Es evidente que lo catastrófico es más atractivo y que siempre que se pueda generar debate y confusión algunos ganan y otros (muchos, todos) pierden. Esto sucede con la movilización mediática generada sobre la noticia de que las aguas costeras de Mar del Plata están contaminadas y que en algunos sectores, por lo menos ecológicamente, produce cosas notables y únicas en el mundo.
Los que firmamos esta nota somos investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata del Laboratorio de Investigación Bioindicadores Bentónicos. En nuestro laboratorio trabajamos desde hace 12 años en la contaminación marina y los organismos bentónicos (asociados al fondo del mar). Cómo producto de nuestro trabajo hemos realizado numerosos trabajos científicos y una tesis doctoral: La comunidad bentónica intermareal de Brachidontes rodriguezii (D’orb) y su relación con el efluente cloacal de la ciudad de Mar del Plata (38°S), finalizada en el año 2002 y que abarca un período entre el año 1998 y 2002. Actualmente se están desarrollando en nuestro laboratorio 2 tesis doctorales más en temas relacionados al efluente cloacal de Mar del Plata. Además funciona en nuestro laboratorio el grupo de Extensión “La ciencia hace escuela” cuya misión es la divulgación científica de las actividades de los científicos a la comunidad, más información en www.maresyoceanos.com.ar
Contamos esto, porque hace aproximadamente un año en el transcurso de uno de estos trabajos que estamos realizando, nos sorprendió la presencia de unos gusanos marinos que formaban arrecifes de una magnitud extraordinaria en la zona costera cerca del efluente de Mar del Plata. Decidimos luego de un tiempo, más precisamente en abril del 2009 realizar una nota entre curiosa y preocupante que se llamó “Turismo y contaminación” y que fue publicada en diarios y medios electrónicos de nuestra ciudad (pueden verla en http://maresyoceanos.blogspot.com/2009/04/turismo-y-contaminacion.html) y que además fuera motivo de una entrevista en un programa televisivo. El motivo de la misma fue llamar la atención sobre este tema y esperar que no suceda lo mismo que ha pasado con otros problemas ambientales como la erosión costera, que hasta que no se cayera la ruta no se pensaría en solucionarlo.
Dr. Eduardo A. Vallarino
Dr. Rodolfo Elías
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