jueves, agosto 28, 2008

Nuevas Zonas Marinas Muertas


Zona marina muerta es el nombre que reciben determinadas zonas del océano totalmente desprovistas de vida animal. Ningún animal crece, se mueve o se reproduce. Y parece que van en aumento.

En la zona entre los 2.000 y 6.000 metros de profundidad de los océanos puede encontrarse vida. A pesar de la ausencia total de luz y de una presión equivalente a casi 800 kilogramos por centímetro cuadrado, los animales consiguen sobrevivir mientras tengan un elemento fundamental: el oxígeno.
El oxigeno debe llegar hasta esa profundidad, sin oxigeno disuelto en el agua los animales no pueden sobrevivir, dado que a esa profundidad no hay algas para generarlo.
Desde los años 60, las zonas marinas muertas han tenido un crecimiento, según un estudio sueco-estadounidense que revela que actualmente hay 400 zonas costeras en el mundo donde la vida marina está asfixiada por la contaminación.
Estas extensas zonas, cuyos ecosistemas acuáticos desaparecen ahogados por la falta de oxígeno en el agua, “probablemente se duplicaron cada diez años desde la década de 1960″, afirman los investigadores Robert Diaz del Instituto de ciencias marinas del College of William and Mary de Virginia (de Estados Unidos) y Rutger Rosenberg, del departamento de ecología marina de la Universidad de Gothenburg en Suecia.
Este oxigeno llega al fondo del mar arrastrado por las frías corrientes marinas que se hunden desde la superficie de los polos, y las zonas más profundas no son las que tienen menos oxigeno, ya que allí existen muy pocos animales que lo consuman. La concentración mínima se encuentra alrededor de los mil metros, pero por encima de esta profundidad el oxigeno disuelto es arrastrado desde la superficie aumentando nuevamente la concentración.
El océano pierde la capacidad para disolver gases, entre ellos el CO2 y el O2, al aumentar la temperatura. Otra consecuencia del efecto invernadero es que puede dificultar la oxigenación de los océanos a corto plazo.
La contaminación de los mares destruye la flora y la fauna marina
El problema principal es el exceso de nutrientes en el agua. Las enormes cantidades de fertilizantes utilizados en la agricultura que son arrastrados hasta el mar, generando un proceso denominado eutrofización.
Este fenómeno conocido como eutrofización, es provocado por la contaminación industrial y el vuelco en las aguas de los fosfatos y nitratos remanentes de los abonos. Esto produce un proceso de putrefacción que consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas dejan de ser aptas para la mayor parte de los seres vivos. El resultado final es un ecosistema casi destruido
Unos 245.000 km2 estarían afectados. “La localización de estas zonas muertas corresponden a los centros donde vive una gran población y donde se vuelcan importantes cantidades de sustancias nutritivas”, explicó el Dr. Robert J. Díaz.
Esta acumulación de materias orgánicas provoca primero una proliferación de algas, enturbia el agua hasta bloquear la luz solar y luego se descompone, esto impide la fotosíntesis matando a las algas, y consumiendo el oxígeno del agua, matando así los peces y crustáceos, destruyendo el conjunto de organismos vegetales y animales que viven en los fondos marinos
Se han localizado unas 150 zonas de este tipo con tamaño variable desde unos pocos kilómetros cuadrados hasta más de 80.000.Km2.
Esta destrucción del medio ambiente marino por hipoxia (falta de oxígeno) ocurre preferentemente en las aguas calmas y poco revueltas de estuarios, fiordos y mares internos.

Desgraciadamente hay zonas tan contaminadas que el oxigeno ha desaparecido permanentemente. Un ejemplo es el Mar Báltico, que es la zona más degradada con una extensión que puede llegar a los 100 Kilómetros cuadrados. De nosotros depende de que estas zonas muertas no sigan extendiéndose y multiplicándose
En todo el mundo hay más de 400 zonas muertas en las que hay tan poco oxígeno que casi no hay vida marina, el doble de lo reportado hace apenas dos años por las Naciones Unidas,
El Dr. Robert J. Díaz, especialista del Instituto de Ciencia Marina de Virginia dijo “Las zonas muertas más recientes están en el Hemisferio Sur del planeta que comparten Sudamérica, África y partes de Asia”, este crecimiento de las zonas muertas del mundo es como una enfermedad crónica que se extiende por el cuerpo, con poco oxígeno para sostener la vida.
”Si estropeamos el flujo de energía dentro de nuestros sistemas, podríamos terminar sin cangrejos, y sin ningún pez. Allí es a donde se dirigen estas zonas muertas, a menos que detengamos su crecimiento”, agregó Díaz
Debemos comprender que la hipoxia (la baja cantidad de oxigeno) no es un problema local, es un problema mundial y tiene consecuencias graves para los ecosistemas’
”Se está volviendo un problema de tal magnitud que está empezando a afectar los recursos que le arrancamos al mar para alimentarnos”, agregó Díaz. ”Los agricultores no están haciendo esto a propósito”. “Ciertamente, los agricultores preferirían tener al fertilizante en la tierra en lugar de que salga flotando río abajo”.
La solución a este grave impacto ambiental es impedir que los fertilizantes y productos químicos agrícolas se viertan a través de los ríos y las zonas industriales. Y que sus residuos lleguen al mar.

Sylvia Ubal 26 Agosto 2008

lunes, agosto 04, 2008

El fondo del océano, un oculto universo contra la enfermedad

Microorganismos saludables: hay 30 derivados naturales a prueba -Además de las alergias o las infecciones, el lodo marino ayudaría a tratar el cáncer.

LA JOLLA.- A 47 kilómetros de la frontera con México, frente a las frías aguas de la costa californiana, un equipo de biólogos marinos investiga los recursos que el fondo del océano puede proporcionar para tratar infecciones, alergias y hasta cáncer.Se trata del grupo que dirige el doctor William Fenical, reconocido en el mundo por sus estudios sobre las propiedades curativas de las algas, desde hace un cuarto de siglo. En su amplio y bien surtido laboratorio del Instituto Scripps de Oceanografía , científicos y estudiantes de la Universidad de California en San Diego (UCSD) recolectan, analizan y ponen a prueba cientos de microorganismos que habitan en el lodo del vasto suelo oceánico.En los últimos diez años, se comenta en los pasillos del laboratorio, el fondo marino aportó especies marinas que proporcionaron nuevos fármacos: el 80% de los antibióticos en venta contiene productos naturales y un molusco univalvo venenoso aportó datos útiles para un potente analgésico. Hoy, más de 30 moléculas derivadas de organismos marinos están a prueba en animales y seres humanos.
Es el caso de la Salinispora tropica , bacteria del lodo oceánico que en pacientes con cáncer de médula ósea (mieloma) y de pulmón dio muy buenos resultados. "Es tan activa y prometedora que llevó seis años hacer todas las pruebas que, para otro medicamento, demorarían unos 15 años". Son una fuente muy interesante de, por ejemplo, antibióticos, antiinflamatorios y probióticos."Uno de los principales problemas para recolectar el lodo era el costo del equipo necesario para descender hasta el lecho submarino. Para eso, Fenical diseñó un "misil", que baja a toda velocidad, abre su "boca" para capturar una muestra hasta 25 centímetros de profundidad y regresa rápido a la superficie. El nuevo diseño llega hasta 6000 metros de profundidad.Una sopa saludableBajo un cielo azul celeste de verano, Prieto-Davo sale del laboratorio por las escaleras de madera que conducen al recinto donde una heladera conserva las muestras de cientos de bacterias oceánicas almacenadas para futuros estudios. "El mar es una gran sopa de microorganismos que lo mantienen sano. Lo que está allá afuera, en el agua de nuestro planeta, es el 70% del mundo", cuenta, mientras se abre paso entre tablas de surf de las que los investigadores pueden disfrutar durante la jornada de trabajo, que comienza a las 8 y puede extenderse hasta las ocho de la noche. La información, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences , permitió aislar moléculas que la bacteria produce para formar el arsenal químico que utiliza para subsistir en el océano. Un derivado de esas sustancias, la salinisporamida A, es la que está a prueba en seres humanos para tratar mieloma múltiple y cáncer pulmonar.

La bacteria Salinispora tropica Foto:Gentileza Instituto Scripps
El interés en la Salinispora se debe a la necesidad de desarrollar antibióticos capaces de vencer la resistencia que cada vez más bacterias que afectan al ser humano poseen contra los fármacos. Más de la mitad de los antibióticos de uso clínico derivan de un conjunto de bacterias llamado Streptomyces , familiares terrestres de la Salinispora y que los científicos llaman los "reyes" de los microbios productores de moléculas antibióticas y anticancerígenas.El genoma reveló que la bacteria dedica un 10% a producir esas moléculas, cuando el resto de las bacterias asigna entre el 6 y el 8% de su material genético a esa tarea de subsistencia. En los ensayos, una enzima de la Salinispora sorprendió a los científicos: detuvo un proceso clave para la vida celular, la eliminación de las proteínas innecesarias o dañadas.El responsable de eso es el proteosoma de la célula, que actúa como un verdadero cesto de residuos. Cuando deja de funcionar en las células cancerígenas, las proteínas se acumulan y contaminan la célula, lo que induce su muerte. Pero a pesar del entusiasmo que esto genera, los científicos coinciden en que falta un par de años, antes de que todos accedamos a estos recursos marinos.

Fabiola Czubaj
Enviada especial 03/08/08 LA NACION