Un sismólogo de la Universidad de Washington descubrió una capa de aguas subterráneas de las dimensiones del Océano Ártico que se encuentra en las profundidades del manto terrestre y permite amortiguar el impacto de los movimientos sísmicos.Michael E. Wysession, profesor de ciencias terrestres y planetarias, trabajaba en el diseño del primer modelo tridimensional sobre la atenuación de las ondas sísmicas en el manto, cuando descubrió la existencia de una inmensa acumulación de agua por debajo de Asia Oriental.
Ese “océano subterráneo”, descubierto tras el estudio de 600.000 sismogramas y 80.000 ondas transversales, amortigua la acción de los terremotos. Según Wysession, al enviar ondas sonoras en esa región se observa una enorme amortiguación y poco frenado, lo que corresponde a la presencia de agua en la base del manto.
El fenómeno fue bautizado como “Anomalía de Beijing”, porque se encuentra justo debajo de esa ciudad. “El agua dentro de las rocas desciende con la losa que se hunde y es bastante fría, pero se calienta a medida que aumenta la profundidad, y finalmente la roca se vuelve inestable y pierde su agua. Entonces, el agua se eleva hasta una región superior, que queda saturada con el agua. Si se combina el volumen de esta anomalía con el hecho de que la roca puede contener hasta un 0,1 por ciento de agua, significa entonces que tiene aproximadamente una cantidad de agua equivalente al océano Ártico”, explicó el científico.
Los detalles de la investigación serán publicados próximamente en un libro titulado “El ciclo del agua profunda de la Tierra”, que editará la Unión Geofísica Americana.
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