LA HABANA.- Las costas del Caribe retroceden alrededor de dos metros cada año como resultado de la acción conjunta del ser humano y los huracanes, y esa erosión tiene un impacto específico sobre el turismo, principal fuente de ingresos de varios países de la región, dijeron expertos ambientalistas cubanos.
"Significa que anualmente se pierde una franja de arena de las playas", indicó Ernesto Tristá, especialista del Instituto de Oceanología de Cuba.
A pedido de expertos de varias naciones caribeñas y en coordinación con ellas, el IOC inició un diagnóstico del área, explicó Tristá, quien leyó los resultados durante la V Convención Internacional sobre Medio Ambiente, celebrada aquí esta semana.
Para su estudio, los expertos dividieron la zona en cinco sectores: Cuba, islas menores, la "Riviera maya" de México, y las costas de Colombia y Belice-Guatemala, dijo Tristá.
De Cuba se estudiaron en particular las playas de Varadero, uno de los principales polos turísticos del país, que pierde anualmente 1,2 metros de litoral.
Para las islas menores -que dependen del turismo hasta para un 60% de su producto interno bruto- se midieron retrocesos de las arenas de entre 27 centímetros y 1,06 metros anuales.
Colombia reportó un promedio de pérdidas de entre cinco centímetros y cinco metros. Además, los expertos descubrieron un caso alarmante: el Golfo de Morrasquillo, cuya erosión avanzó 40 metros en un año.
La Riviera Maya y en especial Cancún "es un magnífico ejemplo de lo que no debe hacerse", manifestó Tristá, quien mostró diapositivas sobre la densidad hotelera de la localidad y su impacto.
En estas áreas de México se fijaron retrocesos de las playas de entre 2 y 2.5 metros cada año. El experto no exhibió los resultados específicos de la franja de Guatemala y Belice.
"Tenemos la necesidad de proteger ese recurso natural", dijo Tristá.
"La industria turística es vital... El mantenimiento de las playas es un asunto ambiental y también económico", agregó el oceanólogo.
Los viajes y los servicios a los visitantes representan un promedio del 24% del PIB de los países del Caribe, según estimados oficiales.
Entre las causas humanas de la erosión, Tristá enumeró la actividad minera y la edificación indiscriminada de hoteles. Entre las naturales mencionó los huracanes y las tormentas tropicales más severas.
Los expertos indicaron las soluciones puestas en marcha en la región para paliar el fenómeno, tales como el traslado de las instalaciones y la construcción de espigones o barreras, que son las llamadas soluciones duras. Otra solución es la realimentación de arena, considerada por el experto como una de las alternativas más baratas y exitosas.
En particular Tristá analizó el caso de Varadero, que sufrió una fuerte erosión en la década de 1990, y que en 1998 recibió un millón de metros cuadrados de arena. La campaña costó varios millones de dólares, pero benefició a 13 kilómetros de costa.
"Se trató de una de las realimentaciones más grandes de América Latina", comentó el especialista para quien la inversión valió la pena, pues al cabo de cinco años se ha retenido el 85% de la arena y ya se recuperaron las zonas de extracción.
En sus conclusiones, Tristá dijo que el estudio puso de manifiesto la necesidad de crear un Grupo de Consultores de Acción Rápida en la región.Fuente http://www.primerahora.com/noticia.asp?guid=61322542A1944936920849FAB23D4873
"Significa que anualmente se pierde una franja de arena de las playas", indicó Ernesto Tristá, especialista del Instituto de Oceanología de Cuba.
A pedido de expertos de varias naciones caribeñas y en coordinación con ellas, el IOC inició un diagnóstico del área, explicó Tristá, quien leyó los resultados durante la V Convención Internacional sobre Medio Ambiente, celebrada aquí esta semana.
Para su estudio, los expertos dividieron la zona en cinco sectores: Cuba, islas menores, la "Riviera maya" de México, y las costas de Colombia y Belice-Guatemala, dijo Tristá.
De Cuba se estudiaron en particular las playas de Varadero, uno de los principales polos turísticos del país, que pierde anualmente 1,2 metros de litoral.
Para las islas menores -que dependen del turismo hasta para un 60% de su producto interno bruto- se midieron retrocesos de las arenas de entre 27 centímetros y 1,06 metros anuales.
Colombia reportó un promedio de pérdidas de entre cinco centímetros y cinco metros. Además, los expertos descubrieron un caso alarmante: el Golfo de Morrasquillo, cuya erosión avanzó 40 metros en un año.
La Riviera Maya y en especial Cancún "es un magnífico ejemplo de lo que no debe hacerse", manifestó Tristá, quien mostró diapositivas sobre la densidad hotelera de la localidad y su impacto.
En estas áreas de México se fijaron retrocesos de las playas de entre 2 y 2.5 metros cada año. El experto no exhibió los resultados específicos de la franja de Guatemala y Belice.
"Tenemos la necesidad de proteger ese recurso natural", dijo Tristá.
"La industria turística es vital... El mantenimiento de las playas es un asunto ambiental y también económico", agregó el oceanólogo.
Los viajes y los servicios a los visitantes representan un promedio del 24% del PIB de los países del Caribe, según estimados oficiales.
Entre las causas humanas de la erosión, Tristá enumeró la actividad minera y la edificación indiscriminada de hoteles. Entre las naturales mencionó los huracanes y las tormentas tropicales más severas.
Los expertos indicaron las soluciones puestas en marcha en la región para paliar el fenómeno, tales como el traslado de las instalaciones y la construcción de espigones o barreras, que son las llamadas soluciones duras. Otra solución es la realimentación de arena, considerada por el experto como una de las alternativas más baratas y exitosas.
En particular Tristá analizó el caso de Varadero, que sufrió una fuerte erosión en la década de 1990, y que en 1998 recibió un millón de metros cuadrados de arena. La campaña costó varios millones de dólares, pero benefició a 13 kilómetros de costa.
"Se trató de una de las realimentaciones más grandes de América Latina", comentó el especialista para quien la inversión valió la pena, pues al cabo de cinco años se ha retenido el 85% de la arena y ya se recuperaron las zonas de extracción.
En sus conclusiones, Tristá dijo que el estudio puso de manifiesto la necesidad de crear un Grupo de Consultores de Acción Rápida en la región.Fuente http://www.primerahora.com/noticia.asp?guid=61322542A1944936920849FAB23D4873
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