viernes, junio 16, 2006

La diversidad bajo el mar: Ojos que no ven... ¿corazón que no siente?

Todos hemos escuchado acerca de la "revolución verde", pero es tiempo de comprometernos también con la "revolución azul".

Los océanos cubren el 70 por ciento de la superficie de la Tierra y comprenden alrededor del 97% de la biósfera. A pesar de ésto, menos del uno por ciento de los hábitats marinos están protegidos, en comparación con el 11,5 por ciento de la superficie continental del planeta que sí lo está.

Hoy, en el Día Mundial de los Océanos, reconozcamos los enormes valores que los sistemas marinos tienen para el mantenimiento de la vida en nuestro planeta, inclusive de nuestros sistemas económicos.

Algunas amenazas:

La sobrepesca...

La sobrepesca constituye una de las mayores amenazas al abastecimiento sostenible de alimentos de origen marino. Se conoce que más de 3.500 millones de personas dependen del océano como su principal fuente de alimentos. De hecho, el mar provee casi el 20% del aporte en proteína animal en el mundo y esta figura es mucho mayor en las comunidades costeras.

Los medios de subsistencia de las comunidades de pescadores artesanales, responsables de la mitad de la captura mundial de peces, se ven cada vez más amenazados por las flotas comerciales ilegales, no reglamentadas o subvencionadas. El desarrollo de artes de pesca modernos permiten ahora que haya un mayor esfuerzo de pesca en más áreas del océano. Como resultado, más del 70 por ciento de las pesquerías marinas están agotadas o han excedido su límite sostenible. Las poblaciones de peces grandes que resultan atractivos para el comercio como el atún, el bacalao, el pez espada y el pez aguja han disminuido hasta en un 90 por ciento en el último siglo.

Las Bioinvasiones Marinas...

Los ecosistemas marinos y acuáticos son particularmente vulnerables a invasiones de especies exóticas, puesto que éstas: son difíciles de detectar al principio de su introducción, se esparcen rápidamente a través de medios naturales y son difíciles de erradicar una vez establecidas. A diferencia de un derrame de petróleo en un hábitat, que puede recuperarse a través de procesos naturales o puede ser limpiado por el hombre, los efectos de la introducción de especies marinas son usualmente permanentes e irreversibles.

Uno de los vectores principales de introducción de especies en medios acuáticos es el agua de lastre de los buques. Los científicos estiman que en un solo día, 10 mil millones de toneladas de agua de lastre (que pueden contener más de siete mil especies, son trasportadas por los buques a través de los océanos.

Las bioinvasiones en las costas de todas las cuencas oceánicas continúan aumentando, éstas producen perjuicios económicos para las pesquerías con daños inmediatos y requieren, además, millones de dólares de inversión para tareas de investigación, control y manejo.

Cambio climático...

El cambio climático amenaza con destruir la mayoría de los arrecifes de coral del mundo y con hacer estragos en las frágiles economías de los pequeños estados insulares en desarrollo.

Casi el 60 por ciento de los arrecifes que quedan en el mundo corren grave riesgo de perderse en los próximos tres decenios. Estos arrecifes, además de proveer hábitat a varias especies de peces fuente de alimentación, protegen a las poblaciones humanas que viven en los litorales del daño que causan las olas y las tormentas, pues hacen las veces de amortiguadores entre los océanos y las comunidades cercanas a la costa.

¿Qué podemos hacer?

Áreas Marinas Protegidas...

Las Áreas Marinas Protegidas (AMPs) son ampliamente reconocidas como una herramienta valiosa y flexible para un manejo integrado y basado en la ciencia. Se extienden desde reservas marinas altamente protegidas, hasta áreas manejadas para usos múltiples, ayudando a conservar hábitats críticos, fomentando la recuperación de especies marinas sobre-explotadas, manteniendo las comunidades marinas y promoviendo el uso sostenible.

La implantación de AMPs ha demostrado ser responsable por un elevado número de beneficios no solo ecológicos, sino también sociales, económicos y culturales. De ahí que, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible se hiciera un llamamiento para establecer una red mundial de zonas marinas protegidas para 2012.

Protección a la alta mar...

La alta mar - zonas del océano que van más allá de la jurisdicción nacional - cubre casi el 50 por ciento de la superficie de la Tierra y constituye la parte menos protegida del mundo.

En estas zonas, las prácticas de pesca destructivas están causando la muerte de cientos de miles de especies marinas por año y ayudando a destruir importantes hábitats submarinos.

Cada año, a través de la pesca ilegal con palangre, con líneas de hasta 80 millas de largo y miles de anzuelos con carnadas, se matan más de 300.000 aves marinas, con inclusión de 100.000 albatros. 19 de las 21 especies de estas aves marinas están amenazadas de extinción, debido principalmente a la pesca accidental.

La pesca de arrastre de profundidad en alta mar no excede los 300-400 Millones de dólares anuales, lo que equivale a 0.5% de las capturas marinas globales en 2001 (75 billones de dólares).

Por ello, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible se pidió la eliminación de las prácticas de pesca destructivas y de los subsidios que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Adicionalmente, si bien existen algunos tratados que protegen a las especies transoceánicas, como las ballenas, en alta mar no existen áreas protegidas.

Protección a los tiburones

Todos los años 100 millones de tiburones son asesinados para obtener su carne y aletas. Los cazadores capturan estos animales, retiran sus aletas mientras están vivos y los envían nuevamente al mar, donde se ahogan o se desangran hasta morir.

La FAO estima que la producción de aletas de tiburón en el mundo en 1997 era de seis millones de kilogramos, es decir aproximadamente un millón de kilos menos que la cantidad de aletas que únicamente Hong Kong importó en el año 1998.

Algunas especies de tiburones se han reducido en más de un 80% en las pasadas décadas y algunos pueden extinguirse en los próximos años.

Los datos de capturas y comercio indican que el aleteo es una práctica muy difundida, no manejada y no monitoreada. Debido a las características biológicas de los tiburones, esta práctica conduce a niveles de mortalidad no sostenible.

Aunque hay mucho por hacer en las aguas costeras, el daño ocasionado a la biodiversidad y la productividad en alta mar por el incremento de las actividades humanas continúa en aumento. Especies y hábitats están siendo destruidos y alterados más rápidamente de lo que los científicos pueden estudiarlos. www.ecoportal.net

Imène Meliane,
Oficial del Programa Marino Global,
Unión Mundial para la Naturaleza

1 comentario:

marc samitier espinosa dijo...

Esta molt be aixo d'apendre coses sobre els oceans sobretot perque hi ha molta gent incluint jo no sabia que pogues aber tanta vida indescubrida sota l'aigua la cual on ens banyem.