lunes, marzo 06, 2006

Corrientes marinas y oceánicas: suinfluencia en el clima y en el desarrollo de la vida en la Tierra es fundamental


21/02/2006 - Los océanos son las grandes masas de agua que separan los continentes. El más extenso es el Pacífico, que con sus 180 millones de km2 supera en extensión al conjunto de los continentes. Los otros cuatro son el Atlántico, el Índico, el Antártico o Austral y el Ártico. Dentro de los océanos se llama mares a algunas zonas cercanas a las costas, situadas casi siempre sobre la plataforma continental, como el Mediterráneo o el Cantábrico. La importancia de las corrientes marinas y oceánicas en el clima mundial es fundamental, influyendo también en el desarrollo de la vida marina, por lo que suponen de regulación de la temperatura del agua y aporte de nutrientes. Una corriente se define como el desplazamiento de una masa de agua y según su origen se habla de distintos tipos de corrientes. Las corrientes de densidad se producen cuando las diferencias de temperatura y salinidad entre dos masas de agua situadas en distintos lugares o profundidades tienen como consecuencia una variación de densidad. Como la tendencia natural es a compensar esta diferencia de densidad, una de las masas se desplaza hacia la otra. Las corrientes de arrastre se establecen en la superficie de los océanos y mares debido a la acción directa del viento, siendo de mayor intensidad cuando el viento es constante sobre una masa extensa de agua, como los alisios que soplan en el Atlántico y Pacífico, creando corrientes de grandes masas de agua en dirección oeste. La circulación de grandes masas de agua más o menos constante se debe a la combinación de las corrientes de densidad y las de arrastre.
Las corrientes oceánicas trasladan grandes cantidades de calor de las zonas ecuatoriales a las polares y, junto a las corrientes atmosféricas, son las responsables de que las diferencias térmicas en la Tierra no sean muy pronunciadas, por lo que su influencia en el clima es fundamental. Las olas, las mareas y las corrientes tienen también una gran importancia para las zonas costeras porque erosionan y transportan los materiales hasta dejarlos sedimentados en las zonas más protegidas. De esta manera, el agua ascendente arrastra nutrientes a la superficie, lo que supone la proliferación de los seres vivos.
Las trayectorias de tales corrientes son constantes, por lo que históricamente los marinos lo han tenido en cuenta para sus viajes, puesto que favorecen o entorpecen la navegación según el sentido en que se las recorra. La gran corriente caliente del Golfo, que se dirige desde el Golfo de México a las costas accidentales de Europa, no sólo dulcifica el clima de éstas por sus temperaturas, sino que facilita además la travesía del Atlántico a los buques que se dirigen de Oeste a Este.
Por su parte, las corrientes marinas son causadas por la variación del nivel del mar, debido a la atracción de la Luna y el Sol. De esta manera se producen las mareas, lo que ocasiona una elevación y un descenso del nivel del agua en ciclos de seis horas. El viento y la tormenta crean las olas marinas, que por oscilación pueden recorrer grandes distancias. El giro de la Tierra hacia el Este influye también en las corrientes marinas, porque tiende a acumular el agua contra las costas situadas al oeste de los océanos.
Algunos científicos expertos en clima alertan de que el calentamiento global, producido por la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, podría interrumpir las corrientes oceánicas y marinas, lo que conduciría paradójicamente al comienzo de una era glacial. El cambio climático podría llevar a la descongelación del hielo marino que cubre el Ártico, lo que alteraría o incluso detendría las grandes corrientes del Océano Atlántico y conllevaría además un aumento de las lluvias y las nevadas. Sin el calor que proporcionan estas corrientes marinas la temperatura media en Europa y Norteamérica podría descender de 5 a 10 grados centígrados, una situación similar que ya se vivió en el planeta hacia el final de la última era glacial, hace aproximadamente 20.000 años. Algunos científicos creen que este cambio en las corrientes marinas podría darse en unos 20 años, aunque otros dudan de que esto llegue a ocurrir, puesto que el Ártico y el Atlántico Norte son sistemas muy complejos, con muchas interacciones entre la tierra, el mar y la atmósfera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

putos

Anónimo dijo...

Muy interesante lo que dicen me sirvio mucho para la escuela y entendi todo. ¿De que pais son? Yo de argentina por eso digo ¡VAMOS CRISTINA KIRCHNER WACHOOO! Sos una capa la mejor presidenta de muchos años saludos