Los bacalaos medían un metro en promedio.
Siglos de exceso de pesca a manos del hombre han vaciado a los océanos del mundo de peces gigantes, ballenas y otras criaturas marinas gigantes, destruyendo el hábitat costero.
Eso dice un informe realizado por 14 universidades y organizaciones científicas internacionales, que toma una perspectiva histórica sobre la decadencia del mar.
No habíamos entendido cuánto se ha perdido y por lo tanto cuánto se puede recuperar
Jeremy Jackson, co-autor del informe La imagen que emerge es de unas costas que antes rebosaban con hordas de mamíferos similares a las morsas, decenas de millones de tortugas de mar y cardúmenes de bacalaos gigantes.
En la actualidad, las ballenas, los manatíes, los elefantes marinos, las focas monjes y muchos otros magníficos animales han desaparecido del todo en muchas aguas.
Océanos perdidos
La causa clave, afirman los autores del estudio, es la explotación humana del tesoro marino desde la prehistoria hasta nuestros días.
Bahía de Chesapeake: las ballenas y grandes tiburones se han ido. "Virtualmente todas las comunidades costeras eran dominadas por grandes poblaciones de enormes animales", explica Jeremy Jackson, el autor principal del informe.
"Lo que habríamos visto desde las playas es dramáticamente distinto a lo que vemos ahora".
Y es esa casi total desaparición de criaturas marinas claves, como el bacalao, las ostras y las tortugas de mar, lo que ha llevado al reciente colapso de los ecosistemas costeros, señaló Jackson a la BBC.
El equipo que él mismo formó, contó con historiadores, paleontólogos, arqueólogos y biólogos que crearon una visión histórica de los océanos.
Basados en registros de fósiles, archivos históricos, datos arqueológicos y estudios ecológicos del siglo pasado, revisaron los cambios ecológicos.
Los gigantes marinos
El estudio sugiere que en algún momento de la historia 40 millones de tortugas gigantes verdes nadaban en el Caribe, mientras en estuarios como la Bahía de Chesapeake en América del Norte, rebosaban de ballenas y grandes tiburones.
No somos concientes de cuánto se ha perdido, según los investigadores.Los crustáceos eran tan abundantes que interferían con la navegación y habían suficientes arrecifes de ostras como para filtrar todo el agua en tres días.
"En Maine hay evidencia en los muladares de los indios que datan de 5.000 años atrás, de que nuestra zona costera era dominada por un gran pez depredador parecido al bacalao", dice el co-autor Robert Steneck del Centro Marino de la Universidad de Maine en Walpole, Estados Unidos.
"El tamaño promedio de un bacalao por miles de años era de un metro de largo", añade, "que es increíble si además se piensa que los pescadores usaban anzuelos de cacho de ciervo amarrados con cuerdas hechas con los intestinos de venados".
Los investigadores apuntan que el abuso de la pesca precede a la polución, la destrucción de hábitat, enfermedades y cambios climáticos causados por el hombre.
La perspectiva histórica -aseguran los autores- podría sugerir cambios a las metas que se plantea la restauración y administración costera.
"No habíamos entendido cuánto se ha perdido y por lo tanto cuánto se puede recuperar", exclama el profesor Jackson.
La investigación está publicada en la revista Science.
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