En los ecosistemas, la mayor parte de las especies tienen una o dos conexiones, bien sea depredación, o relaciones más cooperativas, como la de una planta y su polinizador. Pero también un escaso número están altamente conectadas, explicó el biólogo José M. Montoya a BBC Mundo. Si estas últimas, las más conectadas, se extinguen, otro gran número se extinguiría como consecuencia.
Tal es el caso de la pérdida de una mariposa que poliniza a cien especies de plantas diferentes que dependen únicamente de ella para sobrevivir: si la mariposa desaparece, desaparecen las plantas.
Si una nueva especie apareciera ahora, su esperanza de vida sería de unos cien o doscientos años. Antes, la esperanza de vida de una especie era de diez millones de años
A estas especies las podemos llamar especies clave, pues su desaparición provoca una cascada de extinciones. Algunas perturbaciones humanas tienden a afectar a estas especies clave, como es el caso de la pérdida de hábitat.
Para predecir el tiempo de extinción de una especie se necesita introducir estas redes ecológicas en modelos de ordenador, teniendo en cuenta las interacciones entre especies, y el tiempo de vida de las mismas.
De este modo, podemos saber cuanto tiempo pasará para que una especie se extinga después de que otra lo haga.
En el articulo publicado en la revista Nature, estos científicos plantean que aun es necesario mucho trabajo en este tipo de modelos matemáticos.
Pero parecen tener algunas pistas observando la actual tasa de extinción de especies de distintos grupos de animales y plantas.
Se predice, por ejemplo, que si ahora apareciese una nueva especie de ave o mamífero por medio de la selección natural de Darwin, la esperanza de vida de esta especie sería de 200 a 400 años, cuando en un periodo de extinción "normal" (la llamada extinción de fondo), viviría unos diez millones de años.
Un ejemplo paradigmático es el caso del jaguar de la isla Barro Colorado en Panamá.
La fragmentación de su hábitat limitó su espacio vital hasta llevarlo a la extinción. En ausencia del jaguar, los roedores se multiplicaron y devoraron sin medida las semillas de acacias, que acabaron declinando en la isla. La especie clave es el jaguar y no el roedor, aseguran los científicos.
La sexta gran extinción
Y es que según estos científicos, la desaparición de las especies es tan grande, que podemos calificarla de "sexta gran extinción". La quinta ocurrió hace 65 millones de años con la desaparición de los dinosaurios.
"Uno de estos patrones implicaría a muchas especies con pocas conexiones entre ellas, y otro sería aquél con pocas especies pero muy conectadas entre si."
Rana víctima de hongos en Panamá."La actual gran extinción se podría decir que es única. Primero porque es provocada por una única especie, la humana, mientras que las otras extinciones fueron provocadas por causas externas. Segundo, porque es la extinción más intensa de todas", aseguró José M. Montoya en diálogo con BBC Mundo.
"Si una nueva especie apareciera ahora, su esperanza de vida sería de unos cien o doscientos años. Antes, la esperanza de vida de una especie era de diez millones de años."
Según José M. Montoya lo importante de esta sexta extinción es que todas las predicciones que se hacen del futuro, saber por ejemplo, cuantas especies van a desaparecer en 50 o 100 años, no tiene en cuenta estas redes de interacciones que se analizan en la investigación que hicieron.
Es decir, "no se tienen en cuenta las consecuencias de la extinción de estas especies en el ecosistema. El llamado efecto dominó".
Tal es el caso de la pérdida de una mariposa que poliniza a cien especies de plantas diferentes que dependen únicamente de ella para sobrevivir: si la mariposa desaparece, desaparecen las plantas.
Si una nueva especie apareciera ahora, su esperanza de vida sería de unos cien o doscientos años. Antes, la esperanza de vida de una especie era de diez millones de años
A estas especies las podemos llamar especies clave, pues su desaparición provoca una cascada de extinciones. Algunas perturbaciones humanas tienden a afectar a estas especies clave, como es el caso de la pérdida de hábitat.
Para predecir el tiempo de extinción de una especie se necesita introducir estas redes ecológicas en modelos de ordenador, teniendo en cuenta las interacciones entre especies, y el tiempo de vida de las mismas.
De este modo, podemos saber cuanto tiempo pasará para que una especie se extinga después de que otra lo haga.
En el articulo publicado en la revista Nature, estos científicos plantean que aun es necesario mucho trabajo en este tipo de modelos matemáticos.
Pero parecen tener algunas pistas observando la actual tasa de extinción de especies de distintos grupos de animales y plantas.
Se predice, por ejemplo, que si ahora apareciese una nueva especie de ave o mamífero por medio de la selección natural de Darwin, la esperanza de vida de esta especie sería de 200 a 400 años, cuando en un periodo de extinción "normal" (la llamada extinción de fondo), viviría unos diez millones de años.
Un ejemplo paradigmático es el caso del jaguar de la isla Barro Colorado en Panamá.
La fragmentación de su hábitat limitó su espacio vital hasta llevarlo a la extinción. En ausencia del jaguar, los roedores se multiplicaron y devoraron sin medida las semillas de acacias, que acabaron declinando en la isla. La especie clave es el jaguar y no el roedor, aseguran los científicos.
La sexta gran extinción
Y es que según estos científicos, la desaparición de las especies es tan grande, que podemos calificarla de "sexta gran extinción". La quinta ocurrió hace 65 millones de años con la desaparición de los dinosaurios.
"Uno de estos patrones implicaría a muchas especies con pocas conexiones entre ellas, y otro sería aquél con pocas especies pero muy conectadas entre si."
Rana víctima de hongos en Panamá."La actual gran extinción se podría decir que es única. Primero porque es provocada por una única especie, la humana, mientras que las otras extinciones fueron provocadas por causas externas. Segundo, porque es la extinción más intensa de todas", aseguró José M. Montoya en diálogo con BBC Mundo.
"Si una nueva especie apareciera ahora, su esperanza de vida sería de unos cien o doscientos años. Antes, la esperanza de vida de una especie era de diez millones de años."
Según José M. Montoya lo importante de esta sexta extinción es que todas las predicciones que se hacen del futuro, saber por ejemplo, cuantas especies van a desaparecer en 50 o 100 años, no tiene en cuenta estas redes de interacciones que se analizan en la investigación que hicieron.
Es decir, "no se tienen en cuenta las consecuencias de la extinción de estas especies en el ecosistema. El llamado efecto dominó".
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