones internacionales investigó el manto marino, sus cordilleras continentales y los cambios en las aguas profundas para crear una imagen de esta poca conocida región del océano.

El primer barco solar del mundo cruzó el Atlántico


En casi siete meses, cruzó el Océano Atlántico sin consumir una gota de combustible. Fue todo un desafío para los cinco tripulantes del Sun 21. La embarcación arribó a Nueva York proveniente del Puerto de Basen en Suiza. Christoph Bubb, cónsul de Suiza en Nueva Cork, dijo: “en el agua, el Sun 21 ha marcado un nuevo paradigma en el uso de la energía solar”. El viaje transcurrió sin grandes dificultades. Los dioses de la meteorología fueron benignos, aun cuando la tripulación tuviera a veces que navegar en un mar agitado y sorteando olas de hasta siete metros. “A los marineros usualmente no nos gusta dar discursos, pero esta vez es diferente. Me siento como si quisiera gritarle al mundo que el sol es la fuente de energía del futuro”, expresó Michael Tunney, navegante del Sun 21. De 14 metros de largo y 6 de ancho, el catamarán pudo navegar a 16 kilómetros por hora y atravesar siete mil millas náuticas. Para los científicos, la experiencia les deja datos útiles para mejorar los sistemas de aprovechamiento de la energía solar. “Ahora nos enfrentamos a otro reto: el cambio climático. Nosotros con el Sun 21 queremos mostrar lo que se necesita hacer a gran escala con un ejemplo de menor escala”, comentó Martin Vosseler, oficial de Física del Sun 21. Con esta travesía por el Atlántico, el barco entró en el libro de los récords Guiness.

jueves, mayo 17, 2007

¡El olor a mar lo produce una bacteria!


Aseguran que el "olor a mar" es producido por una bacteria. Dejando de lado cualquier otra teoría casera, el estudio indica que el "responsable" del particular aroma que se percibe en la orilla del mar es un gas fuertemente oloroso llamado dimetil sulfuro.

17.05.07
El peculiar aroma a mar que genera una saludable sensación de bienestar, es producido por un microbio que vive en los lodos de las salinas y emite un gas responsable de esta percepción olfativa, afirmó una investigadora del Conicet. Durante una conferencia sobre el mar organizada por el Conicet y la fundación Ecocentro y dictada en Buenos Aires, la investigadora Matilde Otero Losada explicó que "el responsable del particular olor de la orilla del mar es un gas fuertemente oloroso llamado dimetil sulfuro (DMS)". "El profesor Andrew Johnston junto a su equipo de la Universidad de East Anglia aisló a principios de este año esta bacteria en los lodos de las salinas de Stiffkey, en la costa de North Norfolk", en el Reino Unido, dijo la especialista en investigaciones sensoriales del Conicet. Este equipo pudo identificar el gen responsable de la emisión y producción de un gas fuertemente oloroso responsable de esta percepción olfativa: el dimetil sulfuro (DMS), lo que le valió la publicación del trabajo en la revista científica Science. "Los científicos identificaron hace tiempo al dimetil sulfuro, pero no el mecanismo responsable de su producción, por lo que, aislando este único gen de Marinomonas y clonándolo en otras bacterias normales, han podido descifrar ahora el proceso metabólico por el que se produce el DMS", explicó Otero Losada durante una conferencia en la librería El Ateneo. Así, el olor a mar quedó así identificado y pudo ser "embotellado" en tubo de ensayo. Un gas muy particularEl DMS es un gas fuertemente oloroso, agradable en concentraciones bajísimas y desagradable en concentraciones altas -el olor y su componente hedónico (placer-displacer) varían con la concentración en la mayoría de las sustancias aromáticas-, y tiene un efecto tónico-estimulante en los seres humanos. La sustancia se encuentra en las trufas y es la que atrae a los cerdos en la detección de esa especie de hongo. Es también la responsable del característico olor a repollo hervido y señala las fuentes de alimento para las aves que sobrevuelan los océanos. No existe efecto tonificante farmacológicamente comprobado del mar, pero, si bien no se debe a las características inherentes del olor en cuestión, el efecto estimulante-energizante del aroma a mar es perceptible. "El olfato es un sentido emocional más que intelectual y esa sensación sobre el peculiar olor marítimo es atávica y nos remonta a una cuestión culturalmente adquirida, que depende del contexto y no del estímulo aislado", dijo Otero Losada. No es el olor en sí, en cuanto a composición química se refiere, sino el olor asociado al contexto y como huella que se transmite de generación en generación, como parte del acervo genéticamente incorporado a lo largo de la evolución de la vida en el planeta. Neuroanatómicamente, la vía olfativa recorre los mismos centros encefálicos que sirven de asiento a la memoria y el aprendizaje (circunvolución del hipocampo), así como el tono emocional (núcleo amigdalino) influye en la respuesta hormonal (hipotálamo e hipófisis), las sensaciones de hambre y saciedad (hipotálamo), y en las funciones digestivas, la motilidad gastrointestinal y la frecuencia cardíaca. "El aire es esencial para la vida e invariablemente huele a algo; en consecuencia, el cerebro permanentemente recibe esa información, que no está bajo dominio entero de la voluntad porque hay que respirar y, aunque el olor sea desagradable, es un reflejo de vida", concluyó la investigadora.