sábado, abril 22, 2006

Fósiles aclaran dudas sobre hielo


Las capas glaciales de la Antártica se formaron hace 30 millones de años.
El pasaje entre el Atlántico y el Pacífico en el extremo inferior del planeta se abrió hace 41 millones de años, de acuerdo a un estudio de dientes de antiguos peces.
La investigación - publicada en la revista Science - ubica la apertura del Estrecho de Drake en una fecha dos veces más antigua de lo que se pensaba hasta ahora.
Geólogos estadounidenses creen que esa formación generó la corriente oceánica que se arremolina alrededor de la Antártica, y que ello provocó un dramático efecto de enfriamiento.
El continente pasó de ser un exuberante bosque a convertirse en el paisaje gélido que es hoy.
"Afirmamos que ahora tenemos una fecha de apertura del Estrecho de Drake que es suficientemente antigua como para haber contribuido al enfriamiento global", explicó Ellen Eckels Martin, de la Universidad de Florida en Estados Unidos.
"Ilustra el hecho de que la circulación de los océanos puede jugar un rol muy importante en el cambio climático".
Millones de años después, la corriente todavía desempeña un papel protagónico en el mantenimiento del frío antártico.
"Estamos recalentando el mundo a través de los gases invernaderos y esto está llevando a la descomposición de la capa glacial de la Antártica Occidental, y la corriente fría alrededor de la Antártica probablemente esté ayudando a desacelerar ese proceso", afirmó Martin.
Mundo invernadero
El Estrecho de Drake es llamado así en honor a Francis Drake, el capitán inglés que navegó alrededor del mundo en el siglo XVI.

Sudamérica y la Antártica estuvieron unidos en el pasado
El traicionero pasaje de agua entre el extremo sur de Sudamérica en el Cabo de Hornos y las Islas Shetland del Sur, en la Antártica, se formó cuando el "brazo" que unía a Sudamérica y la Antártica desapareció.
El mundo era un lugar muy diferente en ese momento. Los niveles de dióxido de carbono eran tres o cuatro veces los actuales, y el clima era tan cálido que los caimanes tomaban el sol en el alto Ártico.
Pero hace alrededor de 30 millones de años, hubo un dramático cambio en el clima, de cálido invernadero a clima glacial.
El rápido enfriamiento pronto cubrió la Antártica y, a lo largo de varios millones de años, sus pinos fueron reemplazados por glaciares.
Firma química
Hace ya un tiempo que los científicos vienen intentando descubrir las razones de este enfriamiento, y sospechaban que la formación del Estrecho de Drake había cumplido un rol esencial en el proceso.

Los dientes de los peces son del tamaño de un grano de arena
Pero hasta ahora, la fecha de esa apertura no había sido determinada con exactitud: las estimaciones ubicaban esa fecha entre los 15 y 49 millones de años de antigüedad.
El equipo de la Universidad de Florida produjo una fecha más precisa estudiando los dientes de peces recuperados de rocas que se encuentran a más de 300 metros de profundidad en el Océano Atlántico.
Una sustancia química llamada neodimio se acumula en los dientes de los peces cuando se asientan sobre el fondo oceánico.
Las firmas químicas para el Atlántico y el Pacífico son diferentes, lo que permite a los científicos determinar el momento en que agua del Océano Pacífico comenzó a filtrarse en el Océano Atlántico.
Cambio glacial
Las investigaciones muestran que la fisura de las placas de la tierra que causó al abrimiento del estrecho tuvo lugar hace cerca de 41 millones de años, lo que se corresponde con la formación de capas glaciales en la Antártica pocos millones de años después.
Los científicos creen que la formación de la corriente oceánica que circula alrededor de la Antártica tuvo un importante rol en el enfriamiento, ya que desvió las corrientes de agua cálida que llegaban desde el Ecuador.
Los decrecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera pueden también haber contribuido al efecto de enfriamiento, pero su rol relativo todavía está siendo estudiado.

jueves, abril 13, 2006

Curso de Acuicultura a distancia-Inscripción 2006

Acuicultura
Una propuesta para la generación de microemprendimientos.

Curso de extensión universitaria/ formación continua
El presente curso se ha diseñado con el propósito de fomentar la concreción de proyectos en distinta geografía y promover emprendimientos grupales que ayuden a resolver no sólo problemas de alimentación, sino también de índole social. La implantación de proyectos de acuicultura en pequeña escala permite generar un ingreso extra a la organización familiar además de desarrollar aspectos de pertenencia al lugar en el cual se habita. En una escala mayor, este tipo de proyectos ha modificado la estructura económica en distintas regiones, posibilitando nuevas actividades productivas, de alimentación, sociales y turísticas.

Responsables
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales - Servicio Universidad Abierta - Universidad Nacional de Mar del Plata

Destinatarios: público en general con estudios secundarios ( no excluyente)

Modalidad: gestión a distancia. Tutorías vía fax, teléfono y correo electrónico.

Propósito general:

Capacitar recursos humanos para el desarrollo de cultivos acuáticos no tradicionales.

Objetivos:

Incorporar las premias básicas para la instalación, puesta en marcha y mantenimiento de los criaderos de especies acuáticas.

Conocer las especies acuáticas y su potencial como organismos de cría

Evaluar las condiciones de cría de cada especie.

Temáticas:

La acuicultura: tipos y modalidades. Requerimientos básicos: agua y suelo. Instalaciones necesarias. Características biológicas de las especies. Marcos legales y microempresa.

Fechas de Ciclo 2006

- Período de inscripción: 1º al 30 de abril
- Comienzo: 15 de mayo


Materiales: Acceso al curso a traves de Campus e-ducativa.
Carga horaria: 6 meses de duración, con acreditación de 100 hs teórico-prácticas.

Requisitos de aprobación: 4 (cuatro) Trabajos Prácticos y 1 (un) Trabajo final

Equipos intervinientes:

Contenidistas: Dr. Eduardo Vallarino y Dr. Juan C. Mallo- docentes del Departamento de Cs Marinas. Fac. Cs Exactas y Naturales.

Procesamiento pedagógico: Lic. Beatriz Banno – docente Servicio Universidad Abierta.

Evaluación y seguimiento: Prof. Andrea Rainolter – docente Servicio Universidad Abierta.

Costo del servicio: inscripción: $20 y 1 (una) cuota de $90. (Los alumnos extranjeros deberán adicionar el costo de envío). Forma de pago

Si necesita información ampliada sobre algún item en particular ingrese aquí o le pedimos que la solicite enviando un correo electrónico a acuicul@mdp.edu.ar

domingo, abril 09, 2006

El eslabón perdido entre los peces y los animales terrestres vivió hace 375 millones de años en el Ártico canadiense

Era un depredador de agua dulce con dientes afilados, cabeza similar a la de un cocodrilo y cuerpo aplastado.
07/04/2006 - "Tiktaalik roseae" es el nombre con el que ha sido bautizado el animal que se considera el eslabón perdido entre los peces y los animales terrestres. Científicos estadounidenses han recuperado tres esqueletos muy bien conservados en el Ártico canadiense que corresponden a especímenes de entre 1,2 y 2,7 metros de longitud.
Esta nueva especie, que sus descubridores presentan hoy en la revista "Nature", vivió hace 375 millones de años. Era un depredador de agua dulce con dientes afilados, cabeza parecida a la de un cocodrilo y cuerpo aplastado. Su cráneo, cuello, costillas y la parte final de las extremidades parecen de un cuadrúpedo primitivo; la mandíbula, otra parte de las aletas y las escamas son propias de un pez.
Los investigadores aseguran que sus hombros, codos y muñecas eran capaces de soportar su peso en tierra firme. "Tiktaalik difumina los límites entre los peces y los animales terrestres. Este animal es, a la vez, un pez y un tetrápodo", señala Neil Shubin, de la Universidad de Chicago y, junto a Ted Daeschler, de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, uno de los descubridores de esta especie.
El hallazgo es fruto de cinco años de trabajo en el Ártico. Los científicos encontraron los primeros restos de animales del Devónico en la provincia de Nunavut en 2002, pero no volvieron a la región hasta dos años después. Fue entonces cuando dieron con "Tiktaalik" en una formación rocosa de hace 375 millones de años. "En dos semanas, conseguimos tres especímenes articulados de una criatura que sabíamos que estaba en la cúspide de la transición entre los animales acuáticos y los terrestres", recuerda Shubin.
Nuestro pasado lejano
"Tiktaalik" marcó un antes y un después en la evolución. "Este animal representa la transición del agua a la tierra. Es tan parte de nuestra historia como el "Australopithecus africanus" (uno de los primeros homínidos) -señala Shubin-. Cuando hablamos de la muñeca de este pez, estamos hablando del origen de partes de nuestra muñeca. Es nuestra rama de la evolución. Es nuestra muñeca. Es la evolución de nuestro cuello. Es la de nuestro oído. Es nuestro pasado lejano".
El esqueleto del animal sugiere, según los investigadores, que vivía en el fondo de aguas poco profundas y a veces podría salir a tierra durante cortos periodos de tiempo. La estructura ósea de las extremidades anteriores no es la propia de un pez. El hombro, el codo y la muñeca de lo que parece una aleta son los propios de las patas de un animal terrestre. "Es una aleta capaz de soportar a un animal", dice Shubin.
El "pezápodo", como lo llama a modo de broma el investigador estadounidense, debe su nombre al Consejo de Ancianos de los Nunavut, al que los científicos pidieron que propusiera una denominación para la nueva especie. Eligieron "Tiktaalik", que en idioma inuit significa "gran pez de agua dulce".
Consumer

jueves, abril 06, 2006

Hallan el primer animal que pisó la tierra

Sus restos fósiles fueron descubiertos en una isla canadiense, al norte del Círculo Polar Artico
Tras cinco años de excavar y examinar rocas en una fría isla ubicada al norte del Círculo Polar Artico, un equipo de paleontólogos estadounidenses descubrió los restos fósiles de un animal clave en la historia de la vida en la Tierra. Justamente, se trata del primer vertebrado que, hace 383 millones de años, salió del agua y pisó tierra firme. Con sus tres metros de largo y el aspecto de una cruza entre cocodrilo y pez, el Tiktaalik roseae -cuya descripción publica hoy la revista Nature- posee características anatómicas de los peces, pero también de los primitivos animales cuadrúpedos que adoptaron la vida terrestre (los tetrápodos) y se olvidaron de su pasado acuático. "Representa un paso intermedio entre los peces con aletas y los tetrápodos con extremidades, que proporciona un conocimiento único sobre cómo y en qué orden aparecieron las características principales de los tetrápodos", escribieron en Nature los autores del hallazgo, Edward Daeschler, de la Academia de Ciencias Naturales de Estados Unidos, y Neil Shubin, de la Universidad de Chicago. ¿Qué características? Aunque sus miembros anteriores parecían aletas, dio como ejemplo Shubin, "si miramos en su interior, podemos observar un hombro, un codo y una versión primitiva de muñeca, muy similares a las de todos los animales que caminan sobre la tierra. Podía flexionar el codo y extender la muñeca, de modo tal que la punta de su aleta descansase sobre la tierra". "Podía hacer flexiones de brazos", ironizó el paleontólogo, y agregó: "Esencialmente, tenemos un animal que ha sido construido para mantenerse sobre la tierra". "Es un eslabón entre los peces y los vertebrados terrestres que con el tiempo quizá se convierta en un ícono de la evolución como la protoave Archaeopteryx", dijeron los expertos en anfibios primitivos Per Ahlberg, de la Universidad de Uppsala, Suecia, y Jennifer Clack, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, en un comentario del hallazgo publicado en la misma revista científica. "El hallazgo representa lo que todos los paleontólogos y los biólogos evolutivos buscamos: documentar a través del registro fósil cómo se produjeron las grandes transiciones; en este caso, cómo se pasa de un pez a un animal que camina en cuatro patas", comentó a LA NACION la doctora Claudia Marsicano, del Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). La pieza que faltaba Aunque hoy no existen dudas de que los vertebrados de hábitat terrestre descienden de cierto grupo de peces llamados sarcopterigios, cuya característica distintiva son las aletas con forma de lóbulo, los científicos carecían de evidencias fósiles que permitieran comprender cómo se sucedieron las adaptaciones que hicieron posible el paso del agua a la tierra. Más precisamente, había una brecha temporal de casi diez millones de años que separaba a peces como el Panderichthys, que hace 385 millones de años ya prenunciaban ciertos caracteres de tetrápodos pero que aún vivían en el agua, de los tetrápodos más primitivos conocidos a la fecha, que hace 376 millones de años pasaban parte de su vida en tierra firme. Con sus 383 millones de años de antigüedad, Tiktaalik constituye la pieza que permite armar el rompecabezas que vincula ambos bandos, los de agua y los de tierra. "Muestra una combinación de caracteres de pez y de tetrápodo -dijo a LA NACION Per Ahlberg, a través del correo electrónico-. De pez tiene aletas con radios en vez de dedos, y branquias internas; de tetrápodo posee una cabeza y un cuerpo con forma de cocodrilo, ha perdido la cubierta ósea de sus branquias y tiene huesos de extremidad (húmero, radio y cúbito) dentro de sus aletas pectorales." Otros aspectos de su anatomía que lo distancian del acuático Panderichthys son su hocico más alargado (una probable adaptación a la necesidad de respirar y comer fuera del agua) y sus ojos alojados en la parte superior de la cabeza, como los cocodrilos. Además, este quimérico animal tiene cuello, algo de lo que carecen sus ancestros, los peces. Lo único que resta conocer del Tiktaalik es su cola. Aunque los tres ejemplares fósiles recolectados en la canadiense isla Ellesmere están en excelente estado de conservación, todos carecen de cola. "Seguramente tenían una cola recta y corta, con el sencillo contorno de una aleta -sugirió Ahlberg a través del e-mail-. Este es el tipo de cola que tenían tanto el Panderichthys como los tetrápodos más primitivos." Asignaturas pendientes Lo que resta saber es qué empujó a estos peces a salir del agua. La respuesta a este interrogante, en parte, puede hallarse en su entorno. Según Shubin y Daeschler, Tiktaalik vivía en cursos de aguas poco profundas, a cuyas orillas emergían de vez en cuando. Pero, ¿para qué? "Se supone que este animal vivía en ambientes continentales de lagunas y ríos -respondió la doctora Marsicano-. Seguramente se alimentaba de peces y pasaba la mayor parte del tiempo en el agua, pero había desarrollado la capacidad de desplazarse en tierra firme, para ir de una laguna o un río a otro cercano en busca de alimento." En su artículo de Nature, Ahlberg y Clack coinciden en que, en definitiva, "Tiktaalik recorre un largo camino -aunque no todo el camino- en dirección a llenar un vacío fundamental en la pintura que ilustra la transición entre el agua y la tierra". Entonces, ¿qué resta saber sobre el paso de la vida acuática a la vida terrestre de los animales vertebrados? "Algunos grandes cambios ocurrieron entre Tiktaalik y los primeros tetrápodos -respondió Ahlberg-. Es notorio cómo las aletas se convierten en extremidades con dedos y cómo la pelvis se sujeta a la columna. Todavía no sabemos con exactitud cómo ocurrieron esos cambios."
Por Sebastián A. Ríos De la Redacción de LA NACION

martes, abril 04, 2006

El mar un gran basurero!!


Miércoles 29 de marzo, 7:25 AM
México.-Entra en vigor el protocolo que regula el uso del mar como depósito de materiales tras ser ratificado por México

El protocolo de 1996 del Convenio de Londres, que regula más restrictivamente el uso del mar como depósito de materiales, entró en vigor hoy tras la ratificación por parte de México hace 30 días, según informó hoy el Ministerio de Medio Ambiente en un comunicado.
España ratificó el texto en 1999, pero era necesario llegar al Estado número 26, que ha sido México, para que comenzara a aplicarse.
"Constituye un hito en la protección del medio marino a escala global, al regular la utilización del mar como depósito de materiales de forma más restrictiva a como se venía haciendo hasta ahora --añade--. Este Protocolo incluye en su ámbito geográfico, las aguas, el lecho marino y el subsuelo de todos los mares, dejando a la libre elección de los Estados la inclusión en su ámbito de aplicación de las aguas interiores".
Así, se trata de un marco más actualizado y completo para la protección general del medio marino que el Convenio de Londres original de 1972, incluyendo los principios emanados de la Agenda 21 y el Plan Global de Desarrollo Sostenible de la Cumbre sobre Desarrollo y Medio Ambiente celebrada en Río de Janeiro en 1992.
Respecto al Convenio original los avances que pueden considerarse más significativos son la inclusión de los principios de "precaución" y de "quién contamina paga", así como la denominada "Lista inversa", que viene a prohibir el vertimiento al mar de cualquier tipo de desecho con la única excepción de los siete tipos de materiales que se recogen en su Anejo número 1 y para cuyo vertido al mar se han desarrollado unas directrices genéricas y, en algunos casos, unas específicas para cada tipo de desecho.
El protocolo establece como desechos u otras materias cuyo vertimiento podrá considerarse materiales de dragado; fangos cloacales; desechos de pescado o materiales resultantes de las operaciones de elaboración del pescado; buques y plataformas u otras construcciones en el mar; materiales geológicos inorgánicos inertes; y materiales orgánicos de origen natural.
Asimismo, podrían considerarse objetos voluminosos constituidos principalmente por hierro, acero, hormigón y materiales igualmente no perjudiciales en relación con los cuales el impacto físico sea el motivo de preocupación, y solamente en aquellas circunstancias en que esos desechos se produzcan en lugares, tales como islas pequeñas con comunidades aisladas, en que no haya acceso práctico a otras opciones de evacuación que no sean el vertido

Descubriendo el Planeta Océano



(Ciencia@NASA) El escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke dijo una vez: "Cuan inadecuado es llamar al planeta Tierra, cuando en realidad es Océano".

Los océanos de la Tierra son únicos en el sistema solar. Aunque el agua en estado líquido cubre el 70% de nuestro planeta, ningún otro mundo (hasta donde sabemos) posee ni siquiera una sola gota de agua sobre la superficie.
Nuestro planeta sería inhabitable sin los océanos. Estos atenúan las temperaturas extremas durante las estaciones; evaporan y proveen de agua para la vida sobre la tierra; y la vida marina constituye un eslabón clave en la cadena alimenticia a nivel planeta. Más aún, los océanos juegan un rol importante, pero hasta ahora no muy bien entendido, en los cambios de clima.
Es claro que el conocimiento de los océanos es importante, aunque lo que yace debajo de las olas permanece inexplorado e invisible desde la superficie. Ahora, sin embargo, un par de satélites llamados GRACE (siglas del inglés Gravity Recovery And Climate Experiment, o Experimento de Recuperación Gravitacional y Clima), abrirá una nueva ventana a ese mundo desconocido. GRACE, que fue lanzado al espacio desde el Cosmodromo Plesetsk en Rusia este pasado marzo 17, echará una cuidadosa mirada debajo de los océanos, midiendo pequeños cambios en la gravedad: cambios causados por el agua en movimiento y los hielos.
"Podremos observar algunos fenómenos como las aguas en movimiento alrededor de las cuencas oceánicas y cambios en las corrientes marinas a grandes profundidades —dice Michael Watkins, científico del proyecto GRACE de la NASA en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory - JPL)—. Podremos inclusive determinar el peso de las capas de hielo desde órbita".
GRACE funciona de la manera siguiente: dos satélites idénticos volarán sobre la misma órbita: uno a 220 kilómetros (137 millas) adelante del otro. A medida que giran en torno a la Tierra, la trayectoria del primer satélite será afectada por leves cambios de gravedad presentes en distintas regiones, los cuales alterarán su posición respecto del segundo satélite. De esta manera, GRACE podrá detectar fluctuaciones muy pequeñas en el campo gravitacional de la Tierra, midiendo la distancia entre los dos satélites con extraordinaria precisión; los satélites pueden detectar un cambio en la distancia que los separa de casi 1/50 del espesor de un cabello humano.
Una fuente de tales fluctuaciones son los glaciares y las capas de hielo. GRACE medirá la masa de los depósitos de hielo alrededor del mundo, y quizás algo más importante, la velocidad a la cual sus cantidades varían. Esta información revelará qué cantidad de agua dulce está entrando en los océanos desde los glaciares en proceso de descongelación, y dará a los científicos que estudian el clima una mejor idea de la severidad de cambios globales en el clima.
Las mediciones de gravedad también pueden ayudar a los científicos que estudian los océanos de maneras más indirectas. Por ejemplo, datos precisos de la gravedad mejorarán los estimados de las temperaturas de la superficie del océano Pacífico.
"Cuando una región del océano se calienta —explica Victor Zlotnicki, científico del JPL que estudia el océano—, la columna de agua se expande verticalmente. Esto eleva el nivel del mar. Un radar altímetro como el que se encuentra a bordo de los satélites NASA/CNES TOPEX/Poseidon o JASON puede medir esta altura con centímetros de precisión. Cuando el altímetro ve un incremento en la altura local, nos inclinamos a pensar que la columna de agua se está calentando; y normalmente ése es el motivo."
Pero, continúa, pueden existir otras causas del incremento en el nivel del mar. Por ejemplo, "el viento puede hacer girar grandes regiones del océano y deformar su superficie, desplazando el agua hacia los costados; de la misma manera que una lavadora de ropa empuja el agua desde el centro hacia las paredes durante el ciclo de centrifugado." Así, cuando un altímetro registra una elevación en el océano, ¿se debe esto a una expansión del agua a mayor temperatura, o a una acumulación del agua sobre la superficie del océano producida por el viento? GRACE nos dará la respuesta. La absorción de calor por parte de una columna de agua incrementa su altura pero no cambia su masa. El aumento en volumen del agua, sin embargo, modifica ambas características. De esta manera, GRACE puede distinguir entre ambas posibilidades, simplemente midiendo la masa.
Pero, ¿a quién le interesa conocer las temperaturas de la superficie del mar con tanta precisión?
A cualquiera que esté interesado en el clima. Por ejemplo, las temperaturas del océano Pacífico son signos reveladores que indican la posible ocurrencia futura del fenómeno "El Niño". GRACE mejorará las predicciones sobre El Niño de manera indirecta, brindando información que permitirá un mejor entendimiento de las aguas del Pacífico.
"Otra habilidad sorprendente de GRACE —hace notar Zlotnicki—, es que puede medir las corrientes en el fondo del océano. Esto es posible porque las corrientes fluyen cuando la presión en un punto es mayor que en otro. La presión en un punto del fondo del océano es proporcional a la masa de la atmósfera y de la columna de agua que lo cubre. Mediante la medición de esta masa agregada, GRACE será el primer sistema satelital que podrá ver el fondo a través del océano y detectar las corrientes en esa zona.
Las investigaciones sobre los continentes también se beneficiarán gracias a GRACE, pero los océanos tienen muchas más cosas para esconder. GRACE nos dará una nueva visión del océano, el mundo extraterrestre en nuestro propio planeta.

lunes, abril 03, 2006

Aumentan los peces machos en los mares contaminados


NUEVA YORK (ANSA).- La contaminación de los mares crea zonas de gran extensión privadas del oxígeno suficiente, lo que produce un aumento desmedido del nacimiento de peces machos, según un estudio dirigido por un investigador de la Universidad de Hong Kong que se presentó ayer de manera parcial y anticipada. Los resultados, que se conocerán completos recién en mayo próximo, advierten sobre el riesgo de la desaparición de muchas especies. La investigación demostró que el fenómeno de la disminución de oxígeno causada por la contaminación industrial y de químicos usados para la agricultura interfiere directamente en la capacidad reproductiva y en la determinación del sexo de los peces, al producir cambios hormonales en las hembras. Según el trabajo coordinado por el profesor Rudolf Wu, director del Centro sobre la Contaminación Costera y para la Conservación de la Universidad de Hong Kong, las zonas de los mares privadas de oxígeno, llamadas zonas muertas, llegan a 150 en todo el mundo. Una de esas zonas se encuentra en el Golfo de México, pero según el reporte anual GEO del Programa Ambiental de las Naciones Unidas ése es un fenómeno mundial que crece y que abarca también a los mares europeos, como el Báltico, el Adriático y el Mar del Norte. Los experimentos realizados en laboratorio en distintos tipos de peces cebra demostraron que, en ausencia de oxígeno, el número de nacimientos de peces machos es tres veces superior al de hembras, que además sufren una gran cantidad de alteraciones hormonales. Según el estudio, cuyos resultados se publicarán en la revista Environmental Science and Technology, la falta de oxígeno en los océanos pone en riesgo a toda la vida submarina, pero hasta ahora sólo había presunciones sobre los efectos en la capacidad reproductiva. "La reproducción es el único factor significativo para la sobrevivencia de las especies -explicó Wu-. Muchas zonas muertas se extienden por áreas más amplias que las que los peces usan para la deposición de los huevos y para la reproducción."