Es una planta marina de 8 kilómetros
Un equipo internacional de investigadores halló en Formentera lo que podría ser el ser vivo más grande del mundo. Se trata de una macroplanta submarina de ocho kilómetros. Las ramificaciones de la planta llamada posidonia tienen el mismo origen genético, según los científicos a cargo del proyecto Conservación de Praderas Submarinas, en el que participa el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), la Universidad del Algarve (Portugal) y la Universidad de las Islas Baleares (UIB). La investigación de esta planta gigante, según explicó ayer el doctor Carlos Duarte, de Imedea, "demuestra la vulnerabilidad de las praderas marinas, en especial de la posidonia, frente a las prácticas locales, como el turismo o la pesca, y a motivos globales como el calentamiento del planeta". Esto, según continuó el investigador, supone que cada año desaparece entre el 1 y el 2% de las praderas marinas, lo que asciende al 5% en el mar Mediterráneo. Es precisamente en aguas de las Baleares donde se encuentra el 5% de la extensión de la posidonia existente. El ejemplar hallado en Formentera tiene más de 100.000 años de edad. Entre esta isla e Ibiza, según comentó el investigador, se encuentra la pradera más grande de posidonia del Mediterráneo, que cubre una superficie de unos 700 kilómetros cuadrados. El proyecto, del que participan 25 investigadores en la estación científica del Faro de Ses Salines (Mallorca), comenzó en mayo con el objetivo de determinar cómo influyen las praderas marinas en la conservación de los ecosistemas con 400 especies de organismos vivos y en la regeneración de playas. La posidonia crece hasta a 40 metros de profundidad en el mar y es la planta más longeva del planeta, lo que dificultaría su regeneración, ya que requiere mucho tiempo para crecer.
Un equipo internacional de investigadores halló en Formentera lo que podría ser el ser vivo más grande del mundo. Se trata de una macroplanta submarina de ocho kilómetros. Las ramificaciones de la planta llamada posidonia tienen el mismo origen genético, según los científicos a cargo del proyecto Conservación de Praderas Submarinas, en el que participa el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), la Universidad del Algarve (Portugal) y la Universidad de las Islas Baleares (UIB). La investigación de esta planta gigante, según explicó ayer el doctor Carlos Duarte, de Imedea, "demuestra la vulnerabilidad de las praderas marinas, en especial de la posidonia, frente a las prácticas locales, como el turismo o la pesca, y a motivos globales como el calentamiento del planeta". Esto, según continuó el investigador, supone que cada año desaparece entre el 1 y el 2% de las praderas marinas, lo que asciende al 5% en el mar Mediterráneo. Es precisamente en aguas de las Baleares donde se encuentra el 5% de la extensión de la posidonia existente. El ejemplar hallado en Formentera tiene más de 100.000 años de edad. Entre esta isla e Ibiza, según comentó el investigador, se encuentra la pradera más grande de posidonia del Mediterráneo, que cubre una superficie de unos 700 kilómetros cuadrados. El proyecto, del que participan 25 investigadores en la estación científica del Faro de Ses Salines (Mallorca), comenzó en mayo con el objetivo de determinar cómo influyen las praderas marinas en la conservación de los ecosistemas con 400 especies de organismos vivos y en la regeneración de playas. La posidonia crece hasta a 40 metros de profundidad en el mar y es la planta más longeva del planeta, lo que dificultaría su regeneración, ya que requiere mucho tiempo para crecer.
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