'Hoy día, los puertos constituyen la punta avanzada de la mundialización. Cada ano, la actividad portuaria es mas intensa con un aumento del trafico de 7 % al nivel mundial. La mayoría de los puertos se enfrentan a un doble reto : competir con los otros puertos, jugar la tarjeta del desarrollo sostenible.
¡ Tocando este tema, hay urgencia ! En los puertos, una amalgama impresionante de rechazos y residuos se incorpora a la arena, constituyendo una materia ingrata generalmente denominada barro marino.
Cada puerto tiene su propio barro, cada uno con distintos rasgos. Jamas uniforme, a veces afectada por micro organismos, otros albergando hidrocarburo, nitrógeno, fósforo, metales pesados, este lodo representa un verdadero peligro para el medio ambiente al igual de las emisiones en la atmósfera.
Todos los puertos, pequeños o grandes, están en peligro. Además de la erosión natural, el tráfico favorece la acumulación de sedimentos. Cada día, costosas operaciones de dragado liberan el acceso de las vías de navegación. Después el barro esta rechazado en aguas profundas en zonas estrictamente controladas. Sin embargo nadie sabe cómo se organiza la mezcla entre los residuos portuarios y el ecosistema marino. Como los lugares de hundimiento están a veces muy distantes de los lugares de dragado, se practica también el almacenamiento en tierra. Movilizando superficies impresionantes, esta opción conlleva un riesgo ecológico si los residuos no están encarcelados en cajones apretados. Dichas operaciones no tienen contrapartida económica. Para los puertos, es una pérdida. Adicionalmente, una legislación medioambiental cada vez mas estricta implica a mediado plazo un aumento del costo. De hecho, el costo debería duplicarse a plazo de 2010.
¿Cómo pensar el barro de mar diferentemente ? Hoy día las operaciones de tratamiento son pocas y conciernen pequeños volúmenes, principalmente sedimentos contaminados. Una vez decontaminados, dichos sedimentos no están valorizados. Una mejor respuesta consiste en la elaboración de una unidad móvil de tratamiento en continuo integrando todas las operaciones desde la extracción del barro hasta la entrega de ecos materiales de construcción (terraplén para las carreteras o aparcamientos, bordillos de acera, perpiaños, productos moldeados, losas, ladrillos).
Lo que está en juego es crucial. Por todas partes en el mundo, los recursos minerales están en escasez, en particular, los materiales aluviales, principal recurso en agregados. Igualmente las carreras cierran. Teniendo en cuenta eso, el barro de mar constituye una alternativa, una materia ?renovable?.
Una compañía franco-sinese, Paneurochina & Zhong Ou lu trabaja sobre la portabilidad de la valorización del barro de mar respecto a su deshidratación y las fórmulas químicas destinadas al aumento de los capacidad mecánica de los productos. Bulímicos en demanda de materiales de construcción, los chinos desarrollan ya proyectos de valorización del barro. En el sur de China, se fabrican ladrillos. En el norte, terraplén de carretera. Los chinos necesitan materiales. Con ese ejemplo, poco a poco se impone el reciclaje de los residuos, consagrando la idea de un puerto limpio dentro del ámbito del desarrollo sostenible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario