jueves, noviembre 30, 2006

Ballenas, ¡apurate a verlas!


A pesar de la condena internacional y el escaso apoyo interno partieron el 15 de noviembre desde Shimonoseki (Japón) seis barcos con el plan de cazar casi mil ballenas de las especies minke y aleta.Algunas de las especies que serán capturadas como la ballena minke (Balaenoptera bonaerensis) suelen avistarse en costas y el mar territorial de la Argentina y Brasil. En lo que se ha descrito oficialmente como un "estudio de viabilidad" para la expansión de la cacería "científica" de ballenas, la flota japonesa planea arponear 935 ballenas minke y 10 ballenas de aleta, ambas enlistadas en el Apéndice I (el de mayor riesgo de extinción) de la CITES (Convención Internacional sobre Trafico de Especies Amenazadas) de las Naciones Unidas. "Decir que el programa de caza de ballenas es una investigación es un insulto a la ciencia y al propio pueblo japonés", manifestó Junichi Sato, director de la Campaña de Océanos de Greenpeace Japón. "Este programa es una débil excusa para promover una reanudación de una caza comercial a gran escala, a pesar de no existir mercado interno en Japón", concluyó Sato. En Latinoamérica se realiza un aprovechamiento sostenible, no letal de los cetáceos mediante su contemplación o turismo de avistamiento, lo que genera beneficios sociales, educativos y económicos para la región, la expansión de la caza de ballenas es una amenaza para las economías costeras del Continente que de ellas dependen. En 88 países, su mayoría en desarrollo, se practica el turismo de avistamiento, sólo Japón, Islandia y Noruega continúan con la cacería a pesar de la falta de demanda interna en los tres. Recientemente, en respuesta a una propuesta para exportar carne de ballena cazada en Islandia, el embajador del Japón admitió que existe una gran cantidad de carne de ballena almacenada en frigoríficos que no se han podido aún volcar al mercado, a raíz de la escasa demanda que tiene el producto en el mercado.
Un encuesta en Japón que se llevó a cabo en junio de 2006 mostró que un 95% de ciudadanos nunca o raramente consumen carne de ballena, y más de un 70% no apoya la caza de ballenas en el Océano Austral.

Texto enviado por Mariana Díaz Vaccaro
http://whales.greenpeace.org/espanol

domingo, noviembre 26, 2006

Un pulpo gigante

El pulpo gigante del pacífico es el de mayor tamaño y el que vive más tiempo de todas las especies de pulpo conocidas. El animal de mayor taaño encontrado midió 9.1 m y pesó 272 kg, aunque en promedio tienen 5m y 50 kg de peso. Alcanzan los 4 años de vida y el macho y la hembra mueren luego de reproducirse. Las hembras cuidan los huevos y no se alimentan en ése período que dura unos cuantos meses. Este animal fantástico posee una gran cabeza y es de color rojizo- amarronado, pudiendo cambiar el color de su piel mimetizándose con tomando patrones y texturas variadas. Así puede pasar inavertido para sus presas y/o depredadores.Habita el norte del Océano Pacífico.

jueves, noviembre 23, 2006

¡Se encoge el tiburon ballena!

El tiburón ballena, que suele medir hasta veinte metros de largo, se está encogiendo, dicen investigadores en Australia.

El nuevo estudio fue descrito como "preocupante" por los investigadores.En una década, la talla media de esta especie se ha reducido de siete a cinco metros.
Una de las causas de esta reducción, creen los investigadores, es la sobrepesca de esta especie que en algunos países asiáticos se utiliza como alimento.
Raúl García, responsable de pesca del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), dijo a BBC Mundo que "esta es una especie pesquera y en recursos pesqueros una disminución de la talla media es claramente una señal de sobreexplotación".
Los investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS en sus siglas en inglés), creen que esta sobrepesca está también causando una reducción de la población.
Preocupante
El tiburón ballena (Rhincodon typus) es una inmensa criatura que puede llegar a pesar más de 20 toneladas.
El animal que habita principalmente en mares de aguas tropicales, se alimenta principalmente de plancton, pequeños peces y organismos marinos.
El pez ha sido catalogado como "vulnerable" en la Lista Roja de Especies Amenazadas y los autores describen el estudio como "un indicio muy preocupante".
Los datos sobre la talla y números de la especie fueron recopilados por el Parque Marino Ningaloo, una compañía de ecoturismo que organiza expediciones para observar y nadar con los tiburones ballena, en la costa noroeste australiana.
Pero también hay otras investigaciones que apoyan estos resultados.
Y esta no es la única especie de tiburón en riesgo.

Se conoce muy poco sobre las rutas migratorias de esta especie."De las cerca de mil especies de tiburón, un porcentaje muy alto está siguiendo la tendencia del tiburón ballena", explica Raúl García.
Agrega que "algunas especies de profundidad han sufrido disminuciones de cerca de 95% de la población".
Los investigadores australianos están particularmente preocupados por el encogimiento del tiburón ballena porque se cree que esta especie sólo alcanza la madurez sexual al medir seis o siete metros.
La especie puede vivir hasta 150 años y alcanza la madurez sexual alrededor de los 30 años.
Tal como explica Raúl García del WWF, el tiburón ballena, igual que otras especies de tiburón "es sumamente vulnerable a la sobreexplotación debido a su larga expectativa de vida y bajos niveles de reproducción".
"Así que claramente es una especie en riesgo y la disminución de su talla podría deberse a la captura accidental y la sobreexplotación pesquera", afirma.
"Esta es una señal clara de que se está capturando por encima de la capacidad de reproducción de este animal, por eso deben establecerse planes concretos para su explotación".

sábado, noviembre 18, 2006

¿Delfines terrestres?


Científicos japoneses hallaron un delfín nariz de botella con cuatro aletas. Estas pequeñas aletas que se ven en la foto podría ser la llave que permita concoer el origen terrestre de éstos animales. El delfín fue capturado vivo en la costa sudoeste de Japón y llevado el día 28 de octubre al museo Taiji Whaling para su estudio.
Los delfines usualmente tiene dos aletas y esta aparacicón suponen puede tener alguna razón hasta el momento desconocida, pero permitirá estudiar el paso de los mamíferos al ambiente acuático.

domingo, noviembre 12, 2006

¡Qué tiburón!

Comparación entre el tamaño del tiburón Carcharodon megalodon y un yate

¡¡¡¡Monstruos marinos!!!!




Tremenda mordida
Medía unos 15 metros de largo, pesaba 4.5 toneladas y poseía unas fauces con las que habría engullido un refrigerador de un solo bocado. Sin embargo, sólo podemos imaginar cuál pudo ser el aspecto del Carcharodon megalodon, extinto hace un millón de años. Aunque los dientes del antiguo escualo se cuentan entre los restos más abundantes de animales prehistóricos —esta imagen de 1927 muestra un diente de megalodonte de 15 centímetros que enmarca el de un gran tiburón blanco moderno—, muchos de sus esqueletos, al ser de cartílago, se descompusieron con demasiada velocidad como para formar parte del registro fósil.

por: Margaret G. Zackowitz Fuente: National Geographic

miércoles, noviembre 08, 2006

Los corales ¿dejaron de reproducirse?


Martes, 7 de noviembre de 2006.
Por Gloribel Delgado Esquilín / Especial para El Nuevo Día
El “colapso reproductivo” podría estar atado al calentamiento de las aguas ocurrido en el 2005

Los corales de la costa noreste y suroeste de la Isla no registraron este año su reproducción de huevos y espermas.
Por primera vez en décadas, los corales de la costa noreste y suroeste de Puerto Rico no registraron este año su reproducción de huevos y esperma, evento natural conocido como desove marino coralino. Se esperaba que el fenómeno se diera la segunda semana agosto o de septiembre, pero no ocurrió.
El desove masivo coralino ocurre cuando millones de huevos y espermas de coral se liberan al agua para fecundarse y formar una larva llamada plánula.
“Estuvimos tres días observando los arrecifes de Culebra y no vimos nada”, explicó el Coordinador del Grupo de Investigación del Arrecife de Coral de la Universidad de Puerto Rico, Edwin Hernández Delgado, encargado de estudiar y documentar los arrecifes de Culebra por los pasados 12 años. Ernesto Weil, biólogo marino del Departamento de Ciencias Marinas del Recinto Universitario de Mayagüez, documentó el mismo fenómeno en los arrecifes de La Parguera.
Este fenómeno conocido como el desove masivo coralino, ocurre usualmente entre la quinta y octava noche después de la luna llena de agosto o septiembre, cuando millones de huevos y esperma de coral se liberan al agua para fecundarse y formar una larva llamada plánula. Según la especie de coral, la plánula nada en el agua desde minutos a semanas hasta establecerse en un fondo rocoso del arrecife, formar un coral juvenil y fomentar el crecimiento de este delicado ecosistema.
Algunos conocedores la comparan con una “tormenta de nieve invertida”, un momento en que peces, calamares, estrellas y muchos otros animales aprovechan para acercarse al arrecife de coral y disfrutar de ese banquete.
Según explicó el científico, este año el “colapso reproductivo” podría estar atado al calentamiento de las aguas del 2005. El calentamiento de los mares del año pasado sobrepasó los límites máximos mensuales de temperatura de la superficie del mar en Puerto Rico, según los documenta la Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). Este límite de temperatura es de 83.3 grados Fahrenheit.
“El año pasado hubo una acumulación de un período de más de 14 semanas con temperaturas que sobrepasaron los 89.2 Farenheit. Incluso en unos arrecifes de aguas llanas en un área conocida como Cayo Largo en Fajardo, registramos una temperatura de 91.6 Farenheit en septiembre del 2005, lugar en el cual ocurrió una mortandad masiva de corales”, explicó el profesor universitario, sobre este calentamiento de las aguas entre la última semana de agosto y la primera de septiembre del 2005.
Según datos científicos, este calentamiento de las aguas ha provocado un blanqueamiento histórico de 52 especies de corales pétreos. “Este es el récord para un solo sitio”, explicó Hernández Delgado. “Posterior a este evento, se registró una mortandad masiva de corales debido a un brote de una enfermedad. A nivel isla, ha sido el más fuerte en términos de mortandad de corales. Ninguno como éste”.
De la mitad de los corales en Puerto Rico evaluados por Hernández, durante el 2005 se blanquearon en más de un 80% y 14 especies de corales constructores, a cargo de la formación del arrecife, se blanquearon en un 100%.
El calentamiento no sólo afectó las costas de Puerto Rico, sino también las Islas Vírgenes, así como otras islas del noreste del Caribe. El blanqueamiento ocurre cuando el arrecife está expuesto a estrés ambiental, provocando que las algas que viven del coral, conocidas como zooxantelas, se desprenden del coral dejándolo sin pigmentación. Esto hace que el coral quede transparente sobre el esqueleto blanco del animal, causándole hambruna, reduciendo sus tasas de crecimiento, y debilitando su capacidad de tolerar perturbaciones ambientales y su habilidad para recuperarse.
En este caso, el calentamiento excesivo de las aguas trajo consigo una gran cantidad de enfermedades que ha atacado a los arrecifes, exterminando corales antiguos y delicados y en el peor de lo casos, ha desaparecido algunas especies en áreas específicas. “Trece meses después del suceso, muchos corales siguen aún blanqueados. Un fenómeno de estrés en un período corto puede permitir al arrecife restablecerse. Pero este fue tan largo y con condiciones de estrés tan dramáticas, que enfermedades como ‘la plaga blanca’, y condiciones nuevas alteraron el mecanismo de defensa de los corales”, explicó Hernández Delgado.

miércoles, noviembre 01, 2006

Devoradores de ballenas....¡¡muertas!!

Científicos que estudian esqueletos de ballenas en el Monterey Canyon anunciaron el descubrimiento de dos nuevas especies de invertebrados que comen los huesos de las ballenas muertas. En un artículo de la revista “Science” de julio, los investigadores describen a estos gusanos que difieren en su estructura y en su forma de alimentación a cualquier otro animal conocido.No tienen ojos, patas, bocas o estómagos, pero tienen coloridas extensiones semejantes a plumas y raíces verdes. Usan estas raíces para infiltrarse en los huesos de las carcazas de las ballenas, consumiendo la grasa y el aceite con la ayuda de bacterias simbióticas.El biólogo marino Greg Rouse, del South Australian Museum, trabaja con los científicos Shana Goffredi y Robert Vrijenhoek del Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) para clasificar al nuevo organismo colocándolo en un nuevo género llamado “Osedax”, del latín “devorador de huesos”.

Foto de laboratorio de uno de los gusanos devoradores de huesos Osedax frankpressi, que ha sido extraído de un hueso de ballena. Normalmente sólo la plumas rojas y blancas y el tronco rosa son visibles. Las raíces verdosas y los ovarios blancuzcos están dentro del hueso. La característica mas visible de Osedax rubiplumus y Osedax frankpressi es su rojizo plumaje que extiende en el agua y actúa como agallas. Las plumas se conectan al tronco muscular que se insertan en un tubo transparente cuando el gusano es molestado. El extremo del tronco, escondido dentro del hueso de la ballena, es un ancho cuerpo en forma de un saco oval. Las raíces verdosas están llenas de bacterias que disuelven el aceite de los huesos. Los científicos inicialmente estaban desconcertados por el hecho de que todos los gusanos colectados eran hembras; sin embargo mientras examinaban un ejemplar de dos a siete centímetros de largo bajo el microscopio, descubrieron que muchas hembras tienen docenas de microscópicos machos viviendo dentro de sus cuerpos. Parecería como si estos machos nunca hubieran dejado atrás su pasado estado larval (sus cuerpos todavía contienen trozos de membrana vitelina) pero tienen copiosas cantidades de esperma. Los investigadores también observaron que las hembras de todos los tamaños estaban llenas de huevos, el co-autor del artículo Vrijenhoek comenta: “Estos gusanos parecen ser el equivalente ecológico de los dandelions (una especie que crece rápidamente, ponen un montón de huevos y se dispersa lejos y ampliamente)” Esta estrategia podría considerar que estos gusanos pueden vivir solamente en ballenas muertas; después que el esqueleto ha sido consumido, todos mueren. Antes que esto suceda deben liberar suficientes huevos o larvas para que puedan ser transportados por las corrientes oceánicas hasta que encuentren otra carcaza donde alojarse.Rouse nota que “Por la inusual anatomía de las hembras estábamos desconcertados acerca de que tipo de animal era Osedax”. Pero después de analizar una porción del ADN, los investigadores determinaron que están cercanamente relacionados con los largos gusanos tubos encontrados en las chimeneas hidrotermales de las profundidades del océano. Ambos géneros obtienen nutrientes con la ayuda de bacterias simbióticas.Posteriores análisis de ADN arrojaron sorprendentes resultados: después de observar variaciones en el ADN mitocondrial (lo que es asumido como un cambio constante a través del tiempo) los investigadores concluyeron que los mas recientes antecesores de estas dos especies de gusanos datan de 42 millones de años atrás, el mismo tiempo en que las primeras ballenas se desarrollaron.La diversidad genética de la especie también sugiere que son parte de una activa población de cría que incluye cientos de miles de individuos, una población que ha estado presumiblemente frente a los ojos humanos en la inmensidad de las profundidades del océano.
Fotomontaje de los restos de una ballena en el fondo del Cañón de Monterey, como apareció en febrero de 2002, poco después de su descubrimiento. Notar el gran número de gusanos rojos cubriendo el cuerpo.Image credit: (c) 2002 MBARI
Después de estudiar una ballena muerta en la bahía de Monterrey (Baja California) por un año y medio, Vrijenhoek y Goffredihan han llegado a la conclusión que las dos nuevas especies de gusanos están en la punta del iceberg (o mejor dicho en la punta de la cola de la ballena). Los restos de esqueletos de ballenas representan una importante fuente de alimentación en un ambiente limitado de comida como son las profundidades del mar. Craig Smith de la Universidad de Hawaii, ha identificado ecosistemas con cientos de diferentes animales que se han desarrollado alrededor de los restos óseos de una ballena. Algunas de estas comunidades pueden ser sostenida por décadas con los huesos saturados de aceite de los cetáceos muertos. Los científicos del MBARI describen la inusual población de animales de los restos óseos de Monterey Canyon en un artículo que será publicado en “Deep Sea Research” en octubre de este año. Como las poblaciones alrededor de las chimeneas hidrotermales, las comunidades de los restos óseos de ballenas envuelven fuentes de comida altamente localizadas y efímeras. En las chimeneas, gases sulfhídricos son consumidos por las bacterias, que a su vez proveen sustento a otros animales. El mismo mecanismo se observa en las carcazas de cetáceos, donde el sulfídrico puede producirse por bacterias que se encuentran en los tejidos de la ballena. Sin embargo, la bacteria simbiótica en Osedax spp. presenta una estrategia evolutiva totalmente diferente: disuelven los lípidos de los huesos (grasas y aceites) directamente para proveer alimento a los gusanos. Es la primera vez que una bacteria que degrada lípidos ha sido observada en una relación simbiótica.Aunque los restos óseos han sido estudiados en diferentes sitios a lo largo de California, los de Monterrey Canyon son los mas conocidos a la fecha. Por su gran profundidad (2891 metros) se puede explicar porque algunos de estos animales nunca había sido visto anteriormente. En adición a las nuevas especies nombradas, los investigadores colectan entre cuatro a seis no identificadas formas de gusanos de las carcazas de ballenas. A pesar de que no son tan raras como Osedax, estos desconocidos animales resaltan la innimaginada biodiversidad y las adaptaciones que tienen los organismos que habitan las profundidades del océano.
Artículo científico citado:
G. W. Rouse, S. K. Goffredi, and R. C. Vrijenhoek, Osedax—bone-eating marine worms with dwarf males. 2004. Science. Vol. 305 #5684 (July 30, 2004).